Las yaguaretés Tobuna y Mbarete murieron en las últimas horas. Tobuna fue la pionera de la iniciativa por reinsertar la especie en el Iberá. Mientras que Mbarete, una de sus nietas, fue de las primeras yaguaretés nacidas en Corrientes luego de 70 años.
Desde la organización agregaron que “aunque las noticias asociadas a la recuperación del yaguareté en general son buenas, hoy debemos comunicarles una sumamente triste: el fallecimiento de las yaguaretés Tobuna y Mbarete”, comenzó el comunicado.
“Tobuna y Mbarete fueron dos heroínas en los proyectos de recuperación de su especie y, aunque su muerte nos conmociona, continuamos trabajando para que Chaco y Taragüi puedan pronto recorrer libres los Esteros del Iberá, donde ya viven libres otros yaguaretés desde hace dos años”, publicaron en Twitter Rewilding Argentina.
Tobuna y Mbarete
Tobuna nació en cautiverio en Tucumán en 2001 y fue transferida luego al Bioparque de Batán en Mar del Plata, desde donde llegó como donación al proyecto de reintroducción de la especie en los Esteros del Iberá en 2015.
La fundación aclaró además que, debido a que había nacido y criada en cautiverio, “no podía ser liberada, pero vivió buena parte de su vida entre los montes y pastizales de grandes corrales del Centro de Reintroducción de Yaguareté ubicado en la isla San Alonso, en el corazón de Iberá”.
Sobre su descendencia, indicaron que “al ser un individuo ya grande cuando arribó al proyecto no tuvo crías en Iberá, pero sí lo hizo su hija Tania, también donada, por lo tanto, Tobuna es abuela y bisabuela de dos generaciones de yaguaretés que ya viven libres en la inmensidad de los esteros”, remarcaron desde Rewilding.
Por su parte, Mbarete, “falleció debido a una herida en una pata, cuyo origen no pudo ser determinado y que derivó en una infección que no pudo ser tratada por encontrarse en condiciones de semi-libertad, lo que dificultaba su captura y tratamiento de la herida”, expresaron desde la fundación.
Desde Rewilding llevaron tranquilidad en relación con la descendencia: “Los cachorros de Mbarete, Chaco y Taragüi, se encuentran en perfectas condiciones: ellos se alimentan por si solos, por lo cual continúan en un corral sin contacto con personas”. Y agregaron que en unos meses “comenzaremos a ofrecerles presas vivas, continuando el curso habitual de acciones de manejo activo para que puedan ser liberados cuando crezcan”.
NT / ED