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CóRDOBA
El humor al poder

Propuestas que después son pospuestas

13-10-2019-Debate
Si yo supiera cómo gobernar este país, no sería un asesor de imagen, sería virrey del Río de la Plata. | CEDOC PERFIL

Llegó el día del debate y justo he tenido un inconveniente con mi teléfono, sino seguramente alguno de los candidatos me hubiera consultado, porque saben que soy infalible para estas cosas. Por ejemplo, en 2015 estuve entre los que le recomendaron a Mauricio Macri que desmintiera las afirmaciones de Daniel Scioli, sobre que entre sus planes figuraba devaluar y firmar un acuerdo con el FMI. Está bien, lo reconozco, esas dos cosas finalmente ocurrieron, pero… mis consejos servían para ganar la elección, no para la gestión de gobierno. Después de todo, si yo supiera cómo gobernar este país, no sería un asesor de imagen, sería virrey del Río de la Plata.

Muchos consideran que el debate es como el apéndice o como las amígdalas: una excusa perfecta para realizar operaciones. Son los mismos que dicen que las PASO son como el guiño del auto: la mayoría creía que no servía para nada, hasta que vino uno y se los llevó puestos a todos. Lo cierto es que, por ley, los presidenciables tienen que exponer en televisión cuáles son sus propuestas. Y el electorado sabe por experiencia que la garantía de que esas promesas se cumplan tiene al 10 de diciembre como fecha de vencimiento.

Como los invitados deben ser aspirantes a la Casa Rosada, no tendrá presencia allí la lista corta de Hacemos Por Córdoba, que ha intensificado su campaña en la promoción del corte de boleta. Por lo que vengo viendo, les sugiero que lo contraten al Flaco Schiavi de inmediato y que le enseñen a hablar con tonada cordobesa para que el eslogan sea: “Coooortá con la caleeeentura”. Y, por el mismo precio, les tiro la idea de que reciclen al Joven Manos de Tijera, aunque comprarle los derechos a Tim Burton y contratar a Johnny Depp y Winona Ryder puede llegar a salir más caro que el pase de Vegetti.

Lo que no consigue Juan Schiaretti es que sus candidatos a diputados nacionales lo imiten en su imparcialidad con respecto a Macri y Alberto Fernández. Claudia Martínez, segunda en la lista, dijo en un acto que quiere “un presidente peronista”, lo que fue interpretado como un gesto de inocultable respaldo a la fórmula del Frente de Todos. Si quiere arreglarla, me parece que podría agregar: “Y si no puede ser un presidente, por lo menos que sea un vicepresidente peronista”, con lo cual estaría clara la referencia a Miguel Ángel Pichetto, segundo en la dupla de Juntos por el Cambio.

En la recorrida de su campaña, fue precisamente Pichetto quien visitó hace unos días la provincia de Córdoba, donde brindó una exposición en ámbitos universitarios y pasó por Traslasierra. Mientras que a Macri le ha sido asignado el rol de convencer  a los votantes de que, en caso de ser reelecto, aflojará la presión del ajuste, su candidato a vice dispara un discurso dirigido a los sectores que reclaman mano dura y medidas drásticas. Me comentaron que, en el borrador de sus declaraciones, estaría previsto que pida contener la hipotética llegada de inmigrantes de Ecuador, luego del estallido social que afecta a ese país. “Si la Selección Argentina pierde hoy con los ecuatorianos, Miguel les va a dar como para que tengan”, me contó un allegado al actual senador nacional.

Mientras tanto, las sastrerías de la ciudad de Córdoba están atestadas de referentes K que se empiezan a probar el traje de ministros de un futuro gobierno encabezado por Alberto Fernández. Ante las versiones que circulan, ya comienzan a proveerse de fernet los maxikioscos cercanos a Balcarce 50, en tanto que los vendedores ambulantes de la zona han incorporado a su stock el merchandising de Talleres, Belgrano, Instituto y Ulises Bueno. No será una reactivación que genere una avalancha de puestos de trabajo y permita cumplir con los compromisos financieros que ha tomado el país con los acreedores externos, pero por algo se empieza.