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JUNTOS POR EL CAMBIO

La indefinición de De Loredo “tensa” la relación con Juez y agita la interna UCR

Aunque afirmó que ya decidió por el cargo que competirá para 2023, las dudas en su entorno y en el del Frente Cívico, aumentan. En diciembre blanqueará sus pretensiones.

15-5-2022-De Loredo
SIGUE LA RECORRIDA. De Loredo, en La Falda. El diputado sigue recorriendo la Provincia. | CEDOC PERFIL

No fue una semana más para Rodrigo De Loredo. Después de mucho tiempo, pareció dar un paso hacia adelante pero enseguida dio otro para atrás de cara a las elecciones de 2023. En declaraciones recientes, el diputado nacional sostuvo que ya había tomado una decisión respecto a su candidatura. Es decir, internamente ya sabe que competirá por la gobernación o por la intendencia.

Sin embargo, la definición, lejos de traer tranquilidad a las filas del radicalismo (y al entorno de Luis Juez, quien ya está anotado en la carrera para gobernar Córdoba) generó inquietud y un nivel de ansiedad en algunos dirigentes que en muchos casos se trasluce en preocupación.

Hasta ahora, son más las incógnitas que las certezas, alimentadas por el propio De Loredo y su entorno. Para mucho, justificadas. “No tiene sentido que confirme si va a ser candidato a gobernador a esta altura. Sería tensionar al máximo la relación con Juez, que por ahora es muy buena, y mostraría las cartas demasiado temprano”, dice una fuente del radicalismo que no tiene dudas: De Loredo será candidato a gobernador.

¿En qué se basa esa presunción? Varios dirigentes boina blanca del interior dicen en estricto off the récord que el propio diputado les pidió “calma y tiempo”, asegurándoles que antes de fin de año anunciará su candidatura -a gobernador- tal como se lo piden.

“Hay un tema para tener en cuenta: algunos quieren que De Loredo se defina antes de que empiece el Mundial (el 21 de noviembre). Eso está descartado. Ya avisó que va a comunicar la decisión antes de fin de año, bien entrado diciembre”, señala la fuente.

Aunque tampoco es oficial, todos los que rodean a De Loredo (los más cercanos y los no tanto) aseguran “no conocer” la decisión que ya habría tomado el diputado. Sí coinciden en lo que escuchan de boca del hombre de Evolución: afirma “enfáticamente” que no es un año para hablar de candidaturas. Se verá.

Los gestos, para seguir de cerca.  De Loredo no parece incómodo con la situación. Por el contrario, parece disfrutarla. De hecho, el martes pasado, en el programa Voz y Voto cuando confirmó que ya tenía decidido por qué despacho peleará en el 2023 -por el de El Panal que hoy ocupa Juan Schiaretti o por el sillón principal del Palacio 6 de Julio-. pero se quedó allí: no dio ninguna pista más. “Es una incógnita”, dice un correligionario que aprecia a De Loredo pero le exige definiciones.

Otros, en cambio, se la juegan y no tienen dudas: De Loredo será candidato a gobernador. ¿En qué se fundamentan esta posición? Observan que sus equipos técnicos trabajan en una propuesta de rebaja impositiva para la Provincia, algo que a los memoriosos recuerda la campaña electoral de José Manuel De la Sota en la campaña en 1998, a lo que hay que sumar la recorrida que realiza por los principales departamentos de la Provincia, aunque matizada por alguna salida a Córdoba Capital.

De Loredo tiene respuestas: las recorridas y otras acciones tienen que ver con su responsabilidad actual como diputado nacional, aunque esos gestos tienen más semejanza con los de un candidato a gobernador en modo campaña.

El efecto Negri. Siguiendo con el juego de los gestos, que en política no son menores, De Loredo viene manteniendo una serie de reuniones con Juan Negri, el concejal que ya hizo público su deseo de competir por la intendencia de la ciudad de Córdoba. Allí, algunos ven otra actitud muy clara de mostrase juntos -dos hombres del mismo partido- que serán candidatos en tramos diferentes de la boleta electoral.

En el juego de las especulaciones, hay un tema que nadie deja pasar y que tiene que ver con los tiempos que ha decidido manejar De Loredo. Más allá de las tácticas, algunos dirigentes se muestran temerosos en dos cuestiones: por un lado, las actitudes y los tiempos del diputado ponen en alerta a la dirigencia, ya que la espera del candidato hace que corran los tiempos electorales que luego se pueden volver perentorios: en concreto, están quienes dicen que la dilación del joven candidato los puede llevar a un callejón sin salida si a fin de año decide anunciar que no será candidato a gobernador, porque entonces los radicales no tendrán tiempo de buscar a otro candidato en sus filas y no tendrán más remedio que aceptar la candidatura de Juez.

Todo se decide en 2023. El ida y vuelta del diputado quedó de manifiesto el viernes pasado, cuando recorrió Punilla, donde afirmó que “la política hoy está disociada de los problemas de la gente”, y que “hablar de candidaturas es un contra sentido porque la Argentina está pasando por un momento muy complicado”. “Si bien es natural que el radicalismo pida encabezar las listas todo se va a resolver el año que viene”, añadió.

Sin embargo, la comunicación de la recorrida se centró en la necesidad de “formar un gobierno que resuelva los problemas pendientes”, un signo más de su preocupación por las cuestiones provinciales y otra clara declamación de candidato en campaña.