801.658 vehículos se patentaron en el país a lo largo de 2018. Un 11,03% menos que en 2017, aunque pese a la merma, podría considerarse al 2018 como el último muy buen año del sector. En 2019 hubo un desplome del 42% y se concretaron ventas por 460 mil unidades. Lo que siguió después fue mucho peor: la pandemia hizo estragos, con meses de ventas nulas porque los salones de ventas se mantuvieron cerrados y finalmente el 2020 totalizó 342 mil patentamientos.
Las expectativas iniciales de fabricantes y concesionarias era superar las 400 mil unidades este año. Pero cuando aún faltan 4 meses esos valores ya se corrigieron a la baja y se espera que las ventas 2021 oscilen las 380 mil unidades. Al respecto, la semana pasada la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó que el número de vehículos patentados durante agosto de 2021 ascendió a 31.167 unidades, lo que representa una suba del 1,8% interanual, ya que en agosto de 2020 se habían registrado 30.629 unidades. Y remarcó que en los ocho meses acumulados del año se patentaron 274.906 unidades, un 28,2% más que en el mismo período de 2020, en el que se habían registrado 214.518.
Más allá de esos números y la comparación con el 2020 la realidad es que el mercado está muy lejos de los números de 2017 o de 2018 y los referentes no tienen expectativas de una recuperación en el corto plazo. De hecho, para 2022 los pronósticos ya hablan de 420 mil patentamientos. Mejor que este año, pero muy pobre si la foto se amplía e incluye la perspectiva de los últimos 4 o 5 años.
“Estamos muy lejos del 2018. Hoy al corte enero-agosto estamos 54% abajo del 2018. Para el 2021 podemos pensar en 380 mil y podríamos haber estado en 400 mil o 420 mil si tuviéramos disponibilidad de unidades. Se calcula 420 mil para 2022, por supuesto hay que tener en cuenta que pasa con las variables el año que viene. Pero ese es el escenario”, plantea Sebastián Parra, presidente de la Asociación de Concesionarios de Autos (Acara) filial Córdoba.
Lo mismo plantearon los ejecutivos Gregorio Tagle e Ignacio Vázquez, directores de Autocity. La compañía tuvo la inauguración formal de un nuevo salón de ventas para la marca Jeep, esta semana. Y aunque se definió una inversión de US$ 1 millón para ese emprendimiento y la firma mantiene planes de inversión la lectura que se hace sobre el mercado es de un optimismo mesurado. En el análisis de lo que viene los directivos marcaron que va a llevar tiempo volver a los niveles de 2018. “Una de las principales limitantes es la escasez de productos que hay para algunas marcas importadas. Y está claro que el gobierno está desalentando la importación de autos Premium. Para tener un parámetro hay que recordar que hace tres años el 75% de los autos que se vendían eran importados. Hoy más de la mitad de los autos que se patentan en el país son de fabricación nacional. Se vende lo que se tiene. Pero se combinaron varios factores en la escasez de producto. Hay decisión política de desalentar lo Premium, hubo un quiebre en el stock mundial de microprocesadores que afectó la producción, el impacto comercial y productivo de la pandemia y la necesidad del gobierno de restringir la disponibilidad de dólares para importar. Hay compañías como FCA, dentro de la que está Jeep que tiene su balanza comercial acomodada, pero otras no”, remarcó Vázquez.
Pedido al gobierno. Sobre la escasez de productos que se está viendo en el mercado también se refirió el presidente de Acara a nivel nacional, Ricardo Salomé. En un comunicado, el ejecutivo planteó: “agosto siguió con esta tendencia de demanda alta que no se ha podido satisfacer porque lo oferta está restringida por la escasez de vehículos. Una situación que al prolongarse ya está impactando en las previsiones de cierre del año, hoy vemos un mercado cercano a los 385.000 autos, 40.000 unidades por debajo de lo que pensábamos. La segunda mitad del año continuará con una oferta escasa, es por ello que solicitamos que, sin dejar de atender las cuestiones macroeconómicas que deben prevalecer, que se contemple una mayor liberación de importaciones, es un número de dólares que no son significantes, que haría crecer de forma muy notoria un sector que es un gran abastecedor de empleo en toda la cadena de valor cercano a los 180.000 empleos directos y 530.000 empleos entre directos e indirectos, somos un sector dinamizador de otras industrias en el país. Lo planteamos ahora, ya que todavía es posible llegar a las 400.000 unidades este año, los concesionarios nos estamos desestockeando cada vez más porque la gente entiende que sigue siendo un excelente momento para comprar autos, motos y maquinarias agrícolas”.
