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CóRDOBA
El humor al poder

Los extremos sean unidos

1-11-2020-Logo Perfil
. | CEDOC PERFIL

En estos días me he cansado de buscar en Google Maps la tan mencionada ancha avenida del medio, pero no figura en ninguna parte. Será por eso, tal vez, que como nadie la encuentra, la gente opta por las colectoras y se aferra a posiciones extremas como trapecista al columpio. Entonces encontramos de un lado a los que aseguran que ir a clase es más importante que respirar, y del otro lado a los que porfían que el retorno a las aulas es tan letal como Mel Gibson con un arma en la mano. Unos afirman que tenemos que encerrarnos en casa, ponerle candado a las puertas y tragarnos la llave, en tanto que otros están convencidos de que el Covid es un invento de Greta Thunberg para que no salgamos a contaminar el medio ambiente.

Las teorías conspirativas más descabelladas encuentran oídos atentos, al igual que profecías insólitas como las que anticipan que caerá un meteorito gigante, que la inflación va a ser contenida o que el Chiqui Tapia va a armar un torneo con un fixture razonable. Lo peor no es que estos bolazos circulen por las redes sociales, sino que sean fogoneados por los medios de comunicación y hasta por los propios dirigentes políticos, quienes no dudan en replicar cualquier dato que los favorezca, sin constatar que la fuente sea la Organización Mundial de la Salud o la Universidad Popular de la Ínsula Barataria.

En esos tironeos entre posiciones antagónicas se han visto involucrados en las últimas jornadas el gobierno nacional y los estados provinciales, después de que Alberto Fernández anunciara mayores restricciones ante el avance de la segunda ola. Uno de los que opuso resistencia fue el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien defiende a la educación presencial con entusiasmo sarmientino y con obstinación ídem. La disputa ya se ha judicializado, de idéntico modo que otras tantas cuestiones en este país, como el paradero de la madre de Luis Miguel, los tuits de Mauricio Macri, el casamiento del hermano de Leandro Penna o el baile de L-Gante en Villa del Totoral.

En Córdoba, mientras tanto, en ámbitos de la salud pública corrió la versión de que se estaría realizando un adiestramiento especial para un grupo de enfermeros de élite que saldrían a la caza de mayores de 60 años sin vacunar y, tras darles alcance, les encajarían la Sputnik y los llevarían de retorno a su hábitat natural. Aunque esta especie no tuvo confirmación oficial, jóvenes libertarios estarían dispuestos a defender a sus abuelos del “estado pinchador”, colocándoles en sus brazos armaduras de metal a prueba de jeringas.

Con el radicalismo cordobés regresando a la calma tras su interna interminable, es ahora el PJ cordobés el que se sacude como un hervidero, donde la unidad parece tan inalcanzable como un matambre de ternera. Y es que el gobernador Juan Schiaretti fue otro de los que se negó a adoptar en su jurisdicción las medidas que el presidente impuso en el AMBA, lo que tensó aún más una relación que desde 2019 ha tenido más altibajos que la de Rachel y Ross en “Friends”. Como espejo de sus respectivos referentes, el Frente de Todos y Hacemos por Córdoba tienen tantas posibilidades de ir en una alianza en las próximas elecciones legislativas, como Ricardo Arjona de ganar el premio Nobel de Literatura.

En este sentido, la postal de la semana fue el ministro de Obras Públicas de la Nación Gabriel Katopodis recorriendo una planta potabilizadora que se construye con fondos federales y sacándose fotos con Carlos Caserio y Gabriela Estévez, al mismo tiempo que Schiaretti inauguraba un puente junto a Alejandra Vigo y Martín Llaryora. “Sólo faltaba que Ramón Mestre descubriese una placa en la Casa Radical, que Aurelio García Elorrio asistiera a la bendición de una capilla o que Luis Juez donase un kit de grifería al consulado de Ecuador”, me dijo un colega en tono irónico. Por más que la pandemia arrecie, el año electoral empieza a exigir que todos muestren sus cartas. Y el as bajo la manga que tendría el PRO es Gustavo Santos, si bien algunos en Juntos por el Cambio observan esta jugada… con cara de póker.

(*) Sommelier de la política