ECONOMIA
Gestión

Cómo lograr que las empresas sean transparentes

Las claves que hay que tener en cuenta para lograr que una organización detecte y corrija irregularidades. Recomendaciones para un Programa de Integridad.

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Las empresas deben tomar acciones para ser más transparentes. | shutterstock

Hoy, al enfrentarnos a una economía de carácter global, si las empresas nacionales y las pymes argentinas quieren seguir creciendo y competiendo a nivel internacional, deben contar con un Programa de Integridad; es decir, un conjunto de acciones, mecanismos y procedimientos internos que adopta una empresa para mitigar ser víctimas de ilícitos.

Contar con un programa de esta naturaleza es una estrategia necesaria, ya que apunta esencialmente a prevenir, detectar y corregir irregularidades y delitos asociados a la corrupción para adoptar y/o reforzar buenas prácticas a la hora de hacer negocios. No obstante, el diseño y la implementación de un plan de este estilo debe guardar relación con la realidad de la empresa, su organización, dimensión, capacidad económica y los riesgos propios de la actividad que esta desarrolla.

Recomendaciones

¿Cuál es la mejor manera de avanzar en este camino de integridad para lograr confianza y transparencia en los negocios? Las principales recomendaciones son:

  • Contar con un sólido programa de auditoría interna: el mismo deberá contemplar, entre otros aspectos, un conjunto de reglas y procedimientos específicos usados para prevenir ilícitos en el ámbito de concursos y procesos licitatorios. Además, deberá contar con especialización en investigación de fraude y en la detección de ilícitos.
  • Tener una efectiva política de Due Diligence para clientes: saber quiénes son los clientes de la empresa, cuál es su reputación en el mercado en el que se desarrollan, qué es lo que hacen y cómo conducen su negocio es fundamental. Años atrás sólo importaba vender; sin embargo, si hoy en día un cliente tiene mala reputación, se cae en el riesgo de contagio, al ser asociado con sus malas prácticas o, en peores casos, involucrado con las mismas.
  • Saber quiénes son nuestros proveedores: En años anteriores, el foco del negocio estaba direccionado en comprarle al proveedor que ofrecía los precios más baratos junto con la calidad adecuada. Hoy, además, el proveedor tiene que mostrar que tiene una buena reputación, a lo que se suma la necesidad de siempre consultar si poseen implementado un correcto programa de integridad.

El Programa de Integridad apunta esencialmente a prevenir, detectar y corregir irregularidades y delitos asociados a la corrupción para adoptar y/o reforzar buenas prácticas a la hora de hacer negocios.

Hacer un negocio con un proveedor que se encuentra envuelto en temas de corrupción también puede traer problemas al contratante, dañando la imagen de su empresa por añadidura, con implicancias que podrían, incluso, dejarlos fuera del mercado. 

Claves

  • Conocer a tus empleados: Resulta indispensable conocer cuál es el background de los colaboradores, así como su reputación en cuanto a su carrera profesional. En este sentido, es preciso tener en cuenta que la mayoría de los fraudes son cometidos internamente (ya sea por acción u omisión del funcionario interviniente). También es sabido que todo fraude que no se investiga, la empresa inexorablemente lo termina trasladando al precio de sus productos o servicios, siendo los consumidores quienes terminan pagando por los actos ilícitos de los empleados. Es por ello que el conocimiento de los funcionarios es un elemento fundamental de un sólido programa de integridad.
  • Implementación de un código de ética: Es propósito de este documento interno enunciar las normas y principios éticos que deben inspirar la conducta y actividad de los miembros de la compañía. Dichas normas y principios tienen su fundamento último en la responsabilidad de cada funcionario hacia la sociedad.
  • Capacitación interna en la materia: Es necesario brindar capacitaciones periódicas sobre el Programa de Integridad a directores, administradores y empleados.

 

La implementación de un Programa de Integridad eficiente requiere la existencia de una cultura corporativa edificada sobre la base de una ética empresarial, pero construirla supone embarcar a la empresa en un largo viaje, donde la honestidad será la brújula que ayude a mantener el rumbo.

*Director Ejecutivo Asociado de la Práctica de Investigaciones y Disputas de Kroll