A 30 años del asesinato del exsenador radical Regino Maders, solo una persona fue condenada. El exintegrante de la temible Dirección de Inteligencia Criminal de la Policía de Córdoba, Oscar Hugo Síntora, recibió la pena máxima como autor material del crimen y nada se supo sobre los instigadores.
La sentencia condenatoria a perpetua se leyó el 17 de junio de 2005, cuando la Cámara Primera del Crimen —integrada por tres jueces técnicos y dos escabinos— estableció que Síntora fue el autor de homicidio “doblemente calificado”, por considerar que hubo alevosía, ya que Maders fue asesinado por la espalda, y porque se trató de un crimen por encargo. El fallo fue ratificado dos años más tarde por el Tribunal Superior de Justicia.
Fueron dos los indicios que lo incriminaron: el arma homicida y el ofrecimiento del crimen por encargo que se hizo en una reunión social.
Esas pruebas sustentaron la orden de detención en julio de 2002, 11 años después del crimen.
En 2019, por su delicado estado de salud, la Justicia le concedió la prisión domiciliaria. Inicialmente fijó domicilio en la ciudad de Córdoba, pero desde hace un tiempo la cumple en Cruz del Eje.
Vive con una de sus hermanas. PERFIL CÓRDOBA intentó contactarlo para una entrevista, pero rechazó el diálogo por consejo de su asesora letrada.
Según pudo conocer este medio, durante todo el tiempo de encierro en el penal de Cruz del Eje y desde hace dos años en los domicilios donde fijó residencia, su conducta fue óptima. Si continúa en la misma línea, el 20 de julio de 2022 podrá acceder al beneficio de la libertad condicional.
Como el hecho por el cual fue condenado es anterior a la ley Blumberg, se aplica la norma más benigna. Y, en este caso, implicará la posibilidad de libertad condicional 20 años después de su detención en 2002.
Su salud, según hicieron saber personas que lo frecuentan, está muy deteriorada. Lo aquejan problemas cardiológicos crónicos y severos que requieren cuidados y seguimiento médico. Está a punto de cumplir 70 años.
“Sigue diciendo que es inocente”, comentaron las mismas fuentes y agregaron un dato más: “Está escribiendo un libro donde contará su verdad”. Y advirtieron que en los últimos contactos telefónicos que tuvieron con él, lo notaron “muy abatido”.
El silencio por temor
Para el exjuez Guillermo Johnson, Síntora guardó silencio todos estos años por temor a represalias en la cárcel.
–¿Síntora nunca se mostró proclive a hablar, a decir más?
–No, nunca, yo creo que tenía miedo. La cárcel es un lugar tremendo, ahí no hay muchas garantías, en un patio, en un pasillo, un puntazo y chau. La cárcel tiene esas reglas y por eso creo que nunca se animó a decir todo lo que sabe.