El viernes se viralizó en minutos un video que dura 58 segundos, lo suficiente para estremecer por la puesta en escena, el mensaje y las consecuencias que podría acarrear. Se observa a 17 personas, algunas sentadas, otras paradas, todas encapuchadas y con pistolas en sus manos. Quien está en el centro es el que habla y dispara amenazas dirigiéndose a alguien a quien nombra ”Cartonero”.
Le endilga verduguear a un delincuente. “Te metiste con la familia”, señala y continúa: “Están todos identificados, sabemos quiénes son; sabemos cada cosa, cada lugar”. En otro tramo le dice: “No sos delincuente vos. ¿Mafia? La mafia te corta el cogote, la cabeza. Esto es una banda. Te vamos a asesinar hdp”.
Mientras continúan las advertencias, todos pavonean con sus armas, de las que caen balas de grueso calibre. En ámbitos de investigación policial, se interpreta que podría dirigirse a quien torturó a Walter ‘el Toro’ Aguilera, un barrabrava del Club Talleres que recibió una golpiza en la UCA, donde está detenido. También ese episodio había sido filmado y viralizado.
En la Justicia se abrió una investigación. Estaba a cargo de la fiscal de Instrucción Eugenia Pérez Moreno, pero pasó a la fiscalía a cargo de José Bringas. Se procura determinar la procedencia. Desde qué aparato partió el primer mensaje con las imágenes. Gabinetes especializados trabajan en el reconocimiento de la voz del único orador. Desvela identificar quiénes son y si, efectivamente, pertenecen a ‘La Fiel’, una de las facciones de la barra de Talleres.
José Bringas es el fiscal que tiene bajo su responsabilidad el expediente para esclarecer la tortura a la que fue sometido Aguilera.
Ambos episodios generaron preocupación. Este último porque ocurrió puertas adentro de un establecimiento carcelario. El otro, por la contundencia y la factura del mensaje. Se habla de mafia y muestran una logística temeraria.
Si efectivamente está vinculado con la disputa entre facciones de barrabravas, demuestra lo que todos sospechan. Son sectores que tuvieron que reconfigurar el negocio a raíz de la paralización del fútbol por la actual pandemia. Sin canchas con público, dejaron de percibir ingresos por las entradas, estacionamiento y viajes. Y, posiblemente, se volcaron de lleno al delito, con el cual coquetean en forma permanente.
Hay quienes le suman otro factor. Aguilera, el preso que padeció la golpiza, fue uno de los guardaespaldas de Mauricio Saillén, mandamás del Surrbac. Incluso, varios detenidos y barras son personal del Coys municipal. No obstante, fuentes consultadas por este medio desacreditaron que haya un vínculo directo entre ambos episodios y los mandamás del gremio de recolectores.