El fiscal federal Enrique Senestrari imputó al expresidente de CBI, Eduardo Rodrigo, por presunta evasión simple al impuesto a las Ganancias, en el ejercicio 2012 por $439 mil. El monto actualizado asciende a $5 millones.
La sospecha es que ‘dibujó’ su declaración jurada ese año. Inicialmente había declarado gastos exiguos y para dar mayor credibilidad y mostrar consistencia con su nivel de vida y erogaciones, incrementó gastos e ingresos a través de diferentes vías.
Por un lado, generó compra de acciones de la financiera CBI y dos préstamos de su exesposa y de su madre. En total sumó más de $1,3 millones a su patrimonio. También incluyó facturas por honorarios pertenecientes a CBI, Multimedia (Apex América) y Centro Motor. Este último, según la declaración jurada, le pagaba mensualmente $5.000 que, a valor actual, serían alrededor de $40.000.
Otras facturas por honorarios fueron emitidas por Apex América, empresa dedicada a servicios de call center. La duda es qué tipo de actividad desplegó Rodrigo y si realmente cumplió tareas en la firma. Caso contrario, le habrían cedido las facturas para justificar los ingresos. A eso hay que agregar que el dueño del call center figura en la cartera de clientes de CBI con montos millonarios en cheques.
Es la quinta causa que se le abre a Rodrigo. Ya hubo sentencia en el expediente por concurso y quiebra en la justicia provincial. En los tribunales federales se lleva adelante el juicio de la primera parte, donde está acusado de asociación ilícita, intermediación financiera no autorizada y estafas. También está procesado -y hasta comienzos de este año estuvo detenido- por el caso de insolvencia fraudulenta. En este expediente se investiga el traspaso de bienes con documentación adulterada para ocultarlos.
Una cuarta causa está elevada a juicio aunque sin fecha de inicio de audiencias por presunto lavado de activos.
Recta final. El próximo miércoles declararán ante el Tribunal Oral Federal 2 los últimos dos testigos en el primer juicio por las operaciones de intermediación financiera no autorizada de CBI Cordubensis. También está previsto que declare Miguel Vera, el único acusado “arrepentido”. Y ese mismo día abrirá la etapa de alegatos el querellante Carlos Nayi, en representación de numerosos ahorristas estafados.