Hubo festejo anoche en el Kempes. Los 30 mil hinchas albiazules celebraron a más no poder el triunfo 1-0 ante Defensa y Justicia, que lo consolida como escolta del líder Boca Juniors y lo posiciona más cerca del sueño de volver a la Copa Libertadores de América después de 17 años. Esta vez le tocó sufrir, quizá más de lo esperado. Por eso el griterío tuvo mucho de desahogo.
Talleres salió a imponer condiciones con el libreto de siempre: laterales adelantados, centrales bien parados como para disipar cualquier sorpresa indeseada y “el Cholo” Guiñazú como faro como para “marcar la cancha” y señalarles a todos que el partido se iba a jugar predominantemente en campo visitante. El capitán albiazul también aportó la primera estocada ofensiva, la referencia de hacia dónde la “T” debía jugar de mitad de cancha hacia adelante para encontrar el desequilibrio y el resultado. Hasta ahí, todo a pedir del equipo de Frank Darío Kudelka.
Los dilemas comenzaron cuando los albiazules debían cambiar de marcha y apretar el acelerador. Por momentos faltaron ideas y sobraron pelotazos. Algunas corridas del pibe Cristian Ojeda y un par de centros en busca de la cabeza del uruguayo Santiago Silva no resultaban suficientes como para incomodar a un Defensa y Justicia que trataba de aguantar en sus dominios y capitalizar algún desacople cuando lograra meter la pelota en el área local. De ese modo casi saca provecho en el primer contragolpe, cuando Ciro Rius quedó en inmejorable posición para convertir, primero ante el “1” albiazul y después frente al cierre desesperado de Quintana.
A falta de extremos -Talleres atacó muy poco por las bandas-, Juan Ramírez se fue convirtiendo en la opción excluyente para la generación de juego. El mediocampista tuvo un par de apariciones desequilibrantes y fue él quien aprovechó una “cortina” de Silva para meter un derechazo junto al palo izquierdo del arco custodiado por Unsaín, cuando se jugaban 29 minutos del primer tiempo y la impaciencia invadía al Kempes.
Le faltó otra clarita a Talleres para definir el partido antes del descanso, y eso lo condicionó en el arranque del complemento, cuando “el Halcón” se decidió a levantar vuelo en busca de la hazaña. El primer sofocón duró muy poco, afortunadamente para la “T”. La taba otra vez se dio vuelta cuando Olaza y Leonardo Godoy volvieron a mirar el partido hacia adelante y Joao Rojas lució más activo. Entonces Talleres se pareció más al que suele ser. Igualmente, sin claridad ni profundidad, tuvo que sufrir para soltar el festejo y sumar otros tres puntos vitales.
Bajo la lupa
Bien. Juan Ramírez fue el jugador más valioso que Talleres mostró de mitad de cancha hacia adelante. Sin mucha compañía, se las ingenió para desequilibrar.
Más o menos. Un par de desacoples defensivos, en el primer tiempo, le hicieron pasaron algunos momentos de zozobra innecesarios al arquero Herrera.
Mal. En algunos pasajes del partido Talleres se repitió en jugar al pelotazo y eso hizo que su juego se tornara previsible para el adversario.
Síntesis
Talleres (1): Guido Herrera; Leonardo Godoy, Juan Cruz Komar, Carlos Quintana y Lucas Olaza; Fernando Godoy, Pablo Guiñazú (c) y Juan Ramírez; Cristian Ojeda, Santiago Silva y Joao Rojas. DT: Frank Darío Kudelka
Defensa y Justicia (0): Ezequiel Unsaín; Nahuel Molina, Alexander Barboza (c), Lisandro Martínez y Christian Almeida; Tomás Pochettino, Mariano Bareiro y Leonel Miranda; Ciro Rius, Nicolás Fernández y Horacio Tuanovich. DT: Juan Pablo Vojvoda
Gol: PT, 29m Ramírez (T).
Cambios: ST, inicio, Fernando Elizari por Pochettino (DyJ); 8m Fernando Márquez por Fernández (DyJ); 19m Aldo Araujo por Ojeda (T); 27m Fabián Bordagaray por Rius (DyJ); 34m Nicolás Giménez por Rojas (T).
Amonestados: Quintana (T); Fernández, Barboza (DyJ).
Expulsados: ST, 36m Silva (T); 42m Martìnez (DyJ).
Cancha: Estadio Kempes (local Talleres).
Árbitro: Facundo Tello.