Coca-Cola reafirma su apuesta en el mercado de las bebidas energéticas deportivas al cerrar un acuerdo por el 85% de la empresa Body Armor. De acuerdo a lo trascendido, el rey de las gaseosas pagó US$ 5.600 millones, lo que la convierte en la compra más cara de la historia de la multinacional estadounidense. La adquisición más cara de la compañía, hasta el momento, era Costa Coffee en 2018, por la cual había invertido un poco más de US$ 5.000 millones.
Cabe señalar que el restante 15% ya era parte de Coca-Cola desde 2018. Esta decisión no fue algo inesperado, dado que en febrero último, la empresa comunicó a la Comisión Federal de Comercio su intención de hacerse con una participación mayor de Body Armor.
De esta forma, la marca refuerza su idea de competir con su rival Pepsico y su producto estrella, Gatorade, la bebida más vendida en la categoría de energéticas para deportistas, con una cuota de mercado del 70% en todo el mundo, muy por encima del resto de sus competidores.
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Body Armor no es la primer bebida energética en el catálogo de la multinacional. Actualmente, cuenta con las marcas Powerade y Aquarius. Una de las razones que llevaron a su compra fue que, en el pasado ejercicio, la empresa fundada por Mike Repole superó en ventas a Powerade, convirtiéndose en la segunda más vendida del mundo. Con el fin de desarrollar aún más el portfolio, Mike Repole, se convertirá en asesor de Coca-Cola.
La noticia apenas tuvo impacto en la cotización bursátil de la compañía, ya que los títulos apenas avanzaron un 0,59% en el arranque de la sesión hasta los 56 dólares. En marzo de 2020, coincidiendo con el arranque de la crisis del coronavirus, las acciones de Coca-Cola se desplomaron a 38,3 dólares y desde esa fecha han recuperado un 46,2% de su valor hasta lograr una cotización bursátil de 242.360 millones.
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Kobe Bryant, un visionario
La compra de Body Armor a manos de Coca-Cola también deja otro beneficiario, la familia de Kobe Bryant. La leyenda de la NBA decidió invertir en Body Armor en 2014 y fue ampliando su peso en la empresa hasta convertirse en el segundo mayor accionista de la compañía al tener un 10% del capital. Según el The Wall Street Journal, la compra por parte de Coca-Cola, le aportará unas ganancias de US$ 460 millones a su familia.
RM / LR
