El universo del radicalismo se vio convulsionado esta semana con la presentación en sociedad del nuevo espacio denominado Sumar. La agrupación está integrada por intendentes, concejales, legisladores, dirigentes juveniles y entre los nombres que dijeron presente en la primera reunión, aparecen referentes como Rodrigo de Loredo, Orlando Arduh, Javier Bee Sellares, Javier Fabre, Luis Picat y Marcos Ferrer, entre otros.
En un comunicado fundacional emitido el miércoles por el propio frente, se explicó que el objetivo “es continuar incorporando espacios del partido para lograr una nueva conducción para la UCR y asumir, desde allí, el desafío de liderar Cambiemos y volver a gobernar Córdoba en el 2023”.
En una primera instancia, Sumar se mostró en la vereda de enfrente a los nombres que hasta el momento eran una marca indiscutida del radicalismo, como son Ramón Mestre y Mario Negri. Varios de los dirigentes presentes en el primer cónclave dispararon duros dardos contra ambos dirigentes y también contra Oscar Aguad, otro apellido de peso dentro de la UCR de Córdoba. Esta semana, el propio Mestre acusó recibo del lanzamiento de Sumar, pero se mostró conciliador y llamó a un gran acuerdo del radicalismo.
“Los radicales necesitamos mirar para adelante y construir un proyecto alternativo serio, que tenga una vocación real de poder. Yo llevé adelante este proyecto en su momento y así gané dos elecciones municipales en Córdoba”, destacó Mestre en diálogo con el programa Despertate.
“Necesitamos evolucionar y ser generosos. Hace largo tiempo que lo vengo expresando. Debemos crear un radicalismo que tenga identidad y que tenga unidad con vocación de poder”, agregó con tono conciliador y sin confrontar con nadie dentro de su espacio.
Mestre contó además, en la última semana, con Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero y uno de los dirigentes radicales más críticos hacia el propio Mestre.
“Debemos hablar con todos los sectores para conformar una nueva alternativa. No hay ningún problema con ningún radical. Tenemos que hacer el esfuerzo de superar nuestras diferencias, porque la gente necesita un proyecto alternativo. Creo que nosotros somos capaces de hacerlo. Algunos no tendrán tanta vocación de poder, nosotros sí la tenemos”, completó Mestre.
A diferencia del tono conciliador y pacifista con que se expresó respecto a sus correligionarios, en la semana que pasó el exintendente apuntó todos sus cañones contra el gobernador Juan Schiaretti, a quien criticó por su gestión y por la falta de entrevistas públicas brindadas por el principal funcionario de la provincia.
