El último informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) señaló que durante junio se registraron 420.740 puestos de trabajo en la construcción en el país. Un número que representa una caída del 1,2% con relación a mayo de este año y de 2,9% en la comparación interanual. El trabajo también advierte que “la reducción mensual del empleo se verificó a lo largo de todo el territorio nacional, y que son 20 las jurisdicciones que dieron cuenta de un volumen de ocupación inferior al correspondiente a mayo último. La caída más significativa se verificó en la Provincia de Córdoba, distrito que explicó una merma de casi uno de cada cinco puestos de trabajo durante el mes bajo análisis”.
La construcción, uno de los motores de la economía y gran generador de empleo, mostraba señales de fatiga. El Gobierno nacional ya había corregido a la baja las expectativas de crecimiento y comunicado un recorte para la obra pública. Pero todavía faltaba que aparezcan en escena dos grandes sombras: los cuadernos de Centeno, vinculando a las principales firmas del sector con maniobras de corrupción, y la corrida y crisis cambiaria, que derivó en fuerte devaluación y tendrá correlato directo en la actividad.
La caída. Desde la sede Córdoba de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, su líder, Néstor Chavarría, confirma que, desde hace unos meses, el sector entró en terreno de destrucción de empleo: “Venía repuntando basado sobre todo en la obra pública, pero hace seis, siete meses empezamos a estancarnos y hoy estamos perdiendo puestos. Retrocedemos. El sector privado había empezado a moverse pero, con la corrida del dólar, los créditos hipotecarios se cayeron. Eso marcó el inicio de la caída. Con las últimas novedades y la caída en la obra pública es lo más preocupante”.
En su análisis, el dirigente gremial destaca que la construcción es un sector con mucha inercia para caer o levantarse. “Nosotros estamos cerca de los 18 mil trabajadores en Córdoba y en los últimos tres meses perdimos 500. Finalizan obras públicas y se han parado emprendimientos privados. Por ejemplo, están terminando las redes troncales de gas. Ahí hay 300 trabajadores que quedan fuera del mercado, sin perspectivas de obras que comiencen. El panorama es muy oscuro”, dice.
Presupuesto y conflictividad. En este contexto, Chavarría cree que la discusión por el Presupuesto será clave para monitorear que la construcción no tenga un achique muy pronunciado y se generen bolsones de desocupados en las ciudades. “Es una industria que por cada puesto directo que se pierde hay que sumarle cuatro más que trabajan para este sector. Si sigue así se paraliza un sector en el que el Gobierno se apoyó mucho por las obras. A nivel país se pueden perder 100 mil puestos de trabajo. Con las obras se contuvo, sobre todo, el conflicto social. Ahora la conflictividad es un tema que venimos planteando en todos los estamentos del gobierno”, adelanta.
Cuadernos: pedido por las empresas
El caso de los cuadernos de Centeno es otro frente de preocupación para la Uocra por la posible caída de empresas que son grandes empleadoras. “La Justicia tiene que actuar con mano dura. Pero el Estado tiene una gran responsabilidad, no puede paralizar empresas grandes porque estamos hablando de miles y miles de trabajadores. Que metan preso a quien tengan que meter preso, pero que sigan los puestos de trabajo porque si no va a ser muy complicado”, sostiene.
