El Tribunal de Ética del Poder Judicial de Córdoba analiza si el juez Alejandro Weiss, integrante de la Cámara 3ª del Crimen, incurrió en alguna falta al dirigir el juicio por el robo de una motocicleta a Maximiliano Herrera, un joven de 24 años de edad.
“Abrimos una causa de oficio”, confirmó a PERFIL CORDOBA Armando Andruet, presidente del organismo que evalúa inconductas de los magistrados. Herrera había sido víctima de un asalto en barrio San Jorge en noviembre del año pasado. Le robaron su moto y un reloj. Se investigó el hecho. Rubén Serrano confesó ser el autor del robo. El juicio terminó en una condena a seis años y dos meses al ladrón.
Lo insólito es que, durante la audiencia, desde la perspectiva del juez Weiss, Herrera incurrió en contradicciones, lo amonestó verbalmente –testigos indican que fue a los gritos- por sus inconsistencias y ordenó su imputación por falso testimonio e inmediata detención en la cárcel de Bouwe r, donde permaneció dos días. El joven no tenía antecedentes penales y jamás pensó vivir una experiencia de este tipo. Fue al juicio como víctima para declarar lo vivido y terminó preso. Mientras tanto, el fiscal de Instrucción, Víctor Chiappero, continúa la investigación por presunto falso testimonio del joven.
El abogado Daniel Pereyra, quien asumió la defensa de Herrera, intenta encontrar las razones de lo ocurrido. Según la versión de su asistido, cuando ocurrió el robo “él tenía el casco puesto, la moto no arrancaba y cuando la puso en marcha se golpeó la cara. Cuando denunció el robo advirtió que no sabía si se había golpeado al hacer ese movimiento o si fue el ladrón quien lo lesionó”, explicó a este diario. La lesión en el rostro de Herrera es el detalle que disparó su presunta declaración contradictoria en la testimonial.
El acta policial de la denuncia dice que Herrera relató que el ladrón lo golpeó en el rostro. Pero luego, el joven dice no estar seguro si fue así o no. “Le corrieron el lápiz”, opinó Pereyra. Durante el juicio, Weiss intentó determinar el grado de agresividad y violencia protagonizada por el asaltante. Por eso insistió en preguntar al joven sobre ese aspecto. Fue el momento en que se produjeron los titubeos.
La cuestión que intentará analizar ahora el Tribunal de Ética es si la decisión de Weiss de imputarlo y detenerlo inmediatamente fue la correcta o se extralimitó.
Falso testimonio. En numerosos procesos penales, al cabo de audiencias de juicio, no es raro que los camaristas insten la apertura de causas por falso testimonio. Lo distintivo, en este caso, es que no era un testigo más sino la víctima y había padecido una situación traumática, no obstante la cual ordenó su inmediata detención. “Si hubiera sido querellante en el juicio no habría permitido que esto ocurriera”, alertó el abogado de Herrera, quien tomó la defensa después del juicio. Y explicó que, en estos casos, para determinar la responsabilidad penal de quien incurre en falso testimonio hay que valorar el elemento subjetivo.
La pregunta, en este contexto, es si Herrera con su declaración agravó la situación de su agresor. Si se advierte que la declaración que finalmente sostuvo fue la de no reconocer a su victimario como autor del golpe que lesionó su rostro, se deduce que no. En todo caso, sucedió lo contrario. Sobre la apertura de la investigación ética, Weiss ya fue notificado y se espera su descargo y explicación de las razones que lo llevaron a tomar las actitudes que adoptó. A partir de allí, el tribunal analizará su conducta y puede optar por archivar la causa o emitir recomendaciones que, incluso, podrían derivar en la apertura de un sumario.
Palacios, en trámite por el caso Abril Sosa
Continúa en trámite en el Tribunal de Ética la causa contra la fiscal de Instrucción Claudia Palacios por declaraciones públicas durante la investigación de la desaparición y posterior hallazgo de Abril Sosa, una niña de 4 años de edad, asesinada en enero de este año. En los albores de la causa, la fiscal sostuvo que el crimen podría relacionars e c o n un ajuste n a r c o y recriminó la carencia de cuidados que sufría por parte de sus padres.