El Laboratorio Central se convirtió, desde el comienzo de la pandemia, en uno de los puntos neurálgicos en la lucha contra el Covid-19 en Córdoba. En las últimas semanas sumó una nueva tarea: secuenciar las muestras positivas de viajeros procedentes del exterior para detectar las nuevas variantes de preocupación, principalmente la P1 (Manaos) y la B.1.1.7 (Reino Unido).
Gonzalo Castro es el responsable de biología molecular del Laboratorio y uno de los integrantes del equipo que se encarga de identificar a las nuevas cepas de coronavirus que ingresaron a la provincia, equipo que se completa con Paola Sicilia, Viviana Ré y María Belén Pisano, profesionales que representan al Laboratorio Central y al Instituto de Virología Vanella, de la Facultad de Ciencias Médicas (UNC).
“En el Laboratorio estamos con mucha demanda, principalmente de diagnóstico. Nuestro equipo se encuentra vigilando que las variantes que llegan por viajeros del exterior no empiecen a circular de manera comunitaria”, comentó Castro en diálogo con PERFIL CÓRDOBA.
La aparición de estas nuevas cepas aceleró los tiempos y se empezaron a analizar muestras de viajeros procedentes del exterior. En los próximos días se ampliarán los estudios y comenzarán a secuenciar en las ciudades y localidades del interior que más casos registren. “Con el correr de los días empezamos a caracterizar las variantes de los viajeros que provenían del interior. En la próxima semana se empezará a hacer este tipo de estudios en pueblos donde se estén generando una mayor cantidad de casos, allí podremos estudiar cuáles son algunas de las variables que están circulando”.
Adaptación. Muchos de los estudios que realiza el Laboratorio Central desde que comenzó la pandemia, son adaptaciones de otros análisis que ya se realizaban en la etapa prepandémica. Basándose en el conocimiento de los profesionales pudieron adaptarse para dar batalla al Sars Cov-2. La secuenciación genómica es uno de ellos: “Esta técnica se utilizaba para evaluar la resistencia de los pacientes que conviven con virus de VIH a algunas drogas que se les suministraban. Son técnicas artesanales, por llamarlas de alguna manera, que llevan dos o tres días de procesamiento hasta tener un resultado y son bastante laboriosas. Por tal motivo no se pueden procesar masivamente”, explicó.
Qué se encontró. Hasta el momento, los profesionales no encontraron circulación comunitaria de las cepas más preocupantes. “En aquellas personas que vuelven del exterior estamos encontrando la cepa de Reino Unido y la de Manaos. También las encontramos en sus contactos estrechos. Por el momento no hemos registrado circulación comunitaria. La semana que viene, cuando empecemos a hacer evaluaciones en localidades con mayor número de nuevos contagios, veremos qué encontramos”.
Frente a la consulta respecto a qué ocurrirá en caso de que alguna cepa comience a circular de manera comunitaria, Castro fue contundente: “Pasaremos a buscar otra cosa. Probablemente tengamos que mirar para otro lado y empezar a buscar otras mutaciones del genoma. Hay una nueva probable variante que nos informan de Brasil, combinación de variantes de Manaos con la del Reino Unido, esperemos que esto no sea así porque hablaría de una velocidad de cambio bastante rápida”, completó el profesional del Laboratorio Central.
Qué es una ‘variante de preocupación’ del Sars Cov-2
Debido a que el Sars Cov-2 muta constantemente y cada país probablemente tenga sus propias cepas, se denomina “variantes de preocupación” a aquellas de mayor peligrosidad. La Organización Panamericana de la Salud define como variante de preocupación a aquél la que “está asociada con aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de Covid-19; aumento de virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad, o disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o del diagnóstico disponible, vacunas o terapias.