Media hora de Messi fue suficiente para el delirio de sus fanáticos
Messi busca a Jordi Alba para celebrar el segundo de Inter Miami, que cerraba el partido ante NY Red Bull. |
AFP
Matías D. Lauría*
Aquellos que se acercaron al estadio de los Red Bulls, en el estado de Nueva Jersey, para presenciar el debut oficial de Lionel Messi en la Major League Soccer (MLS) finalmente fueron recompensados por su paciencia. En particular, los que pagaron sumas exorbitantes para ver al superastro argentino en acción, se sintieron inicialmente defraudados cuando se anunció la alineación titular del Inter Miami sin la presencia del número 10. La gente que agotó las entradas no se cansó de corear “Queremos a Messi” durante la primera mitad y el inicio de la segunda parte. Faltando 30 minutos para concluir el partido, la leyenda argentina ingresó al campo de juego y se ganó una estruendosa ovación ante una multitud récord de 26.276 personas.
Y si algo faltaba para coronar una noche perfecta para el debut de Messi en la MLS y para el delirio de sus seguidores, incluyendo a los simpatizantes de los Red Bulls, a pocos minutos para el final, el genio frotó la lampara y culminó una jugada brillante con un gol de su marca.
La jugada la inició Jordi Alba quien realizó un salto acrobático para el centro de Sergio Busquets, y con la espalda hacia el suelo y la pierna izquierda levantada, Busquets usó el costado de su pie para centrar el balón hacia Messi. La estrella de 36 años controló el balón para evitar a un defensor, regateó hacia su derecha y pasó el balón entre otros dos rivales en un pase magistral para el joven Benjamín Cremaschi.
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Mientras el arquero se movía para cubrir el poste cercano, Cremaschi superó al defensor y le pasó el balón a Messi de un solo toque. Corrió hacia el arco y dejó que el balón rebotara en su pie izquierdo y entrara en la red desprotegida para su undécimo gol en nueve partidos con el Miami en todas las competiciones.
La presencia de quien ya es considerado el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos en las cercanías de Nueva York convocó a varias celebridades, tal como ocurrió en las anteriores presentaciones de Messi en Miami y otras ciudades estadounidenses. Coincidiendo con una celebración por el 50 aniversario del hip-hop, organizada por los Red Bulls, las estrellas de este género musical Fat Joe y French Montana se hicieron presentes para ver al 10.
Ambos artistas estuvieron en el partido junto con la leyenda del rap DMC, quien de manera curiosa afirmó antes del inicio del partido que planea postularse para presidente. También estuvieron presentes Vin Rock, DJ Kay Gee, DJ Skribble y DJ Scratcon. Además, asistieron el ex alero de la NBA, Carmelo Anthony, el dramaturgo nacido en Nueva York, Lin-Manuel Miranda, y la pareja de fútbol femenino Kristie Mewis y Sam Kerr.
Dada la anticipación que rodeaba su debut en la MLS, los precios de las entradas para el partido se dispararon dramáticamente durante la última semana, con algunos aficionados pagando varios miles de dólares para conseguir un pedazo de la acción. La entrada más barata en Gametime se vendía por 311 dólares que era barato en comparación con otros: el asiento más económico de StubHub costaba $354.
Fanáticos de Messi del área de Nueva Jersey y Nueva York se hicieron presentes en el estadio y de hecho expresaron su devoción al futbolista argentino durante los días previos al enfrentamiento del sábado por la noche. Decenas de simpatizantes hicieron guardia solo para echar un vistazo (o incluso un autógrafo) e hicieron fila en el Hotel W en Hoboken, donde Messi y el resto del Inter Miami se hospedaron antes su juego. Solo la llegada del ómnibus con el equipo atrajo a cientos de fans.
Pero los que estaban viendo el partido no se limitaron a Harrison, Nueva Jersey, ya que los aficionados que no pudieron conseguir una entrada optaron por una opción más económica: ver el espectáculo de Messi en medio del brillo de Broadway de forma gratuita. MLS y los Red Bulls anunciaron la proyección en Times Square en las redes sociales, con Messi apareciendo en el cartel y el título: “Un gran enfrentamiento de la MLS requiere una pantalla grande”.
Los seguidores habían llenado el corazón de Manhattan, algunos luciendo camisetas de fútbol, con y sin su nombre en la espalda, y estallaron en aplausos cuando Messi conquistó el segundo gol del Inter Miami.
