En el campeonato donde las desigualdades son cada vez más manifiestas –ricos y pobres en el mismo lodo, todos manoseados bajo la pomposa denominación de Superliga- Belgrano ha logrado ubicarse en un lugar expectante de la tabla de posiciones.
El equipo de Alberdi hoy tiene en el bolsillo uno de los boletos para embarcarse en un vuelo internacional, casi el objetivo de máxima que reserva la AFA para los equipos Low Cost. Además de la buena cosecha (24 puntos en 14 partidos), el bajo vuelo que han tenido algunos “grandes” en el espacio local, sumado al inminente inicio del calendario de Conmebol y la distracción que eso implica para quienes pelean en varios frentes simultáneos, parece tornar cada vez más factible el objetivo del Pirata de llegar a una Copa, llámese Sudamericana o Libertadores.
¿Una meta más cercana o a esta altura casi una obligación? Es la pregunta que PERFIL CÓRDOBA le hizo al DT de Belgrano, Pablo Lavallén, cuando se llevan jugadas 14 fechas, la mitad más una de las programadas en 2017/2018.
“Para Belgrano no es una obligación ir a un torneo internacional. La obligación nuestra es jugar el próximo partido y ganarlo. Después haremos cuentas y veremos para qué estamos”, dice Lavallén. “Lo que hagan los otros no es problema nuestro. Hay equipos que tienen el poderío como para armar dos o tres equipos, pero tenemos que pensar en nosotros”, añade el técnico, que lleva dirigidos ocho partidos en el Pirata, con cuatro victorias, tres empates y una derrota..
Aunque en sí mismo tuvo sabor a poco, el 0-0 del viernes pasado ante Lanús le permitió a Belgrano completar un buen reinicio de certamen (cuatro unidades en dos presentaciones), estirar a siete juegos la racha sin traspiés, sostener el invicto de local y seguir siendo el único conjunto del certamen que no recibió goles en condición de anfitrión.
“Las sensaciones que nos dejó el último partido son buenas. El equipo intento jugar siempre ante un rival de jerarquía que, más allá de que se le hayan ido jugadores, hace dos meses jugó la final de la Copa Libertadores”, sostuvo Lavallén. “Nos hubiese encantado ganarle a Lanús, pero no fue posible. Se jugó mejor que el fin de semana pasado en Bahía Blanca, aunque allá fuimos contundentes y pudimos traernos los tres puntos del encuentro ante Olimpo. Vamos bien, aunque nos queda mucho para mejorar. Tenemos que ir partido a partido”, concluyó el entrenador.