Un gran grupo de curiosos y valientes degustadores se acerca a la ciudad sueca de Malmö para visitar el insólito museo de la comida asquerosa. Desde una El denominado ‘Vino de ratón’ es uno de los productos que se presentan en el museo, pasando por un pene de toro y hasta vino de ratón, son algunos de los 80 alimentos más repugnantes del mundo con los que cuenta la exposición.
El museo estará abierta en un antiguo matadero de la ciudad hasta el 27 de enero, y fue creado por Samuel West, responsable también de un museo de ajedrez. El original ticket de entrada (18 euros la tarifa completa) es una bolsa para vomitar para evitar contratiempos si el estómago del visitante no logra soportar este corrosivo recorrido culinario, que toma entre media hora y dos horas.
El objetivo es que la gente "explore el mundo de la alimentación" y se dé cuenta de los "sesgos" culturales, explica el director de la exposición, Andreas Ahrens. "El asco es siempre subjetivo. Depende de con qué se ha crecido. Es como si nos hubieran adoctrinado".
En la exposición muchos de los alimentos son frescos y algunos pueden tocarse. A algunos curiosos les cuesta resistirse a palpar el pene de toro crudo, un afrodisíaco en China.
Hay platos, como el queso repleto de gusanos, el jugo de ojo de cabra, las sopas de tortuga o de murciélago, el estofado de cabeza de cabra o el alcohol de ratones, que incluso los visitantes más valientes dudan en probar.
El museo espera atraer entre 150 y 500 curiosos cada día de apertura (de miércoles a sábado) y presentar la exposición en otras ciudades de Europa y del mundo.
ED