Las semblanzas de diferentes sitios de la memoria describen a Silvina Mónica Parodi como “estudiante de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba”, “egresada de la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano” y “militante de la Juventud Guevarista (JG) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores/Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT/ERP)”.
Señalan que tenía 20 años y que cursaba un embarazo de seis meses y medio cuando fue secuestrada por una patota de hombres armados en su casa del barrio Alta Córdoba, junto a su esposo Daniel Francisco Orozco, el 26 de marzo de 1976. Y que ambos permanecieron cautivos en el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio ‘La Perla’.
También aluden a su condición de “federada en natación”, referencia que resulta por demás escueta, teniendo en cuenta las casi 200 distinciones -entre trofeos, medallas, plaquetas y diplomas- que ella cosechó durante más de una década como deportista, a nivel local, nacional e internacional.
Silvina Mónica Parodi figura en la nómina de 220 atletas víctimas del terrorismo de Estado en Argentina, relevados en “Deporte, desaparecidos y dictadura”, imprescindible libro del periodista Gustavo Veiga. El capítulo con su historia como nadadora se escribe en esta nota, con la pretensión de hacerla visible y de rendir un homenaje a nuestros desaparecidos.
DESTACADA. Los logros de Silvina fueron reflejados en las páginas de los diarios y en las publicaciones de la Federación Cordobesa de Natación. /// FOTO: CEDOC PERFIL
Una como ninguna
Sonia Torres, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba, atesora como un recuerdo “infinitamente hermoso” el periplo que su hija hizo en la natación, primero representando al Jockey Club y luego al Córdoba Athletic. “Con la humildad que la caracterizaba, siempre se destacó. Ganó muchos premios, hizo varios récords e integró en numerosas ocasiones los seleccionados de Córdoba y de Argentina”, refiere.
“Se esforzaba muchísimo. Estaba en la pileta ocho horas por día y además era muy buena alumna, tanto en el primario (fue abanderada en el Instituto Domingo Zipoli) como en el secundario. Su especialidad era el estilo mariposa, y la verdad es que nadaba como ninguna. Era una diosa”, añade.
"Ella se esforzaba muchísimo. Su especialidad era el estilo mariposa y la verdad es que nadaba como ninguna" (Sonia Torres, mamá de Silvina y presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba).
“En mi casa tengo cuatro carpetas con los recortes de notas que le hicieron a Silvina o que hablan de ella”, apunta Sonia con inocultable orgullo. “Empezó a nadar junto a sus hermanos (Luis y Giselle), porque los llevó su papá. Él era de Entre Ríos, donde a los chicos los tiran al río apenas empiezan a caminar, imagínese”, comenta. Alude a Enrique, su fallecido esposo, quien fue dirigente de la Federación Cordobesa de Natación y secretario de redacción de ‘Natación’, el órgano de difusión de esa entidad.
SILVINA PARODI. Una imagen que recuerda a la nadadora cordobesa, una de las 220 deportistas que fueron víctimas del terrorismo de Estado. /// FOTO: ABUELAS DE PLAZA DE MAYO FILIAL CÓRDOBA
La evolución de Silvina en la pileta quedó reflejada en un curioso editorial publicado en el N°41 de la mencionada revista, en marzo de 1969: “La vimos nadar por primera vez hace cuatro años en la pileta de la Sociedad Hebraica de Córdoba, junto con otras nadadoras del Jockey, cuando la entrenaba el técnico Sandiano… y el padre de Silvina. Corría en infantiles, y la verdad es que aparte del ardoroso entusiasmo que siempre la ha caracterizado hasta ahora, era un desastre. Apenas… no se ahogaba. Pasó luego al Athletic y aprendió a nadar, y hoy es una de las mejores estilistas del país en mariposa, especialidad que tan pocos cultores tiene Argentina”.
“Estaría todo el tiempo hablando de natación. Esto para mí constituye algo mucho más grande que un pasatiempo" (Silvina Parodi, declaraciones al diario Córdoba en febrero de 1970).
“Silvina es mentalmente el ideal de la nadadora”, añade más adelante el artículo. Destaca como principales cualidades de la deportista “su presencia de ánimo, su serenidad y su espíritu ganador” y en el epílogo le augura un futuro olímpico: “No sabemos a lo que llegará, pero sí estamos convencidos que si de ella, de su voluntad depende, la veremos en Múnich 1972”.
TESTIMONIO. “Nadar es algo mucho más grande que un pasatiempo para mí”, decía Parodi luego de ser designada para el seleccionado argentino. /// FOTO: ABUELAS DE PLAZA DE MAYO FILIAL CÓRDOBA
Toda una vida
“Nada los cuatro estilos. Interviene en las tres categorías superiores. Siendo cadete, ya es recordista provincial absoluta en 100 y 200 mariposa… Y tiene tiempo para estudiar inglés, eximirse en todas las materias y escribir”. El 12 de febrero de 1970, el diario Córdoba destacó a Silvina como la cordobesa más joven de la historia en un equipo nacional de mayores.
“En el Sudamericano a los 14 años”, refirió la nota del extinto vespertino, que dio cuenta de la participación de la joven promesa en la vigésima edición del certamen continental, que se llevó a cabo en Lima, la capital de Perú. Entre los 32 deportistas que integraron aquel seleccionado, hubo otros cinco cordobeses: Cecilia Bilesio, Alberto Cellenza, Néstor Pedernera y los olímpicos de México 1968 Alberto Forelli y Armando Boretto.
DOBLE CAMPEONATO. Silvina en el Torneo de Invierno de Buenos Aires 1970, donde logró el primer puesto en 100m y 200m mariposa. /// FOTO: ABUELAS DE PLAZA DE MAYO FILIAL CÓRDOBA.
Pedernera, quien es un reconocido preparador físico de fútbol profesional y actualmente cumple funciones en la Agencia Córdoba Deportes, recuerda a Silvina como “una muy buena compañera” y “una gran nadadora”. “Era una chica respetuosa, calladita, que siempre se preparaba a full. Nadaba en el Athletic y tenía como entrenador a Boris Schlaifer”, puntualiza.
“En la pileta, Silvina mostraba una técnica muy buena, era un fenómeno. Fue campeona provincial y nacional e integró varias veces la selección argentina; y eso significa que algo tuvo”, refiere ‘el Profe’. Representando a Córdoba, Pedernera y Parodi coincidieron como ganadores de la especialidad mariposa, en el Campeonato Argentino de Natación de 1972, que se realizaron en las instalaciones del Club Atlético Rosario Central.
"Silvina tenía una técnica muy buena, era un fenómeno. Fue campeona provincial y nacional e integró la selección argentina; y eso significa que algo tuvo" (Néstor Pedernera, exnadador y preparador físico).
“Estaría todo el tiempo hablando de natación. Esto para mí constituye algo mucho más grande que un pasatiempo, imagínese que casi la mitad de mi vida transcurrió en la pileta”, refirió Silvina en una entrevista que le realizaron antes de su participación en el Sudamericano de Lima 1972.
“Me gusta escribir y mantengo correspondencia con nadadores de todo el país. Eso es otra de las cosas que el deporte me dio: amigos sinceros en todas partes”, comentó sobre sus inquietudes. En la ocasión, también destacó la “real camaradería” y el compañerismo (atributo que sus familiares y conocidos le destacaban) que había entre los integrantes de las diferentes disciplinas en el Córdoba Athletic: “Los fines de semana vamos a alentar a las chicas del hockey sobre césped o a los muchachos del rugby. Todos formamos una gran familia y eso es muy lindo”.
“INFINITAMENTE HERMOSO”. Así define Sonia Torres, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba, el recuerdo que atesora sobre la carrera deportiva de su hija. /// FOTO: ABUELAS DE PLAZA DE MAYO FILIAL CÓRDOBA
El amor es más fuerte
Sonia Torres cuenta que en el Córdoba Athletic hay un cuadro que recuerda a su hija como deportista destacada de la institución, que siempre la invitan de la Escuela Manuel Belgrano, en cuya pileta Silvina se perfeccionó como nadadora, y alude al convenio vigente entre los organismos de derechos humanos y el Club Atlético Belgrano.
Destaca esos hechos como “avances” del deporte respecto a la postura asumida ante la última dictadura militar de nuestro país, más allá de que aún queden deudas por saldar. Una de ellas es el homenaje que la Federación Cordobesa de Natación nunca le hizo a quien fue una de sus mejores exponentes en los albores de la década del 70.
“En Abuelas de Plaza de Mayo trabajamos desde el amor. Todo lo que pasó fue muy doloroso, muy desgarrador, pero no lo ponemos como algo principal en la agenda de la sociedad. Desde hace 47 años trabajo todos los días para reivindicar a los familiares que ya no están, a mis hijos Silvina y Daniel, y encontrar a los que todavía nos falta recuperar. Uno de ellos es mi nieto, que nació el 14 de junio de 1976 y sé que es un varón. Me siento muy acompañada en esa lucha. Sin ir más lejos, el año pasado hubo 80 mil personas en la marcha por la memoria, la verdad y la justicia”, destaca.
CONVENIO. A fines de 2021, Belgrano ratificó su compromiso con la búsqueda de los nietos que faltan y la capacitación en derechos humanos. /// FOTO: PRENSA BELGRANO