Mientras el economista, consultor y exdirector del Banco Central, Carlos Melconian, hablaba el jueves en Córdoba en un evento corporativo la presión sobre el dólar seguía creciendo. Y esa presión se constató el viernes, que cerró con un CCL orillando los $210 pese a que la mesa del Banco Central de Miguel Ángel Pesce quemó US$ 300 millones para contener una demanda más ferviente que la oferta.
Sobre esta presión, los desafíos que aparecen tras el 14N, la restricción para acceder a divisas que requiere el sector productivo y el dilatado acuerdo con el FMI es que Melconian dejo varias definiciones. Una de las primeras, tras una consulta sobre el tenor de la devaluación o corrección en el tipo de cambio que pronostican la mayoría de los economistas:
“El ministro no puede decir hoy que va a devaluar el 14 de noviembre. La fuente de eso es que el tipo de cambio de $60 que Macri le deja a Alberto Fernández es un tipo de cambio relativamente picante y el primer año de Alberto, aún en pandemia, para un país con los problemas que tiene Argentina en el sector externo, tuvo la virtud de mantener el tipo de cambio en términos reales. Un proceso de crawling peck que tuvo dos puntos arriba de la inflación. Y a partir de este año le dijeron al Central que había que devaluar 1% por mes, como si frenando la devaluación se frenara la inflación, cosa que fracasó. Entonces termina acumulando el diferencial, contra la tasa de inflación en el orden del 20%, neto”.
En ese marco es que planteó cuál podría ser la estrategia para el tipo de cambio post 14N: “el sector externo de Argentina va a seguir complicado. Aunque haya acuerdo con el Fondo el mercado cambiario va a ser finito, entonces parte del consejo a administrar es volvé al crawling peck de lo que dé la tasa de inflación. Lo que el mercado pregunta, como en 2013, suponiendo que el año que viene se devalúa al ritmo de la inflación, ¿qué va a pasar con el 20% de atraso que acumulaste? Eso es lo que está pidiendo el mercado. Porque incluso con súper cepo en octubre el Banco Central se vio obligado a paralizar las importaciones”.
-¿Cuál es el límite para eso?, porque en provincias como Córdoba la industria está al límite de frenarse por falta de insumos.
-Hoy el límite de eso es la elección. No hay ninguna decisión que se tome hoy en Argentina sin saber que existe un 14 de noviembre. Para después la respuesta es parte del combo sobre si van al Fondo o no o si hay una suerte de intento de corrección a la 2014 con Fábregas en el Central o de radicalización y emperramiento. En el 2013 y principios del 2014 empezó un proceso tenue de corrección, devalúan, suben la tasa de interés, arreglan con el Club del Paris, suben tarifas, se tiran un lance a arreglar a los fondos buitres. Hoy hay que recordar esa historia, tienen esa historia de “no me muevo de 33 centavos y pago 55 a los holdouts, la Pfizer no entra y entra…se mueven. Y eso es puro costo. Hoy la incertidumbre se potencia por eso.
Sobre los controles de precios y la puja distributiva remarcó: “la inflación puede tener algunos ingredientes puntuales, no son todos santos. Pero la tasa de inflación, en un país que tiene 80 años de inflación excepto 12 o 14, es macroeconómica. Está terminada esa discusión”.
-¿A quién ve definiendo la corrección en el tipo de cambio? ¿Es Guzmán, que parece más enfocado en la deuda, la mesa de Pesce…?
-El tema es quién lo autoriza. Pero no lo sabemos. En la gestión de Macri yo fui quejoso de las estructuras de ministerio partido en 8. Vos a este gobierno le tenés que agregar eso, más la cabeza. Entonces no sabemos.
Inflación necesaria e inflación diablo. “Es temprano para saber cómo va a ser el 2022 porque no sabemos a dónde vamos. Pero Argentina tiene un modelo que requiere inflación, lo que en la teoría monetaria se llama el Impuesto inflacionario. Lo requiere porque hace el ajuste fiscal, que no se puede hacer nominalmente porque los gobierno no lo hacen. Entonces necesita inflación para ajustar”, plantea Melconian. Y amplió: “El gobierno dice “yo ajuste no voy a hacer”, pero cuando aumenta el gasto 30% y la inflación crece al 50% el ajuste fue del 20%. Se aviva todo el mundo. La inflación es un hace que, en términos reales, las deudas en pesos se autocoman, excepto la que tiene CER o al dólar linked. La inflación empieza a ser una rueda de auxilio para el modelo. Este modelo entra en problemas con inflación al 30% no con 55%. Para este gobierno la inflación es un ángel guardián, así no explota todo. Pero ahí también está la inflación diablo, porque al 55% te come el poder adquisitivo”.
-¿Qué imagina en términos de arreglo con el Fondo, uno que sirve, uno que desaprovechamos, uno que llega tarde?
-Está chivo el tema. Sigo pensando 51-49 que al final pasa como con la Pfizer. Pero 51-49, no me juego tanto. Arreglar le conviene a ambas partes. El acuerdo con el Fondo es mejor tenerlo que no tenerlo, pero del camino del acantilado te trae a la banquina, no nos vamos a subir a la autopista. Ahora hay que remarla. Pero la economía no pide permiso. Lo primero que hay que definir es qué pasa con la política y lo que viene pegado como una bisagra entre política y economía es el acuerdo con el Fondo. Aún con un acuerdo soft vamos a tener que hacer esfuerzos.