Adele compró la mansión de Sylvester Stallone en Beverly Hills con un descuento de 52 millones de dólares.
La cantante inglesa pagó 58 millones de dólares, cuyo precio inicial era de 110 millones, comentó el actor en una entrevista brindada al Wall Street Journal.
Aunque Adele “se enamoró” de inmediato de la mansión, se dio una disputa que estuvo por echar a perder la operación de compra: nada menos que una estatua de Rocky Balboa que se encuentra junto a la piscina.
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Stallone tenía planeado llevarse esa estatua cuando cambiara de manos la propiedad, pero Adele exigió quedarse con ella, porque es una gran fan de la saga de “Rocky” y también era un elemento clave para adquirir esa casa en particular.
“Entonces no hay trato. Eso va a echar por tierra todo el trato”, recordó Stallone en la entrevista. Pero finalmente el actor recapacitó y se la dejó.
Además, confesó que está muy contento con la remodelación que está haciendo la cantante. “Me gusta lo que está haciendo, la está dejando preciosa”, expresó.
La nueva casa de Adele
Según el medio Harper’s Bazaar, la casa de Sylvester Stallone fue vendida por 58 millones de dólares. Tiene ocho habitaciones, 11 baños, sala de proyecciones, sala de fumadores con un bar a medida, garaje para ocho coches, una piscina olímpica, un spa, estudio de arte, entre otras instalaciones de lujo.
Para hacer frente a la operación de la que es su cuarta propiedad en Los Angeles, la cantautora suscribió una hipoteca 37,7 millones a principios de este año y para cubrir esa deuda paga mensualmente 227 mil dólares.
El patrimonio de Adele se estima en 220 millones de dólares.
LM
