La Argentina está acostumbrada a vivir con inflación. El incremento de los precios es consta nte y una moneda corriente en todos los ámbitos. Tanto que el Estado, en sus diferentes estamentos, trabaja con leyes, normativas y ordenanzas para contemplar la redeterminación de los precios en las licitaciones y concesiones de servicios que otorga a privados. En el ámbito de la Provincia, por ejemplo, se trabaja bajo el decreto 800/16 que desde junio de 2016 señala que “el presente régimen de redeterminación de precios por reconocimiento de variación de costos para las obras públicas, tiene por objeto mantener el equilibrio de la ecuación económico financiera de dichos contratos ante las fluctuaciones de precios que impactan en sus costos”. Y Nación y Municipalidad tienen, con matices, herramientas similares que incluyen fórmulas para activar la actualización de los precios.
“Hoy las administraciones tienen mucha gimnasia en estos temas y todos contemplan normas para modificar los precios de las licitaciones. El problema es que una cosa es programar con una inflación o un tipo de cambio más o menos estable y otro es este escenario. Acá se van a empezar a discutir con más fuerza y con otro ritmo los precios de la obra vial, de los insumos para los hospitales y de las LED´s. Muchos tienen insumos importados que se pagan en dólares y este escenario dio vuelta todo”, dice un asesor de una firma proveedora estatal.
A qué precio. El problema de la redeterminación de precios es uno de los más cotidianos con que viven las empresas asociadas de la Cámara de la Construcción de Córdoba, muy vinculadas a la obra pú- blica. Pero el salto que pegó el tipo de cambio y la volatilidad del dólar los puso en un escenario de marcada incertidumbre. “La redeterminación de precios es el pan nuestro de cada día, pero hoy se volvió nuestra mayor preocupación. La suba del dólar nos impacta y la posición del Gobierno nos pega desde varios lados. Tenemos que sentarnos a revisar los precios de las licitaciones. Las cláusulas de redefinición distan de ser automáticas. Es un problema muy serio. En algunos casos los precios se revisan y se ajustan en 4,5 meses. Pero hay empresas trabajando con precios de hace 18 meses”, alertó Marcos Barembaun, presidente de la filial Córdoba de la Cámara de la Construcción.
El empresario hace check list de otros efectos negativos: “Además de revisar las licitaciones ganadas o en marcha, hay que ver qué pasa con las nuevas. Algunas se van a tener que patear para más adelante, hoy no tenemos precios para muchos insumos, entonces no podemos ofertar para nuevas licitaciones”, grafica. Dependiendo de la administración, los contratos y licitaciones incluyen la posibilidad de redefinir los montos iniciales cuando los valores superan el 5%, 7% ó 10%. “Cuando los precios se mueven y los valores quedan atrasados se disparan procedimientos administrativos. El tema es que hoy se movió todo, el precio del hierro, de los cables, del aluminio, de los combustibles, del cemento y de la maquinaria. Es un tema complicado que hoy se volvió crítico”, asegura Barembaum.
Nuevo esquema
Desde la Municipalidad de Córdoba adelantaron que los problemas que genera la evolución en los precios ingresaron en otra dinámica. Por eso, ya están pensando en un aggiornamiento de la ordenanza actual. Hugo Romero, secretario de Economía y Finanzas de la Municipalidad de Córdoba adelantó a PERFIL CORDOBA: “Es cierto que el sistema de redeterminación nuestro es mucho más lento, pero justamente estamos analizando una modificación en nuestra ordenanza para que los contratistas tengan la posibilidad de redeterminación más corta. Eso implica también una disminución en los precios, porque al redeterminar a largo plazo la calculan en el precio, entonces lo que estamos planteando es que vamos a darles seguridad en la actualización de las obras, pero también pedirles una disminución de los costos financieros. Es una avenida de doble mano”.
Romero señaló además que buscarán consensuar el proyecto con el sector privado antes de ingresarlo en el Concejo Deliberante y detalló un mecanismo posible: “Estamos pensando que cuando salte la cláusula gatillo, que es cuando se supera el 10%, pagar el 50% hasta que salga la actualización definitiva. Es un mecanismo que va a permitir una mayor agilidad, pero fundamentalmente nos va a permitir mejorar los precios porque a ese costo el empresario lo carga producto de un interés mucho más alto dentro de la estructura de costos”.