Escenario uno (la entrega): Racing pierde esta noche con San Martín de San Juan, suma apenas cuatro puntos de 15 y se aleja aún más de los punteros, el propio Zubeldía empieza a dudar de su continuidad, Bonelli predice otra catástrofe, los entrenamientos empiezan a ser a puertas cerradas, la fecha siguiente en Avellaneda los hinchas cuelgan banderas agresivas y vuelven a reprocharles a los jugadores la falta de “entrega” y la escasa “actitud”.
Escenario dos (la rebelión): Racing le gana esta noche a San Martín de San Juan, escala hasta la mitad de la tabla y mantiene la esperanza de pelear arriba, Zubeldía siente cierto alivio, Sand confía y Capusotto duda entre alegrarse o maldecir, pero de todos modos la fecha siguiente en Avellaneda la gente recibe al equipo con insultos y acusan a todo el plantel de no sentir lo que siente un verdadero hincha.
Escenario tres (la nada): Racing empata esta noche con San Martín de San Juan, el puntito insulso no beneficia ni perjudica a nadie, Zubeldía apaga el teléfono, Cogorno lo confirma en el cargo, la fecha siguiente en Avellaneda la Guardia Imperial esconde el telón, exige revisionismo histórico y estrena un cantito muy agresivo en el que el verso “qué cagada, qué cagada” rima con “no sirven para nada”.
Y todo por Independiente.
La paradoja. Racing está encerrado en un dilema: pase lo que pase esta noche, puede recibir palos de su gente. Lo notable de este absurdo es que acá no está en juego el destino propio, sino que todo tiene que ver con Independiente. Es que el vecino de Avellaneda pelea por no descender contra Unión, Quilmes y San Martín de San Juan, y el deseo de muchos hinchas de La Academia es que estos tres equipos sumen a costa de lo que sea, aun de los puntos propios. Se les corrió el eje. Si hasta hay fanáticos que empiezan a mirar con cariño la camiseta roja y blanca con bastones verticales, la blanca con vivos azules y la verde y negra. La de siempre, la blanquiceleste, volverá la temporada que viene.
Un recorrido por los foros de hinchas de Racing en internet sostiene la paradoja. Las posturas se enfrentan y se cruzan: los que quieren ganarles a los sanjuaninos se apoyan en la grandeza histórica, y los que prefieren perder también argumentan que se trata de un momento histórico. Ambito propicio para el insulto gratuito, los foros rebosan de simpatizantes que desde hace dos semanas ya empezaron a debatir qué hacer frente a los rivales del Rival. “Yo lo doy, total Vélez perdió 4 partidos y salió campeón”, escribió un tal Eldipyyy, un hincha despreocupado por la dignidad y los acentos. Juan Pedriyo fue más genital: “Perder el domingo me chupa un huevo y me daría una gran alegría por las mierdas de los de al lado”. Uno apodado El Tío se animó a ir más allá de San Juan: “También quiero perder con Quilmes y Unión, si se puede escandalosamente estos dos partidos, mejor aún”.
En estas tribunas virtuales que son los foros, algunos recurren al humor. Un ciberhincha apodado Maxxico, por ejemplo, propuso un equipo alternativo, aunque con escasas aspiraciones: al arco, el cajón con Neustadt; una línea de tres con Mirtha Legrand, Marcelo Bonelli y Guillermo Andino; un doble cinco con Ruckauf y Lito Cruz; Sergio Denis y el pastor Giménez por afuera, y un tridente demoledor: Francella, Emilio Disi y las manos de Perón.
Claro que también aparecen hinchas sensatos que intentan que el resto entre en razón. Ivaan, enardecido, escribió: “Si me decís que es la anteúltima y Racing está haciendo una campaña de 26 puntos, y bueeeeno, pero 5ª fecha? Entregar las pelotas”. Y Leo_ByR coincidió, también a los gritos: “Ni en pedo les doy los puntos, ni en pedo!!! A ganar, Racing, qué carajo les pasa???”.
Mediáticos. Entre tanto hincha que se escuda en el anonimato de la web, aparecen los que cada día tienen que dar la cara desde la tele. Guillermo Andino, conductor de América Noticias y fanático de Racing, le reconoce a PERFIL que desea el descenso de Independiente, pero que en todo caso ocurra por mérito propio. “Racing tiene que salir a ganar siempre. Hacer lo contrario sería deshonesto. Porque, además, no tenemos un colchón de puntos para darnos el lujo de regalar nada”. El periodista, además, asume que la Academia perdió la oportunidad de hacerle daño al Rojo en el clásico de hace dos semanas, que al final perdió. “El partido era ése –se lamenta–. Pero al peor Independiente de la historia Racing le jugó como si fuera un equipo de fútbol femenino”.
Zapping. Canal 13. Habla Luis Otero: “Racing tiene que ganarle a San Martín de San Juan, y si fuera posible, cuatro a cero. Es como decían las abuelas: la muerte no se le puede desear a nadie”. El conductor de Telenoche toma distancia del fundamentalismo vecinal. “Sé que hubo muchos hinchas de Independiente que disfrutaron el descenso de Racing, pero también sé que esas actitudes fomentan la violencia –dice Otero–. No es honroso ni digno desear que tu equipo pierda para perjudicar a otro. Tuvimos la oportunidad en el clásico, ahí sí que había que poner todo. Pero lamentablemente no sucedió”.
Nobleza obliga. El debate sobre entregar o no los puntos se instaló hace dos semanas, cuando Racing perdió la oportunidad de darle a Independiente otro empujón al descenso. Los hinchas, aunque con opiniones divididas, se hacen notar, pero en definitiva a la cancha salen los jugadores. Agustín Pelletieri fue el primero que habló: “Me parece absurdo plantear que Racing pierda con San Juan para complicar a Independiente”. Un par de días después, Zubeldía mantuvo el mismo tono: “No existe la posibilidad de salir a perder”, sentenció el entrenador. Del lado de Independiente, el que recogió el guante fue Fabián Vargas: “Son profesionales y van a salir a ganar. En lo que llevo de carrera como futbolista, nunca vi algo diferente”. La postura de los jugadores, que son los personajes más nobles dentro del mundo del fútbol, es clara.
No es cierto que la última fecha del torneo pasado, cuando Racing visitó a Unión, los jugadores estaban en el vestuario antes del partido y entre ellos comentaban que en la revancha en Avellaneda se podría definir el descenso de Independiente. Y es falso de toda falsedad que un referente sugirió que si eso ocurriera entregarían los puntos. Y sólo la fantasía desmedida de un trasnochado podría imaginar las sonrisas cómplices de todo el plantel. Eso, que quede claro, no sucedió jamás. Porque cuando arrancan los partidos, se sabe, las especulaciones quedan afuera. Los únicos ventajeros suelen ser algunos hinchas, que a veces cambian por un rato el color de sus camisetas. Pero por un rato nomás.