El carry trade, o la bicicleta financiera consiste en tomar dinero en una moneda (con un bajo interés, como por ejemplo el dólar) para colocarlo en otra con un interés más alto (como podría ser el peso). Al fin del período con el capital inicial más la rentabilidad obtenida producto del interés percibido en la segunda (peso), compramos nuevamente la moneda original (dólar).
Lo deseable es comprar más dólares, de forma tal que esa cantidad adicional adquirida sea nuestra ganancia.
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El carry trade en la Argentina
Hasta acá todo luce bien, y si aplicamos lo dicho anteriormente a la actualidad local tenemos que, un inversor que posee dólares, los podría vender cobrando pesos, para invertir estos últimos a una tasa de interés del 65% /70% y luego con el capital más el interés generado, recomprar nuevamente los dólares que vendió.
Si asumimos que el tipo de cambio se mantendrá constante, la ganancia es más que interesante, puesto que colocarse al 65% anual en pesos, con un tipo de cambio “fijo” al final del período arrojará una ganancia del 65% en dólares.
Dimensionar el riesgo del carry trade
Sin embargo, sabemos que el tipo de cambio no es constante, entonces tenemos un escenario más incierto por delante. Vamos a intentarcuantificar el riesgo, y finalmente concluir si es una estrategia conveniente o no para el inversor.
Sabemos que la devaluación del tipo de cambio oficial viene a una velocidad del 6/7% mensual promedio (fenómeno denominado crawling peg), y por otro lado, el tipo de cambio CCL subió un 40% durante el año 2021 y un 64% en todo el 2022 aproximadamente, hasta la fecha.
Calcular el tipo de cambio proyectado
Para buscar un patrón del CCL, podemos considerar los pasivos monetarios más los pasivos remunerados sobre reservas porque son una buena “guia” sobre cuál sería un precio de equilibrio del CCL. Esto es a grandes rasgos: pesos, pases y Leliqs sobre reservas en dólares. Este número hoy nos arroja 390 pesos.
¿Significa esto que el dólar CCL debe subir a 390 de inmediato? No. Tampoco es una previsión del tipo de cambio en sí, puesto que 390 es el valor actual y que alguna modificación en las variables harán cambiar este valor referencial que tenemos hoy.
Pero lo que sí nos indica este valor es que el precio de mercado del CCL tienen una estrecha correlación, por este motivo al día de hoy podemos concluir que el tipo de cambio está “atrasado”.
Así; por un lado el tipo de cambio CCL viene subiendo a un ritmo anual de entre un 40% y un 60% anual y por otro lado, tenemos una guía de valor de ese precio que nos da la pauta que un precio de equilibrio debería ser de $390 hoy.
Nuestro escenario base, que entendemos como más probable, será de una devaluación anual de un 65%, usando el mismo valor que subió el último año y considerando el precio actual del CCL ($330). Dicho de otra forma, proyectamos un tipo de cambio CCL a un año de 545.
La clave: rentabilidad vs riesgo
Pero, el análisis no termina acá. No es cuestión de hacer una grilla y plantear que debajo de $545 ganaremos y por encima perderemos, porque estaríamos obviando lo más importante de cualquier decisión -el riesgo- y la gestión del mismo.
Por eso, y en mi experiencia, el foco principal es la activa gestión del riesgo, que es la clave para ser consistentemente en el largo plazo.
Lo que sigue, es determinar qué cantidad de dinero estamos arriesgando por cada dólar que queremos ganar, por supuesto, bajo las premisas mencionadas anteriormente.
Vamos a obviar los cálculos, que pueden encontrarse aquí con el detalle y la forma de aplicarlo. Pero no vamos a dejar de mencionar que lo que hacemos es entender cuál es la volatilidad del tipo de cambio, es decir, que tanto y tan rápido se mueve el CCL, para entender que esos movimientos son nuestro riesgo. Puesto que a mayor velocidad se mueve el tipo de cambio, mayor incertidumbre tendremos respecto de nuestra inversión.
Si nuestro escenario base se cumple, estaremos ganando un 14% en dólares. ¿Es esto malo? Por supuesto que a priori no.
Pero si profundizamos en el análisis, arribaremos a la conclusión de que estamos arriesgando una unidad monetaria ($1) por cada $0.20 que esperamos ganar. Y aquí reside el problema, en la asimetría de riesgo vs beneficio. Arriesgamos mucho, para ganar poco.
Poniéndolo en otros términos, es más conveniente invertir en un bono del tesoro al 4% anual, que hacerlo en esta estrategia para buscar el 14% anual. ¿Por qué? por el simple hecho de que el dinero que estamos poniendo en riesgo es mucho mayor.
El riesgo calculado anteriormente surge de considerar la volatilidad de los movimientos diarios del tipo de cambio. Es decir, observamos cómo se mueve el tipo de cambio día a día y eso nos da una indicación de la velocidad de sus movimientos (desviación estándar); para luego medir cual es el Sharpe Ratio que arroja esta inversión. El ratio de Sharpe es un indicador que mide la rentabilidad de una inversión ajustada por el riesgo asumido.
La probabilidad de éxito
Esto, no significa que el inversor no pueda obtener un beneficio al realizar esta operación, sino que estará inclinando la cancha en su contra, cada día, porque en cada nueva operación estará arriesgando más de lo que puede ganar y esa probabilidad en contra en algún momento pasa factura.
Esta es una de las claves del éxito a largo plazo, no subestimar los riesgos. Entenderlo y gestionarlo adecuadamente para ser consistentemente rentable como inversor.
¿Cuánto deberíamos ganar para que esa inversión sea atractiva?
O mejor dicho, cuál debería ser la devaluación esperada para que el retorno de esa inversión justifique el riesgo?
Alrededor de un 25/ 30% de devaluación.
En otras palabras si como inversor considera que la devaluación del CCL durante el próximo año será menor al 30%, tiene sentido que analice realizar esta operación.
* Trader de derivados financieros, bonos y market maker de opciones a nivel institucional durante mas de 16 años. Responsable de Rudolph. Newsletter: https://rudolphtrading.substack.com/