Cuando los jefes de Estado extranjeros visitan la Casa Rosada, son conducidos por la gran Escalera de Honor rumbo al despacho del presidente o el Salón Blanco. Al ascender por los escalones de esta suntuosa escalera de mármol, los visitantes se topan con un inmenso tapiz desde el cual los mira el general José de San Martín; imponente, guerrero, montado en su inmortal caballo blanco.
Esta obra adorna la Escalera de Honor de la Casa Rosada desde hace casi 100 años. Fue un regalo con el que la República Francesa quiso homenajear a nuestro país con motivo del Centenario de la Revolución de 1810. El motivo elegido, el general San Martín, encarnaba los vínculos que unen a Argentina y Francia: aquí nació, en la provincia de Corrientes, y allí murió, en Boulogne-Sur-Mer.
El regalo francés llegó a Argentina en 1917, durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen, y fue ubicado en un lugar honorífico en la Casa Rosada, frente a la "Escalera Francia", que conduce a los Salones de Recepción y Recintos Presidenciales, ubicados en la planta principal del Palacio, en el primer piso.
Por entonces la Casa Rosada daba sus primeros pasos como un palacio. Apenas unos años antes, por orden del presidente Roque Sáenz Peña, se le había dado a la Casa de Gobierno el aspecto palaciego: se construyeron salas de recepción -una Renacentista, una de estilo Luis XV y una Luis XVI-, las escaleras, un comedor estilo francés y una biblioteca. El tapiz francés es una de las más grandes obras que adornaron la flamante "Casa".
Durante la visita del presidente François Hollande, en febrero de 2016, las autoridades francesas decidieron restaurar el tapiz y devolverle su esplendor original, tareas que se prolongarán hasta agosto. Según informó la Casa Rosada, los trabajos incluirán la limpieza del tapiz con vapor y la reparación de la estructura conformada por hilos de seda. La Dirección de Patrimonio de la Presidencia, el Institut Français d’Argentine y la empresa francesa Peugeot-Citroën participarán de las obras de restauración.
El tapiz fue tejido entre 1911 y 1914 por la "Manufacture des Gobelin", una fábrica creada durante el reinado de Luis XVI, el "Rey Sol" de Francia. En esta fábrica, que sobrevivió a la Revolución Francesa, se elaboraron más de 5.000 ejemplares siguiendo los métodos artesanales del siglo XVII y los diseños de grandes maestros, como Le Brun, Poussin, Boucher y, ya en el siglo XX, Jean Lurçat o Pablo Picasso.
El diseño, con el prócer argentino montando a caballo durante el histórico Cruce de los Andes, es obra del pintor naturalista Alfred Roll (1846-1919), quien fue uno de los pintores oficiales de Tercera República Francesa. En la obra, San Martín aparece vistiendo uniforme militar, rodeado por un cielo resplandeciente y guiado por dos glorias aladas. La guarda lateral, reproduce ejemplares de la fauna y flora argentinos, y al pie, se lee la dedicatoria, que indica que es un regalo oficial de la República Francesa a la Argentina.
Una vez finalizados los trabajos, el tapiz será expuesto en el Museo Nacional de Bellas Artes de París y más tarde regresará a la Argentina, donde será expuesto a partir de marzo de 2018 en Buenos Aires en el marco de la cumbre del G20. Con motivo de su restauración, donde también serán presentadas varias piezas históricas así como tapices contemporáneos de la "Manufacture des Gobelins".
El tapiz de San Martín será restaurado por el Mobilier National, una secretaría del patrimonio artístico de Francia, que dirige la "Manufacture des Gobelins". La fábrica, que todavía funciona y puede visitarse, dispone de 15 telares, y continua produciendo los mejores tapices de París. Siglos atrás, sus obras adornaron los palacios del Louvre, Versalles, Tullerías y otras residencias reales de Europa. Por su parte, la Galérie des Gobelins, también ubicada en la Ciudad Luz, expone desde 1914 un gran número de tapices fabricados allí.
