Entre viajeros nacionales, y particularmente extranjeros, hay un destino emblemático vinculado a la producción vinícola: es Mendoza. Son famosos sus caminos del vino y los hoteles temáticos relacionados.
Esa actividad, tanto en lo productivo como en su perfil turístico, hace tiempo comenzó a tener presencia en Córdoba y se consolida año tras año, a tal punto que ya existen los ‘caminos del vino’ cordobeses.
En ese contexto, desde hace una semana la provincia cuenta con un hotel boutique temático del vino, propuesta inédita que se suma a la oferta de enoturismo.
Se trata del Chapaq Ñan Hotel Boutique del Vino, ubicado en Villa Rumipal, a orillas del lago de Embalse, en el valle de Calamuchita, a 115 kilómetros de Córdoba capital.
El nuevo concepto de culto y experiencias en torno al vino y el mundo que deriva, asociado desde la gastronomía hasta la cosmética y el arte, fue presentado con degustaciones de esas propuestas, que tienen que ver con aromas, sabores y texturas.
Chapaq Ñan (‘camino de la gente’ en quecha) está en una vieja y señorial casona de 1933, levantada por el fundador del pueblo Gustavo Riemann, y cuenta con 10 habitaciones –dos de ellas en suite– que en sus puertas llevan el nombre de distintas cepas, como Lagrimilla, en homenaje al primer vino producido en Córdoba; Isabella, una uva emblemática de la provincia, o Malbec, la ‘cepa insignia’ de Argentina.
Además, el hotel tiene una cava para degustaciones, que funciona en el subsuelo, y también ofrece un wine shop donde se pueden adquirir en forma exclusiva en Córdoba la línea de cremas y emulsiones de vino y espumante elaboradas por la pionera en el país, la mendocina Marcela Baquero, quien estuvo presente en la inauguración.
En el mismo espacio se ofrecen perfumes de vino y oliva, elaborados por otra innovadora mendocina, la empresaria Gilda Alonso, quien también viajó especialmente para enseñar a catar esos aromas, así como a degustar los tés de Malbec y Torrontés.
Esos novedosos tés en hebras, además de ofrecerse a la venta en el hotel, forman parte de un servicio en el que se maridan con pastelería artesanal y appetizer salados.
Entre la pastelería artesanal destaca una exclusividad del hotel: alfajores elaborados con una masa a base de chocolate de Bariloche rellenos con mouse de vino Naranja, de una de las bodegas de Calamuchita.
La ambientación del hotel forma parte del concepto. Así, de las paredes cuelgan cuadros temáticos pintados especialmente por la artista local Paula Testa.
El spa del hotel ofrece circuitos de vinoterapia con tratamientos a base de máscaras de barro, cremas y emulsiones elaboradas con pepitas de uva que poseen propiedades antioxidantes.
Además, habrá durante todo el año un calendario de eventos y propuestas en las que el vino será el hilo conductor hacia experiencias vinculadas al arte, la cultura, la gastronomía y todo lo que despierte los sentidos.
En oportunidad de la inauguración, el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Julio Bañuelos, destacó que según una estadística del Observatorio Nacional Vitivinícola, ¨la provincia se ubica en el tercer puesto en el país como receptivo de turistas que vienen a visitar bodegas y conocer nuestros vinos”.