La canasta básica alimentaria para una familia tipo (un matrimonio con dos hijos) alcanzó en junio un costo de $ 30.690, lo que implica una suba de 2% promedio mensual, y un incremento de 42,89% interanual, según un relevamiento de la consultora Focus Market.
A su vez, el valor de la canasta alimentaria para un hogar integrado por una pareja totalizó $ 17.580, uno conformado por tres personas ascendió a $ 24.433, y de cinco miembros sumó $ 32.270.
Los productos que más aumentaron
Según el Índice de Precios Canasta Básica Alimentaria Consumo Masivo (IPCACOMA) que sondea la consultora, los productos que exhibieron los mayores aumentos de precios en junio respecto al mes anterior fueron la manteca, con un alza de 6,7%; el café, que se encareció 6,3%; y la harina de trigo, con un repunte de 5,8%
En la comparación interanual, los aumentos más pronunciados se observaron en el valor de las frutas, que trepó 80%; aceites con un 74%; y fiambres (69%).
Los datos oficiales del costo de la canasta básica alimentaria (CBA) y de la canasta básica total (CBT) de junio serán dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el 22 de julio.
En tanto, el organismo oficial dará a conocer el jueves próximo las cifras de inflación de junio que, según los analistas privados, osciló entre 3 y 3,4%, impulsado en gran parte por los alimentos.
El director de Focus Market, el economista Damián Di Pace, señaló que “la canasta básica alimentaria continuó subiendo en junio pero a menor ritmo que en los meses anteriores”, y remarcó que ante la aceleración inflacionaria del primer semestre, el gobierno “adelanta la reapertura de paritarias a agosto y el salario mínimo vital y móvil a septiembre”
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En ese sentido, el economista alegó que “el bolsillo del asalariado lo que intentó recuperar en el primer semestre del año no alcanzó para compensar la evolución de precios en el mismo período y afecta el consumo sobre lo más básico como es alimentos”
Restricciones cambiarias: más presión
En este contexto, Di Pace también advirtió sobre las nuevas restricciones cambiarias adoptadas por el Gobierno para operar con los dólares financieros (CCL y MEP), lo que recalentó al dólar blue que el lunes cerró a $ 177 -aunque este martes bajaba levemente a $ 176-, el mayor valor en lo que va del año, y llevó la brecha a más de 84% respecto al dólar mayorista oficial, un umbral que los economistas suelen advertir que de persistir en el tiempo podría trasladarse a precios dado que las empresas y negocios empezarán a mirarlo como referencia porque se alimentan las expectativas de una corrección del tipo de cambio.
Di Pace aseguró que “las nuevas restricciones sobre los dólares paralelos no hacen más que sembrar incertidumbre en el mercado cambiario”.
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“Cada vez que hay restricciones nacen nuevas incertidumbres y certezas. Por el lado de las certezas, Argentina por su alta presión tributaria tiene una alta informalidad y como el peso pierde valor el refugio natural es el dólar. Los precios en la informalidad encuentran qué para preservar valor frente a futura reposición los agentes económicos o compran productos o compran dólar y como conseguir producto no es sencillo el dólar tiene mayor presión”, planteó.
El economista sostuvo que “otra certeza es que cuando se amplían tanto las brechas y se retrasa el tipo de cambio oficial frente a la inflación la expectativa de devaluación es mayor post elecciones”.
“La incertidumbre está dada sobre posibles restricciones para conseguir dólares para importar insumos para producir los bienes que llegan a góndola por lo cual es natural adquirirlos en el paralelo” reflexionó
En ese marco, Di Pace afirmó que “mientras el Gobierno cuenta en la actualidad 18 programas de control, supervisión y fiscalización de precios en forma, la evolución del dólar en el mercado paralelo genera ruido en el sector empresario, que percibe que el dólar oficial se retrasa frente a la inflación, que los brechas se amplían y que mientras el gobierno insiste que no va a devaluar post elecciones, eso ya ha sucedido muchas veces en Argentina, y el temor de reposición de stock a otro valor del dólar es permanente en todo este camino hasta las elecciones”.
Un reciente informe de LCG también sostuvo que “el incremento progresivo de las cotizaciones paralelas refleja el aumento de las expectativas de devaluación y un nivel de incertidumbre económica y política creciente, algo que podría terminar erosionando el efecto sobre los precios que intenta moderar la agresiva ancla cambiaria del BCRA”.
Contexto preelectoral
A su vez, Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra, advirtió a PERFIL que con estas nuevas restricciones cambiarias “el problema de fondo es que es un año electoral, que es cuando tiende haber mayor dolarización de los agentes económicos, porque nadie quiere esperar a las elecciones parado en pesos porque en general después de los comicios suele haber algún tipo de ajuste, o la posibilidad de alguna corrección cambiaria, y aunque después no se concrete, ante la duda los agentes quieren dolarizarse y si no pueden en el CCL y el dólar Bolsa, buscan otros carriles, y uno de ellos es el blue”.
Lucas Yatche, Senior Financial Advisor de Liebre Capital, opinó que “toda la demanda que hoy está bloqueada se termina yendo al informal que es lo que se ve en el blue” y evaluó que “este endurecimiento en los controles desincentiva la inversión en el país, es menor seguridad para los inversores”.
MF / DS