De la mano de las bajas en internaciones y muertes por Covid, la reactivación presencial en los distintos sectores del ámbito cultural empezó a pisar cada vez más fuerte.
A la puesta en marcha de los bailes y salones de fiesta, con formatos de burbujas sociales, se sumaron la apertura de la casi totalidad de espacios culturales, excepto dos museos: el Centro de Arte Contemporáneo del Chateau (ahí continúa funcionando el centro de logística del COE, por lo tanto ni museo ni parque están abiertos al público) y el Museo de Ciencias Naturales, que continuará en obras hasta dentro de un par de semanas, según informaron desde la Agencia Córdoba Cultura.
Algo similar sucede con los centros culturales municipales: los de Alta Córdoba y General Paz están funcionando como centros de testeos, aunque el Paseo de las Artes tiene talleres virtuales y actividades semipresenciales (lo mismo sucede con el Centro Cultural de San Vicente y la Casona Municipal).
Por otra parte, la Casa de Pepino cuenta con una exhibición que puede visitarse y el CCEC (Centro Cultural España Córdoba) tiene su programación presencial planificada hasta fin de año.
Por el resto, salas de teatro y galerías de arte están funcionando en formatos presenciales, con los aforos correspondientes.
Cambios de paradigmas. Al compás de la agenda del Covid, estas reactivaciones pusieron en evidencia algunos cambios en las dinámicas, tanto de públicos como de organizadores: desde el respeto en las reservas para ver los espectáculos (cada espacio cuenta), hasta la incorporación de varios turnos por inauguraciones o la necesidad de aprovechar las temporadas estivales para el uso de espacios al aire libre.
El CCEC puede recibir un promedio de 50 personas en el patio (hasta 80 personas, utilizando la casa completa) y se manejan con el sitio Alpogo.com para la reserva de entradas: “Si bien todas las actividades son libres y gratuitas, lo usamos para respetar los aforos. Esto nos implica un trabajo de formación de públicos para que sean conscientes de que cada lugar cuenta. Y funciona: de 45 personas anotadas en una actividad que tuvimos la semana pasada, solo tres no fueron. Creo que hay un cambio de hábitos y la gente es muy respetuosa”, dice Florencia Magaril, directora del espacio.
Además, indica que ya trabajan en el cronograma del año que viene: “La agenda no puede ser lo que era, tenemos que aprovechar las temporadas de calor para poder usar los espacios al aire libre. En enero vamos a cerrar pero la idea es arrancar febrero ya con programación”, detalla.
Aun así, en cuanto a los centros culturales en general, “no está confirmado si el ejecutivo municipal dictará receso obligatorio en enero/febrero, al igual que el Gobierno de la provincia”, según dijo Martín Sequeira.
Otro de los cambios de paradigma tiene que ver con las inauguraciones, que suponen una elevada concentración de públicos en espacios delimitados. En ese sentido, los organizadores han incorporado diferentes turnos para que los invitados puedan ir rotando.
“Como nuestro espacio no es tan amplio y los invitados eran muchos, establecimos dos días y cuatro horarios diferentes para el cóctel de inauguración de Ruta FARO”, comentó Alejandro Dávila, presidente de FARO la semana pasada en el marco de la apertura de la Feria de Arte Córdoba 2021.
La misma situación se replica en las inauguraciones de muestras de arte y museos de la ciudad.
CON ESPÍRITU COLABORATIVO. La galería Artis, ubicada en zona norte recibió tres galerías (de Rosario, Buenos Aires y Córdoba) en el marco de la Ruta FARO.
Salas: estrenos y reposiciones. Aun con los aforos al 40%, la reactivación en las salas independientes ha sido casi total. “La mayoría de las salas ya han abierto, aunque es distinto lo que pasa en la ciudad de lo que sucede en el interior, donde hay salas que ya de por sí son muy pequeñas y con el aforo no les conviene todavía volver”, explica Julieta Lazzarino, de la Red de Salas.
En la ciudad, obras como ‘Inés’, ‘Lengua Madre’ o ‘He nacido para verte sonreír’ –entre varias otras– vienen agregando funciones y espacios como Quinto Deva, Blick o La Luna que ya tienen programaciones incluso para octubre.
Por caso, la obra interactiva ‘¡Bailemos... que se acaba el mundo!’, del grupo Bineural- Monokultur, que se había estrenado en mayo, volvió con doble función al teatro La Luna (a las 18 y a las 21, al aire libre) todos los sábados de septiembre y domingos de octubre.
“En Quinto Deva estamos con tres obras y funciones los viernes y sábados y en octubre sumamos los domingos; además vamos a reponer ‘Mar’, una obra álbum, que estrenamos en abril”, cuenta Lazzarino.
Desde las salas dejan en claro que si bien no es rentable hacer funciones dobles, las obras se montan por el interés del público, que ha sido mucho más favorable de lo que se esperaba.
AL AIRE LIBRE. Bailemos, del grupo Bineural- Monokultur, con doble función al aire libre en La Luna.
FACBA 2021
Sacha Mistol abre su mansión en el marco de la feria
SACHA MISTOL. El segundo piso fue reacondicionado y abierto para exponer las obras de Gisela Banzer.
El pasado viernes quedó inaugurada en Sacha Mistol Art Hotel & Gallery la muestra de la artista Gisela Banzer, que podrá visitarse hasta fin de mes.
El espacio, que otrora fue residencia del exgobernador Emilio Olmos, cuenta con tres pisos de estilo neofrancés que datan de 1900 y combina en su interior artes visuales, diseño gráfico, música y arquitectura. “Una empresa dedicada y especializada al arte en todas sus formas", dice Luis Luchetti, uno de los gestores.