Juan Manuel Cobo debutó el 24 de octubre de 2004 en la Primera de Instituto. Su carrera futbolística indica 289 partidos como profesional, militando en la “Gloria”, Elche de España, Banfield, Olimpo, Arsenal, Quilmes, Argentinos Juniors, Thrasivoulos de Grecia, O’Higging de Chile e Independiente Rivadavia de Mendoza. “Juanma” tiene 33 años y tiene cuatro vueltas olímpicas en su palmarés. Sin embargo, en las últimas semanas vivió situaciones muy alejadas del fútbol profesional.
¿Qué le pasó? Fue estafado, engañado y hasta firmó en un club que una semana después desapareció. En diálogo con PERFIL Córdoba el volante cordobés contó lo que le tocó sufrir en el último mes en aquellas tierras. Una situación que no es exclusiva de él, ya que Cobo se encontró con varios pibes argentinos en una situación similar, entre ellos el ex Instituto Ricardo Chavarri.
Sinsabores. Cobo sufrió en junio una gran pérdida: falleció su papá. Un golpe muy duro. Mientras su padre estaba enfermo tomó la decisión de quedarse a jugar en Córdoba, en Instituto. Habló con el gerente deportivo Diego Klimowizc, y luego con el DT Darío Franco. Le explicaron que no iba a ser prioridad, pero si aceptaba eso, lo sumaban. Aceptó. Pero posteriormente ningún directivo se comunicó, ni le atendieron el teléfono. En el proceso de la tristeza por la muerte de su papá y sumado que en Alta Córdoba le dieron vuelta la cara, optó por irse a Italia.
“Llegué el 1 de agosto a Italia y no la pasé bien. Es para hacer una película”, inicia la narración el futbolista. Y explica: “A través de contactos del fútbol me ofrecieron a venir al ascenso de Italia. Me mandan un precontrato de un club de la Serie D, el Isernia, donde estaban los montos, casa, viajes, todas las condiciones. Me interesó, lo firmé. Tenía el sello del club, las firmas, todo válido. Apenas firmo, me mandan los pasajes. Viajo. Llego a Roma, me van a buscar y directamente me llevan a hacer la pretemporada, sin la revisión médica. Empiezo a entrenar con el equipo, juego los amistosos, lo hago bien y yo preguntaba qué pasaba que no firmaba el contrato. A las semanas, vamos a firmar y era otro contrato, con nada de lo que habíamos acordado. Yo sin hablar italiano y nadie hablaba español. No entendía nada. Números totalmente distintos. No firmé. Me explicaron que había existido un error del representante, ellos habían pedido un mediapunta y ese monto era para un jugador de esas características. A mí me querían, pero no me podían pagar lo acordado”. No firmó.
Engañado
Cobo se estaba por volver a Argentina y apareció un supuesto agente italiano que lo convenció a base de mentiras que se quede en Italia, que le iba a conseguir club. “Ese tipo resultó ser un tranfuga, un chanta. Me mandó al sur de Italia, a un departamento con nueve pibes argentinos de entre 17 y 20 años, que estaban a prueba en diferentes clubes. Les cobraban un montón de euros para esas supuestas pruebas, y los tenían ahí. Me tuvo en ese lugar 20 días, no me pagó nunca un peso y tampoco me consiguió club”, narra. Allí tuvo que hacer de consejero de esos chicos, con problemas con el idioma, tratando de no bajonearse y entrenando sólo.
“Sinceramente no puedo explicar hablando lo que pasé. Fue duro, vivir en condiciones que no me imaginaba. Me tocó vivir la experiencia de esos chicos que la están pasando muy mal, estos chicos no tenían un peso, fue feo”, contó.
Parecía que la mala película había llegado a su fin, ya que al tiempo, a través del futbolista Agustín Díaz, le hizo contacto con un agente que le abrió las puertas en el US Palmese. Firmó el contrato, empezó la pretemporada, fue anunciado oficialmente en las redes sociales. Cobo estaba feliz, la pesadilla había terminado. No obstante, el martes último el presidente de ese club cayó preso por fraude al Estado, le embargaron todos los bienes, entre ellos la sociedad del club. US Palmese se disolvió. ¿Y ahora? “Estoy viendo qué hago, buscando club otra vez”, le narró a este medio, hace unas horas, Cobo desde aquel país. Continuará...
Cordobeses en la Cuarta División italiana
El fútbol italiano siempre es tentador para los futbolistas argentinos. Pero en este último año se ha generado un caso particular, ya que sin contar lo que era la aparente llegada de Juan Manuel Cobo al US Palmese, son 14 los cordobeses que militarán en la Serie D.
Hace unas semanas firmaron Tomás y Matías Grandis junto a Matías Chavarría en el FC Francavilla; y también rubricó su vínculo el ex Instituto Luis Galesio en el Messina. Además, están: Matías Cuffa en Mantova, Nicolás Marín en Legnano Salus, Pablo Garbini en el Savona, Pablo Banegas en Francavilla Calcio, Carlos Biasón en Bitonto, Matías Morales en Fc Francavilla, Gabriel Colombatti en Fasano y Ariel Reinero en Troina.