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CóRDOBA
DELITOS TRIBUTARIOS

Imputada declaró como arrepentida en la causa de facturación apócrifa

En los papeles es directora de Softkey SA y Bornix SA. Vendía su firma por $18.000 mensuales que compartía con una amiga. Investigan si el verdadero dueño es Germán Destéfanis.

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MEGA CAUSA. Por las investigaciones, se produjeron detenciones en diversos puntos de la provincia, como San Francisco. En Córdoba, hubo allanamientos en Colón al 5000. | Cedoc Perfil

El expediente en el que se investiga una millonaria evasión impositiva a partir del uso de facturas apócrifas tiene una imputada que decidió declarar como arrepentida. La mujer, que estuvo detenida y recuperó la libertad, figuraba en los papeles como directora de varias empresas, entre las que se destacan Softkey SA y Bornix SA. En realidad, el dueño sería el empresario Germán Destéfanis, también imputado en la causa por evasión agravada y con prisión domiciliaria.

La línea de investigación, a cargo de los fiscales federales Enrique Senestrari y Maximiliano Hairabedián, salió a la luz a fines del mes pasado. Destéfanis no figuraba como dueño de las empresas porque habría puesto como responsable a su padre, de 75 años de edad, y a la mujer que ya declaró en la causa.

En este caso no se aplica la Ley del Arrepentido porque se trata de delitos tributarios. Lo pidió la defensa por analogía de situaciones, pero los fiscales Senestrari y Hairabedián rechazaron esa posibilidad. No obstante, a partir de los datos que aportó fue posible determinar el mecanismo de captación para figurar como responsable de las empresas sin tener absolutamente ningún poder de decisión ni ser propietaria de acciones.

En su declaración relató que fue solo dos veces a la sede de Softkey, en avenida Colón al 5000. Admitió que recibía una “coima” para estampar su firma en los papeles y precisó que cobraba $18 mil por mes, de los cuales la mitad era para la amiga que la acercó a este grupo de personas.

Su defensor, José Maggi, destacó que se trata de una persona que está enferma, en tratamiento y de la cual “un grupo de personas se aprovechó”. Tiene un claro estado de necesidad. En una causa en la cual se presume estafado al Estado en millones de pesos, a ella le entregaban montos muy bajos. El letrado también señaló que la maniobra de los verdaderos dueños del grupo empresario consistía en buscar gente necesitada para hacerlos figurar como responsables. Esto es lo que detalló la arrepentida a los investigadores judiciales.

“Es una especie de trata de personas, de sometimiento”, puntualizó Maggi al señalar la forma en que la mujer terminó accediendo a la organización.

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GERMAN DESTEFANIS. Fue detenido a fines de octubre y actualmente está con prisión domiciliaria. Investigan varias firmas que le pertenecerían.

Quién es Destéfanis. Según lo que se sospecha en la causa penal, Germán Destéfanis es el empresario detrás de cada uno de los emprendimientos. Fue detenido a fines de octubre cuando se descubrió que había puesto a su padre y a la arrepentida como miembros del directorio de Softkey. La empresa ocupa dos pisos en uno de los complejos de Gama, ubicado sobre avenida Colón al 5050, donde se realizó un allanamiento.

Durante los procedimientos hubo algunas desprolijidades. La Fiscalía había indicado un domicilio en Urca como propiedad de Destéfanis pero el dato era erróneo. Cuando ubicaron la dirección correcta se dieron con que se habían borrado documentos de la computadora secuestrada minutos antes.

Softkey goza de beneficios fiscales porque es desarrolladora de software. Tiene domicilio en la localidad de Hernando pero siempre operó en la ciudad de Córdoba. Está bajo investigación un fideicomiso ciego en el que figura un hijo del empresario, de 18 años. El joven también aparece como dueño de una casa de más de 250 metros cubiertos en el country El Bosque.

En la pesquisa todavía no lograron individualizar sus bienes, entre los que se había señalado un equipamiento náutico.

Uno de los últimos desarrollos que realizó Destéfanis, y que fue noticia, fue una aplicación para la Municipalidad de General Deheza, llamada ‘Yo Deheza Ciudad’. La cuenta de Epec. La imputada arrepentida advirtió que algo sucedía porque en la factura de electricidad emitida por Epec estaba categorizada como ‘grandes clientes’ y en virtud de ello le llegaban facturas abultadas.