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CóRDOBA
Ignacio Zuleta

“Schiaretti tiene que explicar por qué no quiso ser presidente de la Nación”

Para el analista, si el gobernador encabezaba una fórmula con Pichetto en 2019 “ganaba caminando”. “Si tuviera que escribir una biografía sobre él se llamaría ‘el hombre peleado con la historia’”.

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ALTERNATIVA FEDERAL. El proyecto del que formaron parte Schiaretti y Pichetto cobró vuelo en 2019 hasta que Massa acordó con el kirchnerismo. “Esa fórmula ganaba caminando”, señala Ignacio Zuleta. | CEDOC PERFIL

-¿Con la presentación de su libro, Macri se lanzó o está dispuesto a apoyar al que mejor esté posicionado en el espacio?
-Hay que preguntarle a él. Lo que es cierto es que no se trata de un hecho editorial, es político, comparable a lo que hizo Cristina hace dos años, para la misma fecha, habiendo una Paso inminente en agosto y una elección en octubre. El libro se convierte en una herramienta de acción política. Por eso trato, primero, de no leerlo, porque si Macri no lo escribió, yo no lo voy a leer. Lo escribieron dos secretarios. No voy a caer en la trampa de leer un libro de Macri como tampoco caí en la trampa de leer el libro de Cristina. Son hechos políticos y tienen que ver con las acciones políticas de sus fuerzas. Respecto a lo que va a hacer, él dijo que no será candidato y hasta que no cambie de opinión hay que creerle.

-¿Se puede pronosticar en un contexto tan variable y en medio de una pandemia?
-No se deben hacer pronósticos en política, porque el futuro es inmanejable. Sí hay una mirada que hay que retener: en Argentina los resultados electorales no cambian fundamentalmente. Las elecciones repiten las votaciones. Los que cambian son los candidatos y las coaliciones. Si el peronismo se divide, pierde y si el peronismo va junto, gana. Si la oposición se divide, pierde. Y si se une y el peronismo va dividido, le puede ganar. La última elección presidencial lo demostró: el voto no peronista sacó el 41%, y Macri-Pichetto ganó en 5 de los 7 grandes distritos. Nadie espera ningún cambio muy fundamental en la Argentina en 2021. Son 24 elecciones donde cada gobernador va a ser su martingala y habrá resultados más o menos conocidos.

-Con un Frente de Todos no tan unido, ¿el peronismo corre riesgo de perder el poder?
-La unidad de ese bloque está sujeta al objetivo de gobernar. Ganar y tener el poder está por encima de cualquier consideración y eso no va a cambiar. Si el gobierno no logra ordenar la gestión, que es muy ineficiente y débil porque sus componentes son débiles, se puede complicar. La alianza, para tener el poder, es una suma de debilidades: está gobernado por tres dirigentes que representan un tercio de la Argentina: Alberto Fernández no representa más que a sí mismo; Massa es la minoría de la Provincia de Buenos Aires que maneja Cristina, que es la mayoría del peronismo de Buenos Aires pero que a su vez representa a la minoría en el Senado. Y tienen al peronismo del resto del país, que mira cómo les va. Ahí está Schiaretti, Perotti, Uñac, Manzur, Capitanich y ese es otro peronsimo, que es más importante, porque son verdaderos líderes que manejan sus provincias como les da la gana, porque no representan a la minoría como Cristina en el Senado, pese a tener la gobernación. Es un gobierno débil. El tema acá es cómo se maneja el liderazgo, porque Cristina está haciendo una cosa, Alberto otra, Massa otra y el resto del peronismo en el país, otra. Son cuatro peronismos por lo menos. Es muy difícil encontrar un objetivo de unidad que vaya más allá de estar atado al gobierno. Yo creo que van a tratar de resistir: si eso se resquebraja y la gestión naufraga, va a aparecer un peronista que va a decir yo me voy, hago la mía y va a empezar la aventura de Massa, que es de división en el peronismo y que no es nueva en el partido: viene desde los ’80. Si el escenario de derrota se vislumbra va a haber una división.

-¿Cómo ve el escenario de Córdoba?
-No conozco a Córdoba en profundidad pero es un distrito importante que plantea algunos interrogantes: si Schiaretti hubiera sido candidato a presidente en 2019 con el grupo de los cuatro que armó él y que duró hasta su reelección como gobernador, en mayo del 2019, Schiaretti sería Presidente de la Nación. Él pertenece a un elenco de gobernadores peronistas que son de los más fuertes y que tienen que explicar por qué no han querido ser candidatos a presidente. No quiso ser él ni Perotti y otros que gobiernan los distritos más importantes de la Argentina. Tal vez no quisieron jugar una carta electoral nacional para no arriesgar el distrito.

-¿Ganaba Schiaretti jugando a fondo a nivel nacional en 2019?
-Totalmente. Una fórmula Schiaretti-Pichetto ganaba caminando. Y creo que eso no ocurrió porque los hombres fuertes de ese grupo (Schiaretti-Massa-Pichetto-Urtubey y Lavagna) no lograron acordar en una fórmula convicciones y proyectos. Schiaretti puede decir que prefería no arriesgar lo que tenía en una aventura nacional porque le hacía perder el distrito. Eso pasa en la política y Mendoza es un ejemplo. Cuando Cobos fue vice de CFK el radicalismo rifó el poder provincial de dos mandatos. Ahora, si yo tuviera que escribir una biografía de Schiaretti sería “el hombre que se peleó con la historia”.