El equipo de epidemiólogos que asesoran a Horacio Rodríguez Larreta recalcula por estas horas la estrategia para luchar contra el Coronavirus. En concreto, observan que la cantidad de casos en villas dejó de crecer y ahora se transformó en una línea en forma de meseta, pero, a la vez, ya visualizan que podrían comenzar a darse focos de contagio focalizados en determinados barrios.
En ese marco, en el Gobierno porteño retomaron un viejo apotegma que nunca dejó de esta en boca de los funcionarios: “viene lo peor”. Pero ahora, con una vara más cercana: la primera quincena de junio. “No sabemos cuánto va a durar el pico. Calculamos entre seis y diez semanas”, explican en el ministerio de Salud.
Con todo, el ministro Fernán Quirós en estos días comenzó a rearmar la estrategia sanitaria para la Ciudad de Buenos Aires ya que, salvo en un par de villas (la 31 y la 1-11-14, en menor medida) no están muy focalizados los contagios aún.
En concreto: si se logran controlar los contagios en barrios vulnerables, ahora el centro de la pandemia porteña llegará al resto de los barrios. “Ahora nos tocará trabajar sobre los focos de contagios, y tenemos que salir activamente. Por eso ahora avanzamos con las búsquedas activas, caso por caso”, explican en Salud. En donde haya focos, habrá testeos masivos de contactos estrechos de los infectados y todo lo que los rodea.
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Esto supone, por ejemplo, desde la familia y los vecinos que haya contactado, hasta el control en comercios donde haya estado. “No nos imaginamos un testeo de un edificio entero pero sí una consulta sobre síntomas, tos, fiebre alta o falta de olfato”, apuntan en la Ciudad.
En ese marco, un equipo especial de funcionarios se ocupa del seguimiento de contactos estrechos con infectados.
Paralelamente, en el Gobierno porteño descartan cerrar un barrio o incluso una villa. Según los números que analizan en Salud, en los barrios vulnerables la curva de contagios presenta una meseta. “No tenemos brotes nuevos, hace días que se mantiene la cantidad de casos”, explicaron.
“No vamos a cerrar nada. En la Ciudad todo tiene otra dimensión. En la 31 y en la 1-11-14 hay edificios de hasta cinco pisos, en Villa Azul son todas casas”, explican en el Gobierno porteño. “Para nosotros no es aplicable”, sentenció Diego Santilli, en diálogo con Radio La Red.
Por lo pronto, en las villas se sumaron de 15 a 50 las postas sanitarias en las entradas y salidas de los barrios, donde se les toma la fiebre y se los consulta a los vecinos si tienen síntomas. A su vez, hoy hay aproximadamente 1.200 personas de los barrios vulnerables en aislamiento en hoteles, según datos oficiales.
ES/MC