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EDUCACIÓN

Provincia derogará la prohibición del uso de celulares en las aulas

Luego de cuatro años en los que la norma no se cumple en lo formal, el Ministerio de Educación finalmente revocará la resolución que prohíbe el uso del móvil. Este año, habilitarán en los papeles su utilidad pedagógica.

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INTERNET. Los jóvenes son los más conectados: el 71% está “en línea", según el informe de Unicef “El Estado Mundial de la Infancia 2017 – Niños en un mundo digital”. | CEDOC PERFIL

Si bien hay años de experiencias del uso del celular como apoyo educativo, aún rige la Resolución provincial 225/05 que prohíbe su empleo, salvo que se especifique previamente en los acuerdos escolares de convivencia que elabora cada institución. El Ministerio de Educación de la Provincia derogará esa resolución y habilitará formalmente el uso del celular como recurso pedagógico. Se estima que la normativa entrará en vigencia este año, aunque todavía discuten parte del contenido.

“La principal discusión gira en torno a la brecha entre prescripción y saludable autonomía escolar. ¿Cuán conveniente es que un ministerio prescriba? Las políticas restrictivas terminan vulnerando derechos como el acceso a la tecnología por parte de los estudiantes. Al habilitar el uso apostamos a mejorar el clima escolar para que favorezca el aprendizaje”, informan desde el Ministerio de Educación. También advierten que los docentes tienen capacitaciones sobre las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) que son transversales a todas las materias. Además, reciben información sobre grooming, para poder prevenir situaciones de acoso a menores a través de las TICs.

Uno de cada tres navegantes. De acuerdo con el informe de Unicef “El Estado Mundial de la Infancia 2017 – Niños en un mundo digital”, los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años representan aproximadamente uno de cada tres usuarios de Internet en todo el mundo. Los jóvenes son el grupo de edad más conectado: el 71% está en línea. “Permitir el uso del celular es una forma de achicar la brecha digital, ya que el acceso a Internet habilita nuevas formas de aprendizaje. Tarde o temprano va a ser necesario implementar líneas de políticas socioeducativas que provean a los estudiantes de un aparato móvil y así reducir desigualdades. Siguiendo como ejemplo el Conectar Igualdad”, aseguran desde el Ministerio.

Gabriela Peretti, subdirectora jurisdiccional de Educación Secundaria del Ministerio de Educación de la Provincia, asevera que son cada vez más los docentes que asumen el desafío de usar las tecnologías en el aula. “El celular es más accesible que una computadora, además tiene conectividad. Por eso, tenemos una unidad de educación digital que trabaja en la construcción de aprendizajes en torno al uso de las TICs. Son el componente tecnológico que se suma al componente pedagógico y el aprendizaje. El riesgo es que sea un uso superficial y tradicional. Para evitarlo es necesario disciplinar al docente: tiene que conocer el objeto de estudio que en este caso es el celular”, analiza. 

Peretti explica que es fundamental debatir sobre el sentido de la incorporación del móvil como una propuesta de enseñanza: “¿Alguien cuestionaría el uso de un compás en el aula? Si lo usa para trazar figuras geométricas, no. Sí en el caso de que lo use para dañar a un compañero. Hay que construir también ese sentido y es previo a la sanción por la presencia del objeto. Se tiene que discutir en los acuerdos escolares que no son solo para pensar cómo sancionar sino cómo convivir, para que estemos en mejores condiciones de aprender y enseñar”.


Un desafío para los docentes

A través de las capacitaciones a docentes se busca alentar a las instituciones a que incorporen el celular como recurso pedagógico. El riesgo es que pueden decidir no incorporarlo, por la autonomía escolar que tienen para elaborar los acuerdos de convivencia. En ese sentido, para Elisa Zabala -docente que fue parte del equipo que lleva adelante los talleres de Buentrato, organizados por el Instituto de Capacitación e Investigación de los Educadores de Córdoba-  la nueva situación es problemática: “La resistencia de los docentes al uso del celular en el aula, principalmente tiene que ver con que algunos no manejamos tanto la tecnología y nos preocupa que los alumnos nos superen. El miedo hace actuar y reprimir. Sucedió algo similar cuando comenzó darse computación en las escuelas. Ya es posible leer libros o diarios, enseñarles a usar Word, a armar un currículum o inclusive a chequear información”, especifica Zabala y advierte que es necesario pensar el uso pedagógico del celular, pero con respaldo institucional.