La confirmación del adelantamiento de la fecha de la elección a gobernador para el próximo 12 de mayo sacudió la semana política y dejó la pelota en cancha de Cambiemos. Cuando se conoció la noticia a lo único que pudo atinar la coalición, fue poner la fecha límite para la definición del rival que tendrá Juan Schiaretti cuando vaya en busca de su reelección.
“Ahora el problema es de ellos que van a tener que hacer política en serio”, reconoció a PERFIL CORDOBA uno de los referentes legislativos que tiene el peronismo. Otra fuente de la Unicameral admitió además que la jugada no se supo hasta último momento.
“Se conocía el adelantamiento sí, pero no podía trascender la fecha porque si sale más allá de los límites de una mesa chica se puede filtrar rápido”, agregó.
De la manera que sea, en el peronismo tratan de argumentar de cualquier forma por qué modificaron dos veces en un mismo período legislativo el código electoral.
Los razonamientos van desde el panorama nacional, con un electorado que creen estará sumergido en la vorágine de las alianzas que se darán en las Paso -la fecha límite para presentar candidatos de cara a las Primarias será el 22 de junio-; y otros de mayor impacto propio: por ejemplo, que la crisis castigue con más dureza a la provincia.
Quiénes sabían. Los primeros en recibir el llamado de Schiaretti fueron, lógicamente, las espadas legislativas que tiene el oficialismo en la Unicameral: Oscar González y Carlos Gutiérrez. Junto a ellos, el otro con el que se comunicó el gobernador fue con el presidente del partido en la provincia, el senador Carlos Caserio. Hombre cercano en el Congreso al líder del PJ Federal en ese ámbito, el rionegrino Miguel Pichetto.
Las dudas surgen en torno a las otras llamadas y avisos que dio Schiaretti antes que sus legisladores lo anunciaran el miércoles por la tarde. Se confirmó que el único integrante local de Cambiemos que supo de antemano la estrategia fue el intendente Ramón Mestre, a quien el PJ cordobés elige para subir al ring.
Pero donde se generan distintas versiones, es sobre si los funcionarios nacionales sabían o no del adelantamiento de la fecha de elección a gobernador. Un operador del PRO se animó a confiar a este medio: “Schiaretti no es un outsider de la política. Hace 20 años que están en el gobierno y saben moverse. Aparte, convengamos que a (Mauricio) Macri no le debe disgustar mucho una elección provincial alejada de la presidencial”.
Los socios locales de la coalición ponen siempre el foco en la relación de Schiaretti con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, bajo cuya órbita está todo lo referido a lo electoral. Por lo tanto, algunos no se animan a desmentir que esto haya ocurrido.
El panorama nacional. El escenario que se vivirá en el país con el año electoral fue otra de las cuestiones que el PJ miró antes de mover la fecha. Sin un candidato fuerte a nivel nacional dentro del peronismo federal, y buscando no caer nuevamente en la polarización de los últimos comicios, con un escenario dividido entre Macri y Cristina Kirchner, Schiaretti quiere no caer nuevamente en esta disyuntiva.
Los cordobeses de Cambiemos, en tanto, van a insistir con vincular al gobierno provincial con las maniobras del kirchnerismo y eso será parte seguramente de la acalorada sesión que se vivirá el miércoles en la Unicameral.
No obstante, y retornando al mapa nacional de las elecciones del año próximo, en el PJ Federal celebraron la decisión del adelantamiento. Al punto que la noticia tapó en algunos medios el anuncio que el espacio hizo sobre su lanzamiento para el 18 de diciembre.
La proyección nacional de Schiaretti es otra de las aristas. El PJ local en este sentido está dividido entre aquellos que la descartan, los que van un poco más allá y dicen que definieron fecha no candidato -aunque insistan con que el plan A es la reelección del gobernador-, y los que creen que un buen resultado provincial lo pone en un rol de armador dentro del peronismo que bloquea a la expresidenta.