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MERCADO LABORAL E INFLACION

Uno de cada tres ocupados trabaja más de 45 horas semanales

El dato lo aporte un estudio del Centro de Investigación y Formación de la CTA y da cuenta de la pérdida del poder adquisitivo del salario y de la necesidad de los trabajadores de estar "sobreocupados" para llegar a fin de mes. También creció el porcentaje de personas con más de una ocupación. Fuerte crecimiento de trabajadores bajo régimen de monotributo y monotributo social.

17-09-23POBR
POBRES Y SOBREOCUPADOS. Creció el número de trabajadores registrados con más de un empleo, que llega casi al 10%. | Cedoc

La incontenible fuerza con que vienen subiendo los precios en los últimos años y que se profundizó durante el actual no solo genera una permanente pérdida en el poder adquisitivo de los salarios, sino que está modificando la estructura del mercado laboral argentino. Y de forma medible.

A contramano del debate que intenta instalar, por ejemplo, la ministra de Trabajo de la Nación, Raquel “Kelly” Olmos quien consideró que la reducción de la jornada debería ser llevada a "alrededor de 40 horas, algunos plantean 36, que es la experiencia en los países más desarrollados", hace tiempo que la realidad muestra otra cosa.

La destrucción de la capacidad de compra y ahorro de los salarios lleva a que cada vez más argentinos pasen al terreno de la sobre ocupación, tomando más horas de trabajo durante el mes o buscando un segundo o tercer trabajo.

Ese retrato se plantea en un reciente informe de las investigadoras Mariana L. González y Cecilia Garriga del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), de la CTA. Allí, en un examen sobre la realidad del mercado laboral y cruzando datos de la Encuesta Permanente de Hogares se grafica que desde la salida de la pandemia comenzó a volver a verse una tendencia de mayor intensidad horaria en las ocupaciones  

El trabajo detalla que tendió a aumentar la proporción de personas sobreocupadas, es decir, aquellas que trabajan más de 45 horas semanales, que llega al 30,0%.

Asimismo, hay un mayor porcentaje de personas que tienen más de una ocupación, que pasó de 8,3% en el 1° trimestre de 2021 a 9,4% en el mismo trimestre de 2023. Para las investigadores es claro que este crecimiento, que se observaba ya desde 2018, puede asociarse a la necesidad de complementar bajos ingresos ante la caída de su poder adquisitivo.

Por otro lado, descendió la proporción de personas subocupadas, es decir, aquellas que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y que están dispuestas a trabajar más horas. Ello es esperable ya que el fenómeno de la subocupación involuntaria tiende a crecer en momentos de crisis y a retraerse a medida que crece el empleo.

Otro costado que viene mostrando el mercado laboral es que si bien hay una expansión general del empleo, se crece con matices. El empleo asalariado registrado ha crecido constantemente luego del impacto relativamente reducido que sufrió como consecuencia de la pandemia. Desde 2021 cada trimestre se han sumado en promedio casi 90.000 puestos asalariados registrados, que implican alrededor de 350.000 anuales.

Sin embargo, los puestos asalariados registrados han perdido peso en el total del empleo en los últimos años, ante el incremento más fuerte de los puestos no registrados y de los no asalariados. Entre los primeros trimestres de 2020 y de 2023 se generaron en términos netos 1,5 millones de puestos de trabajo, de los cuales sólo el 37,7% son asalariados registrados, mientras que el 39,2% son asalariados no registrados y el 23,1% son no asalariados.

Más monotributo. Otro aspecto del trabajo de CIFRA/CTA detalla cómo ha crecido el empleo registrado. En ese sentido marca que el empleo registrado llevaba, a junio de 2023, 30 meses de crecimiento consecutivo y sostenido. En el último año, se sumaron en total 543.800 trabajadores registrados en las distintas modalidades ocupacionales, lo que implica un aumento de 4,3%.

De este total, 217.100 son personas asalariadas en el sector privado y 81.100 en el sector público. Pero se destaca un crecimiento muy fuerte de trabajadores inscriptos en el monotributo (163.200) y en el monotributo social (79.800). “Una parte de los mismos debería considerarse como relaciones asalariadas ocultas, más que como trabajadores independientes, lo que explica parcialmente el incremento en el empleo asalariado no registrado que evidencian otras estadísticas”, dicen las investigadoras.

Este mismo fenómeno de elevado crecimiento del empleo asalariado registrado con aumento aún más fuerte de los trabajadores inscriptos al monotributo y el monotributo social se observa cuando se considera todo el ciclo de crecimiento pospandemia. Así, en términos netos, entre diciembre de 2019 y junio de 2023 los trabajadores en el monotributo aumentaron en 22,3% y en el monotributo social, 62,1%.

Trabajadores en hogares pobres. Finalmente, poniendo el foco en la relación pobreza y empleo se remarca que la pobreza viene  creciendo desde comienzos del año pasado (en el 1° trimestre de 2022 el 34,5% de la población vivía en hogares en situación de pobreza y esa proporción fue de 38,8% en el mismo trimestre de 2023).

González y Garriga sostienen que el empeoramiento de los ingresos laborales incidió en esta mayor tasa de pobreza. “En el 1° trimestre del 2023, el 28,8% de las personas ocupadas habitaba hogares cuyos ingresos no alcanzaban a cubrir la Canasta básica de pobreza. Entre los asalariados no registrados y los trabajadores independientes no profesionales esas tasas son significativamente más altas: 47,1% y 41,7% respectivamente. Pero para los asalariados registrados se observa un mayor aumento relativo en el transcurso del último año: la proporción de quienes viven en hogares en situación de pobreza pasó de 12,8% a 15,5%”.