Primero lo primero: el triunfo que necesitaba Racing ante Central Córdoba en Santiago del Estero fue un suplicio. No para quienes veíamos el partido, sino para los propios jugadores, que tuvieron que jugar con 38 grados de temperatura en otoño. La crisis climática no solo está en el desmonte santiagueño: también en el estadio Madre de Ciudades, en medio de un partido cualquiera de la Copa de la Liga.
En ese contexto, Racing logró ponerse en ventaja relativamente temprano a través de Maravilla Martínez, que recibió un pase filtrado de Agustín Almendra. El mediocampista volvió de una lesión y se hizo sentir: es clave en el manejo y en las asociaciones en toda la zona de creación del equipo de Costas.
La Academia amplió la ventaja con otro gol de Maravilla y estaba para golear. Pero como Racing siempre sufre, esa sensación duró poco: Garrido descontó con un cabezazo –los últimos cuatro goles que recibió Arias fueron de ese modo– y de repente Central Córdoba lo acorraló. Así transcurrió el partido hasta que Maravilla hizo su hat trick y definió todo bajo ese calor tremendo.
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