CULTURA
Nota de tapa

Abdulrazak Gurnah: El Migrante en las Tinieblas

Autor de diez novelas –solo tres traducidas al español– y de varios cuentos, el escritor nacido en Zanzíbar en 1948 y radicado en Reino Unido desde hace varias décadas, fue elegido en Estocolmo el pasado jueves Premio Nobel de Literatura 2021. Si bien sabemos que en su obra florecen las consecuencias del colonialismo y la suerte de los refugiados, diseccionamos aquí su modo de narrar, sus influencias y e intereses literarios.

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Analizamos en profundidad la obra del flamante Premio Nobel de Literatura 2021. | cedoc

El miércoles pasado, el escritor italiano Alessandro Raveggi escribió en su cuenta de Twitter: "El premio Nobel italiano de Física Giorgio Parisi es conocido por sus teorías sobre la murmuración, el fascinante e inescrutable murmullo de los estorninos en vuelo. Diría que es medio Premio Nobel de Literatura". Más tarde aclaró: "Pongo entre comillas (murmullo), la palabra vive de esta fascinante ambigüedad entre murmullo y murmullo. Hablo desde el reino de la ambigüedad, el de la literatura". Ocurre que el término en inglés "murmuration", respecto al vuelo en bandada de los estorninos, no equivale al significado en lenguas de origen latino. En un artículo publicado en 2010 en Proceedings of the National Academy of Science, Parisi descubrió cómo el comportamiento de un estornino, el cambio de velocidad, afecta y se ve afectado por el resto, sin importar cuán numerosa sea la bandada.

Más allá de eso, Raveggi tiene razón, escribir desde la física teórica sobre el vuelo de las aves es un suceso literario, aunque desde la perspectiva de la ciencia dura resulte un delirio sin asidero aplicar esos resultados en otros entornos. La llegada de estas aves a la Argentina se detecta en la zona de Bernal hacia 1980, conurbano de Buenos Aires, y está vinculada a la venta de animales exóticos en la conocida Feria de Domínico. El estornino pinto, nombre del invasor, según Julio Milat, director del Museo Ornitológico de Berisso: "Son un poco como barrabravas, ya que no solo compiten con las especies autóctonas por el alimento sino también por los espacios de nidificación; y no encuentran barreras naturales, porque las aves rapaces que se alimentan de palomas no suelen atacarlos porque no están acostumbradas". 

En sí, como en un rizo fantástico, el estornino resulta análogo a la actividad histórica de los colonizadores europeos alrededor del mundo, algo que remite a la substancia del reciente Premio Nobel de Literatura otorgado por la Academia Sueca que, sin dudas, luce un tanto confusa en la observación de aves propias así como las que medran en otras ciencias. Entonces, para este año, Abdulrazak Gurnah, novelista nacido en Zanzíbar (1948) y radicado en Reino Unido, fue elegido en Estocolmo el pasado jueves. Dicha región insular de África oriental ya es famosa en todo el mundo por un peculiar cantante que, para la misma época, también migró con su familia a Londres: Farrokh Bulsara, conocido como Freddie Mercury, corazón estético del grupo de rock Queen.

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Otro aspecto del premio es el tono político en respuesta al Brexit que produjo el reciente desabastecimiento en las islas por la falta de mano de obra inmigrante

Hace veinte años, Gurnah recordaba su llegada a Europa en un artículo periodístico: "Vengo de Zanzíbar, una pequeña isla frente a África que en 1964 había sido testigo de un levantamiento violento que condujo a una conmoción catastrófica. Miles fueron masacrados, comunidades enteras fueron expulsadas y muchos cientos encarcelados. En el desastre y las persecuciones que siguieron, un terror vengativo gobernó nuestras vidas. A los 18, un año después de terminar la escuela, escapé. Muchos otros hicieron lo mismo; algunos fueron capturados y desaparecidos, la mayoría escaparon a salvo".

"Para que no parezca tomar a la ligera estos eventos, quiero recordar los terribles riesgos que corrió la gente para escapar. Hemos visto fotos de estas personas en nuestras pantallas de televisión, hacinadas en botes de pesca, aferradas a los costados de canoas o incluso a trozos de madera toscamente amarrados. No había visto ninguna de esas fotos cuando salí de Zanzíbar y supongo que tampoco muchas de las que miramos mirándonos aterrorizados. Las personas corren esos riesgos porque temen por sus vidas. Es algo indiscutible y terrible tener tanto miedo. Quiero recordar eso, y recordarle a cualquiera que esté inclinado a olvidar o que no haya imaginado cómo se sentiría". En el mismo texto recuerda que llegó a la capital británica con su hermano, los dos con apenas 400 libras esterlinas, magros ahorros que no alcanzarían por mucho tiempo. A diferencia del cantante, cuya tez blanca y familia acomodada facilitaron su adaptación, el migrante africano debió enfrentar una furia racista con políticas que reavivaron la violencia.

En dicha frecuencia es el otro aspecto del premio de la Academia Sueca, el tono político en respuesta al Brexit británico que produjo el reciente desabastecimiento en las islas por la falta de mano de obra inmigrante, expulsada por el cisma económico. La crítica social de Gurnah es precisa hoy mismo: "El debate sobre el asilo está emparejado con una narrativa paranoica de la raza, disfrazada e introducida clandestinamente como eufemismos sobre tierras extranjeras e integridad cultural. Se rumorea una vez más que la especie anglosajona está al borde de la extinción, cuando una mirada alrededor del mundo muestra cuán exitosamente ha invadido y desplazado a otras. Hay una manera racional y humana de llevar a cabo este debate, al igual que había una mejor manera de hablar sobre la llegada de tantos no europeos a Gran Bretaña en los años posteriores a 1945. Esa mejor manera requiere conocimiento y humanidad".

Entre los méritos literarios para el premio, Anders Olsson, presidente del Comité Nobel, difundió lo siguiente: "Gurnah ha publicado diez novelas y varios cuentos. El tema de la disrupción del refugiado recorre su obra. Comenzó a escribir a los 21 años en el exilio en inglés y, aunque el suajili era su primer idioma, el inglés se convirtió en su herramienta literaria. Ha dicho que en Zanzíbar, su acceso a la literatura en suajili era prácticamente nulo y que sus primeros escritos no podían contarse estrictamente como literatura. La poesía árabe y la persa, especialmente Las mil y una noches, fueron una fuente temprana y significativa para él, al igual que las suras del Corán. Pero la tradición del idioma inglés, desde Shakespeare hasta V.S. Naipaul, marcaría especialmente su trabajo. Dicho esto, cabe destacar que conscientemente rompe con lo convencional, volcando la perspectiva colonial para resaltar la de las poblaciones indígenas. Así, su novela Desertion (2005), sobre una historia de amor, se convierte en una franca contradicción con lo que ha llamado el romance imperial; donde un héroe convencionalmente europeo regresa a casa de escapadas románticas en el extranjero, en las que la historia alcanza su inevitable y trágica resolución. En Gurnah, la historia continúa en suelo africano y nunca termina".

Gurnah estudió en Christ Church College del Reino Unido. Luego se trasladó a la Universidad de Kent, donde obtuvo su doctorado en 1982

Además, reconoce que "en todo su trabajo, Gurnah se ha esforzado por evitar la omnipresente nostalgia por una África precolonial más prístina. Su propio origen es una isla culturalmente diversificada en el Océano Índico, con una historia de trata de esclavos y diversas formas de opresión bajo una serie de potencias coloniales (portuguesas, indias, árabes, alemanas y británicas) y con conexiones comerciales con todo el mundo. Zanzíbar era una sociedad cosmopolita antes de la globalización". Pero entre sus novelas, destaca una en particular, la "cuarta novela de Gurnah, Paradise (1994), su gran avance como escritor, se desarrolló a partir de un viaje de investigación al África oriental alrededor de 1990. La novela tiene una referencia obvia a Joseph Conrad en su interpretación del viaje del joven héroe inocente Yusuf al corazón de las tinieblas. Pero también es un relato de mayoría de edad y una triste historia de amor en la que chocan diferentes mundos y sistemas de creencias. Se nos da un recuento de la historia de José en el Corán, en el contexto de una descripción violenta y detallada de la colonización de África oriental a fines del siglo XIX. En una inversión del final optimista de la historia del Corán, donde Joseph es recompensado por la fuerza de su fe, Yusuf de Gurnah se siente obligado a abandonar a Amina, la mujer que ama, para unirse al ejército alemán, que había despreciado anteriormente. Es característico de Gurnah frustrar las expectativas del lector de un final feliz…".

Según Felicity Hand, de la Universidad Autónoma de Barcelona, en un artículo publicado en The Literary Encyclopedia: "Sus obras agregan hilos más coloridos al tapiz de la historia de África oriental y exploran el poder de la memoria y el papel que juega en la construcción de nuestras identidades con pinceladas de humor, patetismo y simpatía. Utiliza el espacio secularizado occidental para imaginar la identidad musulmana en sus propios términos para, a pesar del enfoque en valores humanos transnacionales como la bondad y la generosidad, su trabajo se beneficia de ser leer con su herencia musulmana a la vista. Sus narrativas se centran en los hombres musulmanes y su búsqueda de un nuevo tipo de masculinidad, mientras que sus personajes femeninos crean para sí mismos posiciones de sujeto nuevas y altamente contingentes. Por tanto, Gurnah es un escritor preocupado por la evolución de las categorías de género y pide nuevas configuraciones de espacio en sociedades multiétnicas y multiculturales como su África oriental natal y la Gran Bretaña contemporánea".

Para Luca Prono, autor de Encyclopedia of Gay and Lesbian Popular Culture (2007): "La migración y el desplazamiento, ya sea de África oriental a Europa o dentro de África, son fundamentales para todas las novelas de Gurnah. Memory of Departure (1987) analiza las razones del protagonista detrás de su decisión de dejar su pequeña aldea costera africana. Pilgrim’s Way (1988) retrata la lucha de un estudiante musulmán de Tanzania contra la cultura provincial y racista del pequeño pueblo inglés al que ha emigrado. Paradise (1994), que fue preseleccionada para el Premio Booker de ficción de 1994, conserva en cambio un escenario africano. Explora el viaje de Yusuf desde la pobre casa de sus padres hasta la rica mansión del tío Aziz, con quien ha sido empeñado para pagar las deudas de su padre. El narrador anónimo de Admiring Silence se ha construido una nueva vida en Gran Bretaña, escapando del terror estatal que reinaba en su Zanzíbar natal. Ha creado historias románticas de su tierra natal para su esposa y sus padres, que se hacen añicos cuando tiene que regresar a África. En By the Sea (2001), Saleh Omar, un solicitante de asilo inusualmente anciano que acaba de llegar a Gran Bretaña, y Latif Mahmud, un profesor universitario que ha estado en Inglaterra durante varias décadas, se encuentran para descubrir historias de su pasado que revelarán entre sí conexiones inesperadas".

Gurnah estudió en Christ Church College del Reino Unido. Luego se trasladó a la Universidad de Kent, donde obtuvo su doctorado en 1982. Entre 1980 y 1983, enseñó en la Universidad Bayero de Kano en Nigeria. Fue profesor y director de estudios de posgrado en el departamento de inglés de la Universidad de Kent hasta su reciente jubilación. Además de escribir diez novelas y cuentos, editó dos volúmenes de ensayos sobre escritura africana. En ese contexto, escribió y supervisó ensayos sobre la obra de autores como Ngugi wa Thiong’o, Wole Soyinka, Dambudzo Marechera, Zoë Wicomb, Salman Rushdie, Anthony Burgess, Joseph Conrad, George Lamming y Jamaica Kincaid.

El editor que tradujo y editó por primera vez en nuestra lengua a Gurnah fue el argentino Mario Muchnik, radicado en Barcelona, a través del sello que llevó su appellido (luego El Aleph Editores), con las novelas Paraíso y Precario silencio. Más tarde Poliedro publica En la orilla. Muchnik es autor de Lo peor no son los autores. Autobiografía editorial 1966-1997, donde da cuenta de su visión personal y trato con autores como Italo Calvino, Elías Canetti, Bruce Chatwin, Marcelo Cohen, Julio Cortázar, Ismael Kadaré y Amo Oz, entre muchos otros. Este aval visionario a la obra literaria del laureado puede considerarse mucho más fehaciente que el extravío académico sueco, por tanto esperamos que toda su obra se traduzca en los próximos años. Tal vez como un síntoma de una migración insólita de títulos, en 2013 el español Rafael Chirbes publica una novela con el mismo título que el de Zanzívar: En la orilla, por Anagrama, lo que lo convierte en un plagiador tardío de un Premio Nobel de Literatura, tal vez su único mérito.