ECONOMIA
Parálisis de la economía

Las empresas de tabaco aseguran que ''es cuestión de días para que deje de haber cigarrillos"

Dicen que desde la semana pasada se quedaron sin stock y que no se produce desde el inicio de la cuarentena. Las Pymes anticipan despidos.

Cigarrillos
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Desde el comienzo de la cuarentena, el consumo de tabaco aumentó alrededor de un 40%, según un relevamiento que hizo el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, “es cuestión de días para que deje de haber cigarrillos en las calles”. Así le confirmaron a PERFIL desde la Cámara Industrial del Tabaco (CIT), que agrupa a las dos principales fábricas del país: Massalin Particulares y British American Tobacco.

Las empresas explican que, desde el decreto del aislamiento social obligatorio, el 20 de marzo, todas las fábricas están cerradas y no pueden producir. “Se distribuyó el stock que teníamos almacenado, pero desde la semana pasada no hay más. Los cigarrilos que aún se va comercializando es lo que les queda a las distribuidoras”, dicen desde las compañías de los productos Marlboro, Phillip Morris, Lucky Strike y Camel, entre otras. “Al no poder producir y sin stock en las fábricas, la situación solo puede agravarse. Es inminente que en días se acabe todo”, aseguran las compañías.

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Si bien la paralización de la economía atraviesa a toda la industria y el comercio del país, en el rubro de los cigarrillos uno de los más perjudicados son los quioscos. Según la Federación Argentina de Kiosqueros (FEDARKI), este producto representa el 70% de sus ingresos, y le elevaron el reclamo a la Unión Industrial Argentina (UIA) para que negocie con el Gobierno la apertura de las fábricas. De hecho, la UIA le solicitó la semana pasada al Gobierno que se reactive la producción de tabaco, a la que se sumaron también la de ataúdes y pinturas.

Otro sector que se encontraría afectado por la falta de cigarrillos son las estaciones de servicio. La Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA), que agrupa a dos mil establecimientos de la Ciudad y provincia de Buenos Aires, asegura que en la actualidad el 95% de sus ingresos corresponden a la venta de cigarrillos. Fuera de la pandemia, la cifra ronda entre el 30% y 50%, por no poder vender comidas y la caída de la comercialización del combustible que trepa hasta el 90%, desde el inicio de la cuarentena. “Los cigarrillos nos da efectivo fundamental para pagar sueldos y a proveedores”, desde Fecra.

Si bien la falta de cigarrillos sería un punto positivo para la salud, también afecta a la economía de las empresas -con el riesgo de despidos y suspensiones- y la del propio Estado. Por eso, la Cit le envió una carta al Gobierno para que reactive la producción de las fábricas y en el documento detalla: “La carga impositiva de cada paquete de cigarrillos es del 80%. Solamente en 2019, el sector aportó $100 mil millones. Por cada día que no se vende, a nivel nacional dejan de ingresar $700 millones de impuestos”.

 

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Las compañías le confían a PERFIL que aún no recibieron respuesta del Gobierno para reabrir las fábricas. Hasta el momento, Alberto Fernández habilitó a algunas provincias a flexibilizar la cuarentena para que se activen las economías regionales. Una de ellas es Misiones -además de Tucumán, Salta y Formosa-, que es la principal productora de tabaco y comenzaría en los próximos días a generar la materia prima. Pero, las empresas explican que esto no va a incidir en el abastecimiento de cigarrillos. “Los productores van a poder acopiar en sus almacenes. Pero hasta el momento, eso no va a llegar a Buenos Aires, donde están las fábricas”, dicen sobre Massalin, que se encuentra en la localidad bonaerense de Merlo, y British American Tobacco, en Pilar.

La situación económica se agrava más en las pequeñas y medianas empresas, quienes no tienen la capacidad de stock que las grandes compañías. Tabacalera Sarandí, que emplea a 300 personas, es una de ellas. “La cadena de pagos se va a romper. Desde que se decretó la cuarentena, tenemos los mismos gastos y cero ingresos. El equipo financiero trabaja en los números, pero se vendrá una catástrofe. Va a haber muchos despidos”, asegura Francisco Mármol, gerente de relaciones empresariales del Grupo Madero Sur, dueña de Sarandí. Para tomar dimensión de la situación de inestabilidad, Mármol dice que “Sarandí solamente tuvo stock para una semana; es decir, que desde el 27 de marzo no distribuimos cigarrillos”.

CP