Nadie mejor que una persona de letras para hallar los hilos que unen la historia; para conformar con ellos una nueva historia, poco contada o incluso no dicha. Ese quizás sea uno de los aciertos de esta nueva edición de la Feria del Libro, que encontró en Norma Morandini a la escritora que trazaría ese hilo conductor entre Argentina y México para poner en pie la trigésima segunda edición de este evento anual.
En un break desde un hotel en Villa La Angostura, donde se encontraba hasta ayer participando de un congreso de derechos humanos, la actual senadora nacional por Córdoba y directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado atendió a PERFIL CÓRDOBA para hablar sobre su rol de curadora en este evento.
¿Por qué México? “Encontré coincidencias históricas maravillosas entre México y Argentina: por ejemplo, la Reforma Universitaria del 18, sobre la que tuvo muchísima influencia la revolución mexicana; de hecho fue Deodoro Roca quien organizó el primer gran homenaje a México cuando lo tenía a Alfonso Reyes como embajador en Argentina”, relata Morandini.
Sucede que desde siempre México ha tenido una práctica muy arraigada: la de contar entre sus embajadores a intelectuales. “Ellos entienden a la cultura como una identidad muy fuerte que promueven y exportan; además de Alfonso Reyes, tienen una larguísima tradición de embajadores intelectuales como Amado Nervo, Octavio Paz o Carlos Fuentes. En cambio, en Argentina esto no ha sucedido porque las dictaduras siempre han tenido desconfianza de los intelectuales”, explica Morandini.
Uno de los temas sobre el que se asienta esta línea curatorial es el de los muros. Metafóricos, literales, que gritan y que se caen. “Creo que me inspiró también esta barbaridad de (Donald) Trump, que amenaza con construir un muro entre los Estados Unidos y México”, asegura. Como contrapartida, están los otros muros, los que pintaron muralistas como Diego Rivera o Rufino Tamayo, encargados de dejar asentada la historia mexicana en edificios y paredes. Muros que hablaron desde el arte y gritaron sus verdades.
A riesgo de escandalizar, como ella misma se encarga de señalar en su texto curatorial, Morandini hace una reivindicación de los articulistas como contadores de la realidad y sostiene que hoy son más útiles los ensayos periodísticos que las novelas: “Tal vez porque me traiciona la periodista que tengo adentro, para entender qué pasa en México es fundamental leer a los periodistas mexicanos que escriben en El País o en otros periódicos, como Jorge Volpi, Enrique Krauze o Jorge Zepeda; porque las novelas se cocinan con el tiempo, como Patria, la novela de (Fernando) Aramburu, que reconstruye lo que pasó con ETA 20 años atrás. En cambio, es el periodismo literario el que le da un aroma a su tiempo, forma opinión y contribuye con el debate público en una democracia”.
En relación con si le quedó algo pendiente en este rol de curadora de la 32.º Feria del Libro y el Conocimiento, señala que “tengo algunas frustraciones porque Volpi dijo que sí, luego (Ángeles) Mastretta también quería venir, pero temas personales se lo impiden. Tuvimos un intercambio de cartas muy interesante con ellos, pero ya no depende de uno sino de imponderables”.
La Feria en datos. La 32.º Feria del Libro y el Conocimiento se realizará entre el 7 y el 24 de septiembre en la Plaza San Martín y el Cabildo Histórico. Habrá también actividades en el Teatro Real, CCEC, Cine Club Municipal, Museo Genaro Pérez, Biblioteca Córdoba, MuMu, Museo Tejeda, Obispo Mercadillo y Museo Sobremonte. Con entrada libre y gratuita, la feria podría visitarse de lunes a jueves, de 11 a 21; viernes y sábados, de 11 a 22; y domingos, de 15 a 22.