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CóRDOBA
MUERTES EN FIESTAS ELECTRONICAS

“Hay una épica del estupefaciente, los jóvenes reciben un marketing positivo”

El fiscal Marcelo Fenoll, quién investigó la muerte de un joven en una fiesta electrónica, hace foco en las drogas consumidas. Asegura que el éxtasis es mucho más adictivo que la cocaína.

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Marcelo Fenoll | CEDOC PERFIL

Samir Velázquez se convirtió en una nueva víctima por el consumo de drogas sintéticas en una fiesta electrónica. Antes fueron Francisco Mignola, Tania Abrile y Pablo Rielo. Todos fallecieron bajo el mismo patrón de consumo, el éxtasis.
Marcelo Fenoll es el fiscal que tuvo a su cargo investigar la muerte de Pablo Rielo, un personal trainer santafesino que asistió a una fiesta electrónica en Forja y murió por el consumo de éxtasis.
Fenoll no solo tiene este antecedente sino también estuvo muchos años frente a la fiscalía de lucha contra el narcotráfico. Además, es especialista avanzado en la lucha contra el narcotráfico y las adicciones. En diálogo con PERFIL CORDOBA hace un abordaje profundo y crudo sobre el consumo de drogas.

Drogas en fiestas electrónicas. “Las fiestas electrónicas son un punto de consumo y eso no lo podemos desatender, está naturalizado. Es parte del combo en estos eventos. Esa es la conclusión luego dela causa Rielo. No pudimos acreditar que la droga la haya comprado dentro de la fiesta, en este caso las habría traído de afuera. Aunque hay que tener en cuenta que los cacheos no son infalibles y una pastilla de LSD es muy difícil de detectar en un control”.
Fenoll también intenta darle contexto al consumo de drogas en estas instancias y se pregunta: “¿Para ir a una fiesta electrónica me tengo que drogar? No. ¿Ir a una fiesta electrónica implica que me voy a drogar? No. La gente puede drogarse en una plaza, en una fiesta electrónica o un cementerio si quiere, hay una decisión personal. No obstante, hay un contexto que ayuda y que brinda la oportunidad propicia para alguien que ya está decidido a consumir”.
¿Hay cocinas de drogas sintéticas en Córdoba? Fenoll afirma que está comprobado que existen cocinas de cocaína, aunque no puede asegurar que haya cocinas de drogassintéti- cas. No obstante, sostiene: “Con elementos de uso cotidiano se puede fabricar metanfetamina”, y agrega: “En Córdoba no se mide más la calidad del estupefaciente. Por lo tanto, se ha renunciado a la trazabilidad de la droga, no podés saber de dónde viene. En todos los análisis que hicimos con cocaína nos encontramos con que la concentración del alcaloide de cocaína era absurda de baja, el resto está conformado por elementos que imitan el efecto de la cocaína desde novalgina hasta vidrio molido. Esa es la droga que se consume en Córdoba, es de pésima calidad”. Respecto a las diferencias entre la adicción que pueden generar la cocaína o las sintéticas, Fenoll es contundente “Las metanfetaminas, como el éxtasis, son altamente adictivas. Mucho más que la cocaína y con un efecto tóxico igual o mayor” .

Estadísticas y abordaje. El fiscal brinda números sumamente preocupantes sobre la edad de inicio en el consumo de drogas: “Según estadísticas, el 50% de los jóvenes entre los 12 y 18 años van a probar al menos una vez una droga ilegal. De ese 50% de la población, un 10% va a generar alguna adicción. Es decir, esa persona va a tener condicionado su futuro”.
Con firmeza Fenoll sostiene que el fenómeno de las drogas se debe abordar desde tres ejes: la prevención, el abordaje terapéutico y el ataque al narcotráfico.
Asegura, también, que hay “una épica del estupefaciente” y que es lo único que reciben los jóvenes, una especie de “marketing positivo” de las drogas.
En ese sentido, hace una fuerte crítica al consumo de la marihuana y al uso del cannabis medicinal: “La actual manipulación genética y refinación del cultivo de la marihuana hace que hoy fumarse un porro sea mucho peor que hace 10 años.
La marihuana es altamente adictiva y es mucho más cancerígena que el tabaco”. Sobre el uso terapéutico del cannabis, el fiscal es contundente: “Hoy estamos desarrollando a granel futuros pacientes con enfermedades neurológicas por el consumo de cannabis”.

Despenalización y negocio narco. Sobre uno de los puntos de discusión en los últimos tiempos que tieneque ver con despenalizar el consumo, Fenoll afirma: “La despenalización o no de las drogas no va a cambiar en nada el abordaje del problema. Pero una toma de conciencia del potencial cliente sería mucho más efectiva que una amenaza de pena. Sin consumidor no hay narcotráfico”.
Fenoll sostiene que “el consumidor necesita financiar su adicción. La droga y el delito se terminan relacionando. Delinquen para drogarse y no se drogan para delinquir, hay que desterrar ese mito”.  
También asevera que existen serias falencias orgánicas por parte del Estado en el abordaje del narco como negocio: “Al ser un negocio ilegal los controles del estado deberían estar en la ruta del dinero. En la trazabilidad financiera. Lo cual resulta muy difícil en una economía ilegal. Si se corta ese lucro, se corta el negocio” . 
De todos modos, plantea que el panorama es muy negativo, y agrega un punto clave: “Si solo atacan al eslabón fungible de la cadena de comercialización lo que van a estar haciendo es reemplazar un microtraficante por otro, que va a seguir teniendo el mismo patrón, el mismo jefe”.
Concluye con una reflexión preocupante sobre el problema: “El consumo de drogas es, hoy por hoy, el mayor problema que tenemos como sociedad. Nos está poniendo una venda en los ojos y atando las manos. Nos está sacando como sociedad la posibilidad de desarrollo. Consumir drogas es cruzar una avenida con los ojos cerrados, modifica la percepción de la realidad. Hoy por hoy, somos esclavos de las sustancias”. 

La historia de la casona amarilla: Hay una fuerte sospecha por parte de los investigadores de que la casa dónde se realizó la fiesta electrónica en la que murió Samir Velázquez pertenece al sindicato de los gastronómicos.
En las últimas horas la FPA realizó un allanamiento en la sede del gremio para buscar documentación y poder acreditar la propiedad de ese inmueble.
La casona ubicada sobre el kilómetro ocho del camino a 60 cuadras tiene su propia historia.
Hace varios años, esa vivienda fue propiedad del exfuncionario Herman Olivero.
En el 2002 Olivero fue denunciado por tener esa casa una conexión eléctrica clandestina. Esa causa, conocida como la de los ganchos,fue investigada por el fiscal Pedro Caballero, el mismo que hoy tiene a su cargo la muerte de Velázquez en esa misma propiedad.
Ahora la investigación se va a concentrar en determinar quiénes son los verdaderos dueños del lugar donde se realizó la fiesta electrónica. Tanto los fiscales Caballero como Cornejo mantienen a cuatro personas detenidas e imputadas: Alejandro César Aguirre, Gonzalo Omar Ortiz y Ricardo Marconi acusados de homicidio culposo y de ser los responsables de la fiesta.
En tanto, a Ariel Antonio Carlettini se lo acusa de homicidio simple y ejercicio ilegal de la medicina. Fuentes de la investigación no descartan que haya más imputados en los próximos días.