La segunda gestión de Ramón Mestre al frente del municipio capitalino estuvo atravesada por los constantes conflictos entre el Ejecutivo y los gremios. Principalmente, con el de los empleados municipales conducidos por Rubén Daniele. Sin embargo, en un año y medio de asambleas, acusaciones y reclamos de uno y otro lado, el pase a planta de los empleados, como así también la incorporación de becarios, monotributistas y el incremento de las horas extras, no se detuvo.
Durante este año, el foco del conflicto estuvo puesto en la publicación de los datos personales por parte del Ejecutivo.
Esto desembocó -empujado también por el conflicto con UTA y los delegados- en un pedido de consulta popular que el mestrismo intentó impulsar en las Paso de agosto y que tras la decisión de la Justicia tuvo que desistir. Peleando ahora con la posibilidad de que ingrese en la parada electoral de octubre, pese a que la oposición sostiene que se trata de una herramienta de campaña del mestrismo.
En mayo pasado, y en medio de la discusión por los nombres para las listas de los candidatos a las legislativas, la Municipalidad decidió por primera vez hacer públicos los datos personales de los empleados. Desde ese momento, el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Suoem entró en un escenario que incluye además instancias judiciales y que puede agregar precisamente en ese terreno, una nueva denuncia contra el Secretario General del municipio, Daniel Arzani, por el pedido o no de autorización a la realización de asambleas por parte del gremio.
Los ingresos no se detienen. A pesar de esta situación constante de tensión entre el Ejecutivo y los empleados con un municipio paralizado, la planta no paró de crecer. Según datos del Tribunal de Cuentas, desde que comenzó la segunda gestión de Mestre en 2015 a la fecha ingresaron 376 becarios, 118 monotributistas, se firmaron 159 contratos bajo el artículo 09 y 803 bajo el 08 del estatuto del personal. Estos dos últimos, corresponden a los conocidos como “contratados” que, tarde o temprano, terminan formando parte de la fisonomía del municipio.
En el último año y medio, el Ejecutivo le encontró la vuelta a los ingresos y fue así que se nombraron becarios que luego de rendir los concursos pasaron a planta. De hecho, hace dos años y en plena campaña por la reelección, Mestre y Daniele firmaron un acuerdo en el que el municipio se comprometía a que ingresaran 2400 empleados a planta en tandas de 600. Y una demora en la última selección produjo una de las multitudinarias asambleas de este año.
A esto se suma otro dato: las horas extra. De acuerdo a lo que sostiene Tomás Méndez desde el bloque Movimiento ADN, el incremento en este rubro también corresponde a otra parte del acuerdo entre Mestre y Daniele. “Hay una contradicción en este ‘enfrentamiento’. En el 2015 una hora extra se pagaba $189, en 2016 pasó a $225 y este año se abona $354. Y en 2015 al Suoem les pagaron 86.762 horas extra, en 2016 329.000 y este año más. Solo en este rubro, Mestre le paga al gremio de Daniele 120 millones de pesos”.
“¿Por qué Mestre no publica también cuánto se da en subsidios a Lusa, Cotreco y las empresas de transporte además de los datos de los empleados?” cuestiona además Méndez y agrega: “no creemos que de verdad se quiera dar transparencia al Municipio, basta con sólo mirar estos números de las horas extras y las personas que nombró Mestre en campaña”.
El rédito político. No solo Mestre buscó capitalizar el conflicto para sumar adhesiones en plena campaña. Daniele también tiene elecciones en su gremio a fines de 2017 y busca retirarse liderando el sindicato que conduce desde hace 33 años. La fecha de los comicios en el Suoem será probablemente en noviembre de este año y en cuanto a las candidaturas, el panorama puede llegar a despejarse a partir de agosto.
Ariel Quiñone, quien osó disputarle el liderazgo a Daniele en elecciones anteriores, hoy está más cerca de la unidad que de competir en las urnas. El final del año traerá definiciones para Mestre y Daniele; donde no habrá novedades será en la planta del municipio. Se seguirá incrementando.
Durante este año, el foco del conflicto estuvo puesto en la publicación de los datos personales por parte del Ejecutivo.
Esto desembocó -empujado también por el conflicto con UTA y los delegados- en un pedido de consulta popular que el mestrismo intentó impulsar en las Paso de agosto y que tras la decisión de la Justicia tuvo que desistir. Peleando ahora con la posibilidad de que ingrese en la parada electoral de octubre, pese a que la oposición sostiene que se trata de una herramienta de campaña del mestrismo.
En mayo pasado, y en medio de la discusión por los nombres para las listas de los candidatos a las legislativas, la Municipalidad decidió por primera vez hacer públicos los datos personales de los empleados. Desde ese momento, el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Suoem entró en un escenario que incluye además instancias judiciales y que puede agregar precisamente en ese terreno, una nueva denuncia contra el Secretario General del municipio, Daniel Arzani, por el pedido o no de autorización a la realización de asambleas por parte del gremio.
Los ingresos no se detienen. A pesar de esta situación constante de tensión entre el Ejecutivo y los empleados con un municipio paralizado, la planta no paró de crecer. Según datos del Tribunal de Cuentas, desde que comenzó la segunda gestión de Mestre en 2015 a la fecha ingresaron 376 becarios, 118 monotributistas, se firmaron 159 contratos bajo el artículo 09 y 803 bajo el 08 del estatuto del personal. Estos dos últimos, corresponden a los conocidos como “contratados” que, tarde o temprano, terminan formando parte de la fisonomía del municipio.
En el último año y medio, el Ejecutivo le encontró la vuelta a los ingresos y fue así que se nombraron becarios que luego de rendir los concursos pasaron a planta. De hecho, hace dos años y en plena campaña por la reelección, Mestre y Daniele firmaron un acuerdo en el que el municipio se comprometía a que ingresaran 2400 empleados a planta en tandas de 600. Y una demora en la última selección produjo una de las multitudinarias asambleas de este año.
A esto se suma otro dato: las horas extra. De acuerdo a lo que sostiene Tomás Méndez desde el bloque Movimiento ADN, el incremento en este rubro también corresponde a otra parte del acuerdo entre Mestre y Daniele. “Hay una contradicción en este ‘enfrentamiento’. En el 2015 una hora extra se pagaba $189, en 2016 pasó a $225 y este año se abona $354. Y en 2015 al Suoem les pagaron 86.762 horas extra, en 2016 329.000 y este año más. Solo en este rubro, Mestre le paga al gremio de Daniele 120 millones de pesos”.
“¿Por qué Mestre no publica también cuánto se da en subsidios a Lusa, Cotreco y las empresas de transporte además de los datos de los empleados?” cuestiona además Méndez y agrega: “no creemos que de verdad se quiera dar transparencia al Municipio, basta con sólo mirar estos números de las horas extras y las personas que nombró Mestre en campaña”.
El rédito político. No solo Mestre buscó capitalizar el conflicto para sumar adhesiones en plena campaña. Daniele también tiene elecciones en su gremio a fines de 2017 y busca retirarse liderando el sindicato que conduce desde hace 33 años. La fecha de los comicios en el Suoem será probablemente en noviembre de este año y en cuanto a las candidaturas, el panorama puede llegar a despejarse a partir de agosto.
Ariel Quiñone, quien osó disputarle el liderazgo a Daniele en elecciones anteriores, hoy está más cerca de la unidad que de competir en las urnas. El final del año traerá definiciones para Mestre y Daniele; donde no habrá novedades será en la planta del municipio. Se seguirá incrementando.