La próxima semana no habrá audiencias en el juicio que comenzó el 15 de este mes al policía Mariano Martínez, por el procedimiento realizado en 2014 que terminó con un joven hemipléjico.
Sí habrá trámites que serán determinantes en lo que resta del proceso. La víctima, Damián Pérez, falleció el año pasado. Por esa razón, antes de que se iniciara la audiencia oral y pública, el fiscal Marcelo Sicardi solicitó la integración de jurados populares ante un nuevo escenario: la posible existencia de un homicidio y no sólo de lesiones graves causadas al joven, tal como llegó la acusación original a esta instancia.
Para acreditar esa hipótesis es necesaria una pericia médica, que acredite que la causa eficiente de la muerte de Pérez, el 8 de marzo del 2022, se encuentra en las lesiones que le provocó la bala que ingresó a su cuerpo por la espalda.
El próximo martes habrá una reunión de peritos oficiales y de partes (defensa y querella) para analizar la historia clínica del joven. Según anticipó a PERFIL CÓRDOBA Nicolás Turturro, abogado de la familia de la víctima, el médico que designó la querella tiene “elementos suficientes para señalar que el deceso fue producto de las complicaciones que se extendieron en el tiempo a partir de la lesión que lo dejó postrado”.
Pero además de la tarea para determinar si se configura el homicidio, el fiscal planteó otra sospecha: el arma que apareció a metros del cuerpo de Pérez habría sido plantada por policías. Por eso pidió la reconstrucción virtual del episodio.
Hasta ahora nunca se investigó de quién era esa pistola. El viernes 12 de mayo se realizó una inspección en barrio Bella Vista, donde el 12 de julio de 2014 un móvil policial detuvo a Pérez, su hermano y un amigo. Aquel día la víctima salió corriendo y por detrás lo persiguió Martínez. En esa circunstancia desenfundó el arma y le disparó. La bala le ingresó por la espalda. Cayó inconsciente y luego fue trasladado al Hospital Misericordia. Padeció lesiones que lo dejaron sin movilidad ni sensibilidad desde la cintura hasta los pies.
Fue en esa ocasión cuando se secuestró un arma a 20 metros del lugar donde cayó herido el joven. En las primeras audiencias del juicio declararon los efectivos que intervinieron en el operativo. A partir de esos testimonios, el fiscal Sicardi sostiene la fuerte presunción de que el arma habría sido plantada para justificar el accionar policial. Para eso se realiza la reconstrucción virtual que podría llevar algunas semanas.
Por lo pronto, el tribunal presidido por Horacio Carranza dispuso suspender las audiencias para diligenciar las pruebas solicitadas y por el pedido de la defensa de Martínez, a cargo del abogado Hugo Luna, que debe replantear la defensa por el cambio de acusación que formuló el fiscal.
Los escenarios que ahora enfrenta el policía incluyen: la absolución –ya recibió esa sentencia en 2019 en un primer juicio que fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia– si no se alcanzan certezas para una condena; una sanción por lesiones gravísimas –la acusación con la que llegó– o la prisión perpetua por homicidio, si se comprueba que la muerte de Damián Pérez ocurrió por el disparo que le efectuó.
El juicio está abierto a ese abanico de posibilidades y, a esta altura, no es posible aventurar cuál será el resultado. Dependerá de las numerosas pruebas, las conclusiones de las partes y la convicción que alcancen los jurados.
Este es el segundo juicio que enfrenta Martínez. En el primero, realizado en 2019, fue absuelto. Dos años más tarde, la Sala Penal del TSJ anuló la sentencia y ordenó un nuevo debate, que es el que se concreta en la actualidad.