“En este contexto no sirve. Trabajamos 11 meses este proyecto y lo presentamos la misma semana que aprueban leyes para meterles impuestos internos a los autos. No habría que haberlo presentado”. La lectura pertenece a un ejecutivo de una terminal automotriz que opera en Córdoba y resume el sinsabor con que termina la semana. A pocos días de distancia, los fabricantes de autos (Adefa), los concesionarios (Acara), los autopartistas (Adimra), los gremios (Smata y UOM) y el Gobierno presentaron los ejes de un ‘Acuerdo Social y Productivo para el Sector Automotor Argentino’, pero la noticia quedó sepultada cuando se conocieron los detalles de la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva.
Ese paquete normativo, aprobado el sábado por el Senado, baja los mínimos no imponibles de los impuestos internos para los autos de gama media alta y alta (antes estaban alcanzados los autos de US$ 42 mil, ahora los que arrancan en US$ 28 mil) a la vez que aumenta las alícuotas. La primera escala tenía una alícuota efectiva del 11% que pasa al 25%, y la segunda escala de autos que pagaba alícuotas del 24% pagará un impuesto de hasta el 54%. Aprobada la Ley, se concreta -según empresarios y ejecutivos del sector- un mazazo para el segmento de autos de gama media alta y alta, en el contexto de un año para el olvido. En los primeros 11 meses de 2019, según datos de Acara, las ventas fueron de 438.230 unidades, un 43,43% menos que en el mismo período de 2018.
El plan. El acuerdo productivo que se presentó días antes de que se sancione la Ley de Emergencia busca dar forma a una nueva reglamentación para que la industria automotriz sea definida como “estratégica” para la producción nacional con la creación del Instituto de la Movilidad, con los objetivos de potenciar el sector como modelo de exportación y también atraer nuevas inversiones al país. Durante la presentación del acuerdo se especificó que en el período 2017-2020 el sector comprometió inversiones por más de US$ 5.000 millones y el objetivo del Plan es alcanzar los US$ 22.000 millones en 10 años. Para ello se espera cuadruplicar la producción de 330.000 a 1,8 millones de unidades, emplear a 1,3 millones de argentinos y lograr una participación del 14% en el PBI Industrial (actualmente es 6,6%), además de generar exportaciones por US$ 46.000 millones.
“Ahora hay que revisar todo. El problema es el interlocutor en el Gobierno. Kulfas no nos quiere, no le gusta la industria automotriz, cree que gastamos más dólares de los que traemos. Lo puso en su libro incluso. Va a ser difícil”, comentó un ejecutivo local, en referencia a la “poca piel” que tienen con el ministro de Producción de la Nación, Matías Kulfas.
Distorsiones. Para Manuel Tagle, presidente del Grupo Autocity -referente del mercado y presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba- el incremento de impuestos internos que establece la nueva ley impactará de manera negativa en la inversión, la productividad y el consumo. “La Argentina está demasiado expoliada por impuestos excesivos y eso atrofia los mecanismos de inversión”, dijo Tagle en declaraciones a Punto a Punto Radio, y agregó la inclusión de factores distorsivos que pueden incidir en aumentos generalizados: “Intervenir en la economía para generar recursos fiscales distorsiona el proceso productivo y de definición de precios. Si se aplican impuestos a autos de gama media alta y alta, estos autos se van a un precio sustancialmente mayor. Y los que están más abajo van a ser muy demandados. Y eso va a hacer que también esos autos empiecen a subir de precio. Son distorsiones que no son positivas”.
Ramón Suárez, concesionario oficial Honda en Córdoba y Villa María, cree que habrá una mayor retracción en el segmento: “Es lo que nos merecemos, porque nos manejan así, nosotros somos obedientes. Sin dudas esto va a tener un impacto. Impacta en modelos como la CRV que es la camioneta 4 x 4. Como se pone muy cara Honda no tiene programado seguir trayendo este modelo, por ahora. Vamos a reemplazarlo. También impacta en el Honda Accord”. Reclamó, al mismo tiempo, por la falta de financiamiento: “Ya estuve reunido con la gente de Honda, seguimos programando. Honda no se va, pero el problema es la falta de financiamiento. Si tuviéramos financiación podríamos vender”.
Nafta al fuego. En la semana cobró notoriedad el correo electrónico que el vicepresidente de Hyundai difundió entre medios analizando el impacto de la ley: “De salir promulgado sin cambios generará un impacto muy grande dentro de un contexto que ya es negativo (baja de ventas del 40% y sacando planes de ahorro y liquidaciones la baja real de boletos es del orden del 60% / 70%). Lamentablemente este proyecto es como echar nafta para apagar un incendio”, decía Ernesto Cavicchioli.