CORONAVIRUS
Pandemia mundial

Efecto coronavirus: el aire se vuelve más puro en los países con cuarentenas totales

El bloqueo y la reducción de la actividad económica en China condujeron a una reducción estimada del 25% en las emisiones de CO2. Algo así podría pasar en Argentina.

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Según un estudio realizado para Carbon Brief, el bloqueo y la reducción de la actividad económica en China condujeron a una reducción estimada del 25% en las emisiones de CO2 durante cuatro semanas. | CEDOC

Los esfuerzos para controlar la pandemia de coronavirus redujeron la actividad económica y conducido a mejoras localizadas en la calidad del aire: hay menos transportes en las calles y menos producción en las fábricas.

En los países paralizados o que funcionan a media máquina, la población respira mejor gracias a una reducción de la contaminación atmosférica, incluso si es aún demasiado pronto para medir los efectos a largo plazo. Las imágenes satelitales de la NASA son elocuentes: en febrero, la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2), producido principalmente por los vehículos y las centrales termoeléctricas, cayó drásticamente en Wuhan, la ciudad china epicentro de la covid-19. De rojo/naranja, el mapa pasó a azul.

Según un estudio realizado para Carbon Brief, el bloqueo y la reducción de la actividad económica en China condujeron a una reducción estimada del 25% en las emisiones de CO2 durante cuatro semanas.

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El sistema de vigilancia atmosférica mundial Global Atmosphere Watch coordina la observación a largo plazo de las concentraciones de gases de efecto invernadero a escala planetaria El mismo fenómeno constató a principios de marzo por la Agencia Espacial Europea en el norte de Italia, zona confinada desde hace varias semanas para luchar contra la propagación de la enfermedad. Lo mismo estaría ocurriendo en Madrid y Barcelona, donde se aplica un confinamiento estricto desde mediados de marzo, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.

El NO2, gas que provoca una inflamación importante de las vías respiratorias, es un contaminante de corta vida. Permanece "cerca de un día en la atmósfera" estacionado junto a las fuentes de emisiones, lo que lo convierte en un buen indicador de la intensidad de las actividades humanas, explica Vincent-Henri Peuch, del programa europeo de observación de la Tierra, Copérnico. Estas bajas radicales son inéditas. "Es la primera vez que veo un cambio tan significativo en una región tan grande y vinculado a un acontecimiento", señalaba Fei Liu, investigadora de la NASA (la agencia espacial estadounidense), para el caso de China.

Después de la crisis financiera mundial de 2008-2009, se siguió un fuerte crecimiento de las emisiones en las economías emergentes, un retorno al crecimiento de las emisiones en las economías desarrolladas y un aumento en la intensidad de los combustibles fósiles de la economía mundial, según un estudio en Nature Climate Change. Entonces, la disminución "fue más continua en el tiempo", agrega Alberto González Ortiz, especialista en calidad del aire de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Ahora, en el norte de Italia, país más afectado por el coronavirus después de China, "los niveles de concentración media de NO2 se dividieron casi por dos", afirma Vincent-Henri Peuch. Las mediciones de ozono superficial en la estación Global Atmosphere Watch de Monte Cimone, que domina el valle del Po en el norte italiano, muestran una disminución en marzo de 2020, según datos en bruto. Es demasiado pronto para sacar conclusiones firmes sobre la importancia para las concentraciones de gases de efecto invernadero, según el Consiglio Nazionale delle Recerche de Italia y el Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que la reducción de las emisiones como resultado de la crisis económica provocada por el coronavirus, no son sustituto de acciones contra el cambio climático. “Pero es demasiado pronto para evaluar las implicaciones para las concentraciones de gases de efecto invernadero que son responsables del cambio climático a largo plazo. Los niveles de dióxido de carbono en las estaciones de observación clave han sido, hasta ahora, más altos que el año pasado”, aclaró en un comunicado esta Organización.

Para su director, es irresponsable minimizar los enormes desafíos de la salud y la pérdida de vidas que causa el Covid-19 a pesar de las reducciones locales de contaminación y la mejora en la calidad del aire. "Sin embargo, ahora es el momento de considerar cómo usar los paquetes de estímulo económico para apoyar un cambio a largo plazo hacia prácticas comerciales y personales más amigables con el medio ambiente y el clima", aseguró Petteri Talas.

¿Y a largo plazo?

Para otros países o regiones que tomaron medidas de confinamiento -Argentina, Francia, Bélgica, California, Túnez, Baviera, Colombia-, será necesario esperar un poco para ver la evolución. De todos modos esto no quiere decir que el aire es puro: en China, Pekín experimentó episodios de contaminación con partículas finas en febrero, señala el Observatorio de la Tierra de la NASA.

Lo mismo en París, que registró un índice de contaminación medio a pesar del confinamiento, a raíz de la presencia de partículas finas y de ozono. En efecto, la concentración de gases contaminantes varía según el clima, explica Vincent-Henri Peuch. "Algunas fuentes de emisiones, como la producción de energía y las vinculadas a la vivienda visiblemente no disminuyen cuando más personas se quedan en casa", agrega. Sin embargo, las partículas PM2,5 y PM10 y el monóxido de carbono "también deberían disminuir con el correr del tiempo", según Peuch.

¿Qué impacto puede tener sobre la salud este paréntesis, cuando la contaminación atmosférica provoca 8,8 millones de muertes prematuras por año en el mundo, según un reciente estudio? "Toda reducción de contaminación es bienvenida", subraya el neumonólogo francés Bruno Housset, presidente de una fundación contra las enfermedades respiratorias. A corto plazo, la contaminación con partículas finas provoca una irritación en los ojos y en la garganta, y dificultades respiratorias.

Entre las personas de edad o asmáticas, puede ser necesario recurrir a atención médica por patologías respiratorias o cardiovasculares en los días o semanas siguientes a la exposición. En los casos más graves, pueden morir. A más largo plazo, esta contaminación puede conducir a enfermedades crónicas, respiratorias o cardiovasculares, o a cáncer de pulmón.

El confinamiento puede permitir entonces "disminuir los efectos inflamatorios", afirma Housset, más teniendo en cuenta que la calidad del aire en el interior de las habitaciones depende mucho del aire exterior. Difícil sin embargo medir los beneficios en el horizonte "lo que más impacto tiene es la exposición a largo plazo", recuerda Alberto González Ortiz.

DATO. Las emisiones representan lo que pasa a la atmósfera, mientras que las concentraciones representan lo que queda en la atmósfera después del complejo sistema de interacciones entre la atmósfera, la biosfera, la litosfera, la criosfera y los océanos. El dióxido de carbono permanece en la atmósfera y los océanos durante siglos. Esto significa que el mundo está comprometido con el cambio climático continuo, independientemente de cualquier caída temporal en las emisiones debido a la epidemia de coronavirus, asegura la Organización Metereológica Mundial.

DS