En un contexto de mucha avidez política y luchas feministas, la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba eligió a Elian Chali como curador de esta sexta edición de la feria que congregará a 65 galerías y más de 300 artistas en la Plaza San Martín.
El muralista, que ha realizado intervenciones en más de 20 países, tiene una mirada muy política del arte, tópicos que considera indivisibles. “El arte siempre es político, al igual que todos los aspectos de la vida, no es divisible la coyuntura de la experiencia artística. Con la efervescencia social que atravesamos, los temas que se discuten y las metodologías implementadas, es importante que en todos los espacios de encuentro abordemos con responsabilidad estos debates”, explica.
En ese sentido, Chali señala que para la edición está escrita la intención en los contenidos satelitales al núcleo duro que son las galerías. “Desde Ágora (el auditorio de la feria) hasta la programación en el Cineclub, pasando por el programa de performances y acciones en la plaza San Martín, daremos espacio a distintas voces que problematizan los distintos temas. Queremos dar lugar a miradas que desborden el discurso hegemónico”.
Género, Territorio y Producción. Pensados como una experiencia personal desde lo micro a lo macro, casi como un ejercicio aeróbico, tres serán los ejes temáticos de #MAC2018. “La idea es discutir género como forma de producción de sentido y subjetivación. Una mirada interna para entendernos, problematizarnos y edificarnos. Por otro lado, el eje territorio es un modo de lectura contextual y reflexión sobre el pensar comunitario que desborde de lo geográfico; al observar territorios mentales, cuestionar territorios de encierro. Y por último la producción como plataforma para pensar qué es lo que hacemos y cómo lo hacemos, incluso su forma de circulación: cómo esquivar modos estereotipados de prácticas artísticas”.
Estos ejes temáticos se verán reflejados en espacios como Ágora, que estará instalado en un domo en la plaza, con la intención de acercar el contenido a un posible público que habite el espacio; o Zona Liberada, el programa de performances y acciones que
también sucederá en la plaza. “La idea es utilizar el espacio público estratégicamente como contexto dialógico”, indica Elian.
Impronta. Si bien al artista no busca dejar un gesto autoral demasiado marcado señala que, al tratarse la curaduría de un recorte -una mirada subjetiva sobre un momento para una propuesta dada- sí le gustaría que se aprovechara el contexto y la oportunidad para el encuentro y el cuestionamiento dentro de un cauce colectivo que se debe edificar entre todos. “Como estrategia para este rol apelé a tres herramientas esenciales: ir en contra del tiempo, la invención y confiar en el pensamiento horizontal. Son las únicas metodologías que nos pueden salvar de esta locura”, finaliza.-