ECONOMIA
CON EL RIESGO PAIS EN MINIMOS DESDE NOVIEMBRE

Buscan cerrar el pago de la deuda hasta 2020 para evitar turbulencias

Como por ahora consigue más crédito de lo esperado en los vencimientos de 2019, podría derivar US$ 10 mil millones del FMI al programa financiero del año que viene. Señales.

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Pax. Sandleris lleva cuatro meses sin sobresaltos en el Banco Central. | Piemonte

El cierre de enero “fue demasiado bueno” evaluaron fuentes del Banco Central. En el primer mes del año se vivió un veranito financiero en todas las variables: se mantuvo la estabilidad cambiaria, se aceleró la baja de la tasa de interés, la Bolsa porteña subió 20% y registró un nuevo récord nominal, los bonos repuntaron en promedio más de 10%, y el riesgo país cayó a 654 puntos ayer, mínimos desde noviembre. Jugó a favor el contexto internacional, entre otros factores, por la decisión de la Reserva Federal de no subir la tasa de referencia, lo que beneficia a los mercados emergentes como la Argentina. En ese contexto, el Gobierno aprovecharía este escenario para mostrar a mitad de año el cierre del programa financiero, incluso hasta 2020, para despejar la incertidumbre que aún reina en los inversores sobre la capacidad de pago para ese año ante un eventual recambio de gobierno, y así intentar atravesar lo más tranquilo posible cualquier cimbronazo por las elecciones.

Programa. Por los desembolsos previstos en el acuerdo con el FMI, no hay necesidad de recurrir este año al financiamiento en el mercado internacional de capitales. Asimismo, la necesidad de refinanciar los vencimientos de corto plazo este año se redujo al 46% frente al 60% proyectado originalmente, por un mayor saldo de caja al previsto inicialmente con el que arrancó 2019. Y en ese terreno, el Gobierno “viene bien” porque está logrando porcentajes muy superiores de renovación –entre 70% y 100%– como se ve en las últimas licitaciones de Letes y Lecaps (bonos que emite el Tesoro). Incluso en la colocación de dos serie de Lecaps que efectuó el lunes último, los inversores demandaron mucho más de la letra con vencimiento en julio de 2020, que la que vencía en abril de este año. En el Gobierno no desecharon la posibilidad de extender la duración de los plazos en otras emisiones del Tesoro.

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En este sentido, fuentes del mercado comentaron a PERFIL que “quieren ir tanteando y ver si existe demanda para la emisión de un título de algo más de un año; eso lo tenés que ir hablando con tres o cuatro fondos como Templeton, Nomura, BlackRock, que te pueden asegurar hacer una colocación, que te van a comprar”.

En la última versión del programa financiero que presentó el equipo económico los primeros días de enero, se contempla la necesidad de emitir nueva deuda en 2020 por casi US$ 5 mil millones, y refinanción de vencimientos por 10.500 millones. Pero plantea que si “el refinanciamiento de los vencimientos de corto plazo plazo en el 2019 fuese igual o mayor al 70%, el saldo de caja acumulado al cierre del año permitirá eliminar las necesidades de financiamiento neto en 2020”.  He ahí la idea que ahora toma forma.

En ese sentido, Mauro Mazza, de Bull Market Brokers, asegura que en el Gobierno “quieren cerrar el financiamiento 2020 en mayo o junio, y están muy cerquita”. Destacó que “la colocación de Lecaps a más de 500 días abrió la posibilidad de que se renueve más del 40% del escenario base,  con eso no necesita bonos nuevos en el exterior porque liberaría hasta US$ 10 mil millones pensando en 2020”. Incluso especuló con que la capacidad de hacer roll-over de deuda en pesos y dólares durante 2019 “ayudará a mitigar 2021”.

Abstención. Pese al buen clima financiero y la caída del riesgo país, lo que abarata el costo de financiamiento de la Argentina, en el Gobierno prefieren ser cautelosos y evitar testear el interés de los inversores con una colocación en el mercado internacional. Al respecto, fuentes del equipo económico evaluaron que “hoy sería imprudente” esa opción. Afirman que lo que hay que hacer es “demostrar que estamos haciendo el esfuerzo para ubicarnos en un sendero sustentable, y mientras hacemos eso, tenemos la ventaja de contar con la ayuda financiera del FMI que se va a quedar por unos años y va a ayudar a reducir todas las preocupaciones que hay sobre 2020 y 2021”. La lectura oficial es que “eso eventualmente va a generar una ola de demanda de títulos” y vislumbran que esa oleada “probablemente va a ser después de las elecciones”. Además, resaltan que “todo el financiamiento de corto plazo que viene por Letes y Lecaps se está renovando bastante mejor de lo que es el escenario base, eso anticipa un exceso de financiamiento que se transmite a los años próximos, si vos ves más renovación, vas a tener que ese adicional con el que no contabas en el programa de repente te resolvió el 2020, y así va a seguir sucesivamente”.

Ven menos tasa, pero no más préstamos

¿Pueden bajar las tasas más rápido para que reactive la economía? Difícil. La inyección de liquidez al mercado por la compras de divisas que efectuó el Banco Central en enero cuando el dólar perforó el piso de la zona de no intervención, aceleró la baja de la tasa de referencia monetaria que surge de las licitaciones de Leliqs.

Esa tasa finalizó en enero en 53,7%, lo que implicó un descenso de 5,6 puntos porcentuales en un mes, y una caída de 19,8 puntos respecto al máximo de 73,5%, alcanzado el 8 de octubre pasado.  

En la subasta de ayer en la que se adjudicaron 170 mil millones, la tasa promedio se ubicó en 52,44%, la más baja desde la puesta en marcha el 1º de octubre del nuevo plan monetario.

La deuda externa ya asciende a 216 mil millones de dólares

Fuentes del Banco Central atribuyeron la disminuición significativa de la tasa “al mecanismo de oferta y demanda” del esquema monetario. “Lo que vimos estos días es que compramos dólares por la mayor demanda de activos en pesos, eso expande la base, (esos pesos se vuelcan a Leliqs), y precipitó la caída de tasas”, explicaron en la entidad monetaria.

Como el BCRA aumentó el jueves el tope diario de compras de dólares de 50 millones a 75 millones, se prevé que la dinámica descendente de la tasa continuará acelerándose.  

No obstante, en el BCRA admiten que “pese a que la tasa bajó rápido” por ahora no se traduce en una mayor demanda de préstamos. Alegan que “es la recuperación de la actividad (económica) la que precede a la recuperación del crédito”.