DEPORTES
DESPUES DEL RETIRO

NBA sin Manu: nada será como antes

El torneo empieza esta semana, pero sin Ginobili tendrá un gusto diferente. San Antonio quedó sin referentes.

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Ahora. Los Spurs perdieron a Ginóbili, pero también a Parker y Leonard, que se fueron a otras franquicias. | cedoc

Manu Ginóbili fue –y qué difícil es usar el pasado– uno de los tres mejores extranjeros en la historia de la NBA, así como uno de los basquetbolistas más completos, ganadores y únicos de las últimas décadas no ya en la liga de oro del baloncesto internacional, sino en cualquier ámbito que tenga que ver con este deporte fascinante. Pero sus eurosteps, sus triples sobre la hora, sus penetraciones en velocidad, su defensa asfixiante y su insólita pericia para robar el balón serán desde ahora un recuerdo hermoso que, de todos modos, volverán frecuentemente, tanto por el contraste que generan las ausencias como por la sana costumbre que los estadounidenses tienen de homenajear a sus ídolos mientras están vivos.

Para el mundo, la NBA sin él tendrá un gusto distinto, a pesar de que de esta temporada se espera mucho, con equipos prometedores en el Este –como Boston, Toronto y Philadelphia– y con una Conferencia del Oeste en la que estará, más que nunca, con Lebron James vestido de violeta y amarillo en los Lakers, el foco máximo de atención de los fans.

Pero allí donde los argentinos ven tierra arrasada, la prensa y los aficionados de San Antonio –un equipo cuyos mejores talentos han huido– admiten, como en la canción de Milton Nascimento, que nada será como antes.

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Por eso, cuando PERFIL lo consulta, Carlos Morales, comentarista histórico de NBA para ESPN, afirma que, con la salida del bahiense, los Spurs han perdido “liderazgo, competitividad y un modelo para los jugadores jóvenes del equipo, mientras que la liga ha perdido a uno de sus mejores embajadores pero también a una gran atracción de taquilla, pues eran muchos los que pagaban su boleto para ver jugar a Manu, especialmente en estos dos últimos años, cuando su retiro era inminente”.

El ex director técnico de la selección de Puerto Rico advirtió sobre el aumento de la brecha de talento entre el Este y el Oeste, y agregó: “Creo que uno de los factores que influyó en la decisión de Ginóbili fue notar que se quedaría solo. Los otros referentes de la franquicia, luego del retiro de Duncan, se fueron: Kawhi Leonard a Toronto Raptors y Tony Parker a Charlotte”.

Al referirse al delicado sitio en que ante este panorama ha quedado San Antonio, concluyó: “No necesariamente el equipo hará una temporada poco competitiva, porque el plantel no es tan débil cuando analizas a sus jugadores y porque siempre hay que contar con el genio del entrenador Gregg Popovich”.

Acaso en esa hipótesis cifre su esperanza Argentina, huérfana de connacionales en la mejor liga del universo por primera vez en mucho tiempo y, por si fuera poco, ávida de disfrutar, como si todavía fuera posible, a un hombre que, en el suroeste de los Estados Unidos, probablemente sea más célebre que en el país en que nació.

Mientras tanto, el mundo delirará con LeBron, con Kyrie Irving, con Kevin Durant, con Stephen Curry, con James Harden, con Chris Paul y con todas las estrellas de ese planeta cargado de adrenalina que llamamos NBA. Y frente al cual, desde este rincón de América del Sur, volveremos a repetir melancólicamente las palabras que Milton legó a la inmortalidad.