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SHOW EN CÓRDOBA

La revolución silenciosa de los bailes de la mano de Carli Jimenez

Es el responsable de “Universo Jiménez”. Cambió las noches en el Sargento por mega festivales con artistas internacionales con su padre como anfitrión. Apuesta a seguro para mantener el legado cuartetero. Reclama un estadio como el Orfeo y pide leyes ordenadoras para producir más espectáculos.

Carli Jiménez, Universo Jiménez
Carli Jimenez a solas con Perfil | Perfil Cedoc

Sin buscarlo ni desearlo, se bajó de los escenarios. Se sacó la ropa de artista y comenzó a vestir elegantes trajes. Cambió los colores por grises y marrones neutros, camisas blancas, chalecos oscuros y zapatos. Hasta puso en pausa, sin abandonarlo del todo, su hobbie por el fisicoculturismo. 

La pandemia obligó a reconfigurar el negocio familiar. A la fuerza. Además todo estaba montado sobre Carlos Jiménez, la “Mona”, un artista de 72 años que todos los fines de semana realizaba cuatro presentaciones en el estadio Sargento Cabral. A su edad, el cuerpo le demandaba más tiempo poder recuperarse y los inviernos eran terrorìficos, con fuertes cuadros de neumonía.

Ahora lleva adelante “Universo Jiménez”, una productora de eventos con carácter internacional desde sus oficinas en el Cerro de Las Rosas. Demanda un nuevo Orfeo, un espacio para albergar a shows que ya no tienen lugar en Buenos Aires. “Córdoba puede capitalizar todo lo que no tiene lugar en la capital, es una pena que no tengamos un Arena en nuestra ciudad”, se lamenta.

El principio

La familia debía hacer algo, primero para cuidar a su padre y segundo, para asegurar el legado musical y cultural del artista. 

Carli Jiménez tiene 42 años, hace menos de dos años comenzó a unir todas las necesidades. Era uno de los pocos, dentro del seno familiar, que podía hacer la transición generacional de un negocio que fue exitoso por más de cinco décadas, pero podía llegar a terminarse.

Creó “Universo Jiménez”, una empresa que se inició con la transmisión del primer baile por streaming para 90 mil personas, y ahora llena estadios con artistas internacionales, entre ellos Ricky Martin. Su fin es convertir al cuartetero más importante de la historia en un mito viviente, una leyenda. Que sea el anfitrión del mundo artístico en nuestra provincia. 

Sin cambiar, sin modificar el ambiente y los lugares que lo llevaron a ser lo que es, Carli tiene un sueño mayor: llevar al cuarteto a otra dimensión de la mano de su empresa y del equipo que lo rodea.

JB: Estás cambiando los bailes, de a poco. ¿Cómo te imaginás un show en el Sargento en los próximos años?

Carli Jiménez: Me gusta la idea de que se siga llamando baile, nosotros queremos por ahí intentar ser respetuosos de la palabra. El baile es el lugar, es la comunión, es el Sargento Cabral, es El Estadio del Centro, son los lugares que son tradicionales y característicos. Que no soportarían un cambio como lo que hemos hecho. 

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Un baile en los próximos años me lo imagino con una buena gastronomía, distintos espacios con distintas experiencias, sonido envolvente, pantalla tridimensional, realidad aumentada. Ya se viven en algunos eventos masivos tiene una experiencia tridimensional. 

Construir Futuro

Pese a la sorpresa de muchos, Carli entiende que esto será un proceso. Demandará que muchas cosas se acomoden. Algo similar como su ascenso. “Hacer el primer streaming con mi viejo no fue fácil, nadie me entendía cuando lo planteaba y llegamos a tener más de 90 mil conectados la primera vez. La “Mona” es, hasta ahora, el artista argentino con la mayor cantidad de conectados en un show. Esos nuevos hitos alimentan a mi viejo”, describe Carli. 

Esos “shows” hicieron un click, por lo menos en la manera de pensar en el hijo de Jiménez. Ahora dejaba de hacer un show para cordobeses y se confirmaba que la “Mona” es un artista federal. Había que duplicar la apuesta, la pandemia llegaba a su fin. 

JB: Los bailes online fueron exitosos en la pandemia y de ahí le lanzaste al primer Bum Bum. 

Carli Jiménez: El primer cambio fue la cantidad de personas. Eran como 90 mil que habían pagado su entrada. Me dije ‘esto es lo que va a pasar el día que volvamos’. Todos decíamos ‘el Mona Kempes’. Mi vieja, la manager de Carlos y su productora, decidió abrirse y darme una cuota de confianza. 

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JB: Tenías alguien para charlar y soñar dentro de las personas que rodean a Carlos…

Carli Jiménez: Los que trabajan en la oficina son todos contemporáneos a la Mona, yo no me tomaba las atribuciones de tomar el timón. Era una responsabilidad, yo hasta ahí era un empleado más, cantando. Yo la pasaba bien, estaba de gira, si salía mal algo no era mi culpa. ¿Cómo íbamos a cambiar un formato exitoso por más de cinco décadas? Era cambiar el comportamiento de consumo de varias generaciones. Era instalar un producto sin demostrar la deficiencia de salud de mi viejo. 

La gente comenzó a cuestionarlo “Queremos los bailes”. Pero yo estaba convencido que el camino era por otro lado. Mira que hicimos el primer Bum Bum en medio de la omicron. Empezamos vendiendo muy bien, y al cuarto día de ventas sale (Juan) Schiaretti a decir que “Córdoba no es segura”. Teníamos el hipodrómo contratado, 200 metros de barra, dos escenarios, Los Caligaris, Damas Gratis, L-Gante, Karina. ¡No te puedo creer! perdimos plata, nos llovió la segunda noche. Tuvimos que reintegrar el dinero a la gente de ese espectáculo. Mi viejo comenzó a dudar, mi vieja con su personalidad, comenzó a demandar algunas cosas. Me comía manotazos por todas partes. Le dejé de dar bola a todo el mundo y me focalice en lo que veía. La tranquilidad para poder bancarme las críticas era que cuidaba la salud de mi viejo. 

JB: Pero veías otra cosa ¿qué era?

Carli Jiménez: En Lollapalooza lo disfrutaron. El comportamiento en las plataformas como Spotify. Ya no hay discos, sino temas. Ahí se escucha todo mezclado, no importa el género. Yo estaba convencido de que eso se iba a trasladar a los shows. Lo veía en fenómenos a nivel mundial, ya no eran festival de pop, de trap, de rock, ya se comenzaba a mezclar todo. Acá tenemos un género musical que es un fenómeno mundial, que superó embestidas de géneros que vienen con todo, como el reggaeton, el rock, el trap, desde la bachata, el cuarteto continúa siendo lo más convocante. 

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Comenzar a gestionar, gerenciar

Usar trajes y vestir como empresario es una obligación para Carli. “Cuando comencé a salir a vender o conseguir habilitaciones municipales me dí cuenta que me tenía que poner el saco. Pedía habilitaciones para 20 mil o 40 mil personas. Sentarme con las empresas a las que les propusimos llevar el nombre de la Mona Jiménez, como Branca diciendo que si, fue una pelea porque le teníamos que explicar que nosotros nos basamos en un legado cultural y social, que tiene perseverancia, resiliencia. Tenía que dar seguridad y confianza. Yo no puedo responder por “la Mona” pero sí puedo hacerlo por mi y por mi empresa, que es Universo Jiménez. Que se nutre de todo el legado cultural y que va por este camino. Yo pongo la cara.

JB: ¿Cómo llegas a Maria Becerra, a Ricky Martin?

Carli Jiménez: Se van dando las situaciones. Cuando se va armando una agenda de eventos y de costos, todo se acomoda. En enero tenemos el Festival Bum Bum, en febrero tenemos en Villa María la noche internacional, después en mayo, el primero, El Baile Más Grande del Universo, en junio El Festival Nacional del Cuarteto que cae en el aniversario, en julio el Día del Amigo en Forja, tenemos shows programados para septiembre, en octubre tenemos Halloween, y así. Tenes todo anualizado. Quien es el proveedor que hace las estructuras, entonces nos reunimos para cerrar el año y vamos viendo. Ya no es tan difícil producir un Ricky Martin. Sabemos lo que es meter 60 mil personas en el Kempes, entonces, artistas de 500 mil o un millón de dólares no es tan inalcanzable. 

 

El Orfeo se extraña mucho

Córdoba, gracias a la creatividad empresarial de Euclides Bugliotti construyó un estadio que es envidia de todo el continente. Pero hoy está cerrado. La demanda de show en vivo dejó a la ciudad sin un lugar para albergar a artistas internacionales o eventos que no pueden depender del factor climático. Hoy la ciudad mira con tristeza las puertas con candado de la mole que se erige muda sobre la Rodríguez del Busto.

JB: ¿Hoy un Orfeo le serviría a “Universo Jiménez”?

CJ: Cien por ciento. El Kempes es nuestro Arena, es nuestro venue, pero tiene una limitación que es el clima. Desde Abril, mayo, junio hasta septiembre no podés hacer muchos eventos porque te morís de frío en el Estadio Córdoba. El Orfeo era un lugar reconocido mundialmente. Venían desde Metallica hasta Babasónicos, artistas que tocaron por todos los estadios de latinoamérica y decían que era lo mejor del continente. Y que encima tenes un dueños que puede adjudicarse ser el desarrollador conceptual e ingeniero de ese lugar. Pía Arrigoni y Cristian Agustinoy nos decían que Bugliotti estaba en todos los detalles, de cómo poner las butacas de cómo iban a ser los baños. Qué pena que para él no lo tome como un hijo propio, que cada vez que sale del Dino lo vea ahí cerrado y que no le genere una tristeza. Entiendo también la cuestión comercial, y él no fue un hombre de la industria del entretenimiento. Y cada vez que el Orfeo abría sus puertas dejaba de vender en su negocio porque se colapsaba la playa de estacionamiento. Es duro pensarlo desde los números. 

JB: ¿Hiciste un ofrecimiento por el Orfeo, ofreciste comprarlo?

CJ: Si, nos sentamos tres veces. (Bugliotti) Es un personaje que yo respeto un montón, por lo que hizo y por lo que sigue haciendo. Cuando te dice que no, de la manera tan determinante como lo hace, no tiene sentido intentar convencerlo. 

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JB: ¿Y con el nuevo Arena?

CJ: El proyecto está. Nosotros hemos aportado desarrollo arquitectónico, desde todo lo que es las medidas que hoy tienen de habilitación municipal, hemos aportado todo para hacerlo viable. Comercialmente también, hemos acercado muchas propuestas.El proyecto ha crecido, en ese masterplan que es un desarrollo faraónico. El Arena ha quedado chico dentro de eso todo .

Todos los que somos productores de espectáculos (Tahier, BNP, Palazzo) tener un Arena ahí nos va a beneficiar. La predisposición nuestra para seguir aportando conocimiento para que sea bonito y funcional, está firme. Se pueden cometer errores, que al hacer algo lindo pero luego cuando tenés que adaptarlo a la logística puede quedar poco funcional. Por el momento avanzamos de esa manera, con ese knowhow.

JB: Luego de tantas polémicas por el estado del campo de juego luego de los shows, ¿insistís con el Kempes?

CJ: Para mí el Kempes va a seguir creciendo. El nuevo gobierno ve con buenos ojos para usar el campo de juego para los eventos. Estamos a una hora de viaje de la ciudad número nueve como mejor calidad de vida en materia cultural, y la número uno en latinoamérica como es Buenos Aires. Y eso también tiene una repercusión que tenemos que capitalizar. La cantidad de espectáculos en la capital está limitada por la cantidad de lugares. Entonces comienzan a derivar a otros lugares. Se quedan sin fecha o sin estadios. Entonces, en Córdoba podemos usar el kempes para esos lanzamientos o presentaciones de artistas nacionales. Córdoba deben convertirse en punto de encuentro

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JB: Las experiencias fueron malas

CJ: Si, pero no estaba la tecnología para hacerlo y se tomaron malas decisiones como fue hacer la pista de rally. Hoy los coverfield que se venden a nivel internacional te permiten hacer un evento con 40 mil personas en el campo de juego y a las 48 horas un partido de fútbol con el campo de juego impecable. Hoy el kempes no tiene buena gastronomía, no tiene Vip, no tiene un buen servicio de estacionamiento. Creo que hay que avanzar en esos frentes. La industria del ocio y del entretenimiento repercute en la hotelería, la gastronomía. Hay muchos turistas que vienen a recorrer la ciudad cuando hay espectáculos. 

Que le falta a Córdoba para fomentar más shows

Carli Jiménez es una persona que ha tenido la oportunidad de recorrer el mundo, tanto siendo turista como empresario. Eso le permite entender que ordenanzas o leyes se pueden sumar para mejorar la producción y control de espectáculos. 

“En Buenos Aires para producir un show tenés que tener domicilio como productora. Luego, hay una mesa especializada en espectáculos. Ahí le decis qué querés hacer, la misma municipalidad te ofrece una carpeta con proveedores homologados para la cantidad de gente de tu show. No es lo mismo hacer un evento para mil que para 40 mil, son deportes distintos. En Córdoba deberíamos ir con proveedores homologados, no tenemos ese desarrollo”, demanda Jiménez. 

JB: El Sargento y otros estadios hoy están con inconvenientes para conseguir habilitaciones municipales y poder operar…

CJ: Hay lugares en donde se le dió vida al cuarteto que hay que ciudar y no castigar. Hay que darle una categoría distinta. Para que funcionen con medidas de seguridad pero que funcionen. No se puede demoler y hacer de nuevo. Se van a sepultar los lugares en donde nació el cuarteto.

Carli Jiménez ya se ganó una silla dentro de la mesa de productoras de eventos y show internacionales dentro de Córdoba y es un nombre que comienza a pisar fuerte en el país. Tiene todo su año con acciones que buscan, desde adentro, haciendo un balance entre la tradición y los nuevos tiempos, jerarquizar la música cordobesa para mantener el legado de la “Mona” Jiménez. 

Hoy es todo un empresario, que da pasos firmes, rodeado de los mejores, para que la llama del cuarteto no se extinga y logre iluminar al país.