CORONAVIRUS
Racismo y cuarentena

La cooperación para garantizar derechos

La pandemia ataca a todos sin distinción. Por eso es necesario garantizar a todos las condiciones de acceso a la salud y a la educación

Villas Cuarentena 20200430
Cuarentena en las villas | Juan ferrari y Pablo Cuarterolo

En medio del crecimiento de los contagios por el virus Covid-19 en las villas y asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires y en la Provincia de Buenos Aires se denunció que existía un “Racismo estructural” y que por ello las víctimas de la pandemia no recibían la atención que el Estado debería brindarle en igualdad a otros porteños y bonaerenses.

Es sabido que la estigmatización, los estereotipos o la discriminación es el primer escalón donde se observa la violencia en una sociedad que puede terminar en la negación o el impedimento al goce de algún derecho.

La estigmatización, los estereotipos o la discriminación es el primer escalón donde se observa la violencia en una sociedad que puede terminar en la negación o el impedimento al goce de algún derecho.

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El racismo es un concepto utilizado históricamente para justificar el impedimento al acceso a bienes u oportunidades basados en la suposición de que un grupo o individuo es superior a otros en base a ser biológico o por la cultura de donde proviene. Principalmente hacia poblaciones migrantes, en situación socioeconómica de pobreza, afrodescendientes y pueblos indígenas entre otros. Sin dudas, estos prejuicios han incidido en otros contextos como el Apartheid en Sudáfrica para negar derechos políticos, económicos y sociales.  

Estamos viendo en el accionar del Estado tanto Nacional como de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires ciertos debates a cómo trabajar el confinamiento dentro de cada una de las villas y barrios de emergencia sin caer en estigmatizaciones o situaciones que nos hagan recordar períodos oscuros donde se recluían obligatoriamente en pequeñas áreas a diversas poblaciones por pertenecer a determinado grupo étnico, religioso o pertenecer a minorías o condiciones socioeconómicas.

Sin dudas prevenir el contagio es la tarea principal a realizar en los barrios donde el hacinamiento y la imposibilidad de mantener la distancia social hace que sea uno de los grandes desafíos a encarar como política pública. Pero a la vez entender que son ciudadanos, que teniendo las herramientas necesarias, pueden discernir como ejercer sus derechos al cuidado sin vulnerar sus libertades.

Ahora entendiendo que el Estado tomó la decisión de obligar a permanecer encerrados, con policías y gendarmes en sus hogares, debemos proveer ciertas garantías mínimas a los que se van a mantener aislados.

El virus no discrimina. Ataca a todos por igual. Pero si cambia en como el Estado responde a la misma situación en diferentes contextos. No caer en la vulneración de derechos hoy es el mayor desafío.

Es por ende que es necesario contar con espacios de control políticos a las acciones a realizar por los gobiernos por parte de las diversas Legislaturas de cada una de las jurisdicción como de los Poderes Judiciales e instituciones como las diferentes Defensorías del Pueblo, De la Tercera Edad, De las Niñas, Niños y Adolescentes entre otros entes y de control ciudadano como las organizaciones internas de la propia comunidad de villas y barrios que permitan asegurar una hoja de ruta clara, precisa, con tiempos determinados y previendo formas de salida y entrada donde lo excepcional es el control policial y no la regla.

Todavía quedan ciertos aspectos a trabajar desde una perspectiva inclusiva e interseccional en la políticas públicas del Estado tanto a nivel federal, como provincial y municipal con los migrantes, las personas en situación de pobreza, afrodescendientes y otros grupos vulnerables, que es el acceso a los bienes como la educación y la salud de forma igualitaria tal cual lo habilita la ley.

El virus no discrimina. Ataca a todos por igual. Pero si cambia en como el Estado responde a la misma situación en diferentes contextos. No caer en la vulneración de derechos hoy es el mayor desafío.

*Licenciado en Ciencia Política UBA con Posgrado en Derechos Humanos de la American University Washington College of Law –Washington D.C. EE.UU