Casa Tía es uno de los supermercados que están presentes en el imaginario colectivo de generaciones de porteños que recorrieron sus góndolas. Francisco de Narváez, hoy flamante dueño de Walmart, ya que se impuso ante la oferta de Coto para quedarse con la cadena norteamericana, cuenta siempre que comenzó ordenando cajas en las tiendas de su abuelo.
La herencia de De Narváez con Casa Tía viene por línea materna. Los Steuer habían comenzado en el rubro en Praga, en la ex Checoslovaquia, bajo el nombre Teta, para homenajear a la figura de la tía, emblemática en toda familia. La tienda quedaba al lado de la catedral de San Vito. Su hermano y socio Carlos y él nacieron en Colombia, y su abuelo Karel fue la imagen más influyente para ambos.
El negocio se expandió a Rumania y Yugoslavia en sociedad con el amigo de Karel Federico Deutsch, hasta que la Segunda Guerra Mundial los llevó a emigrar a América Latina. El negocio se replicó allí y se expandió a Argentina, Ecuador, Perú y Uruguay ya no como Teta sino como Casa Tía. La inauguración de la primera de las tiendas en Buenos Aires fue en el año 1946.
Por línea parterna, de Narváez toma su amor por la política, que ahora abandonó, ya que su padre era bisnieto del presidente de Colombia de principios de siglo pasado, José Manuel Marroquin. Tanto es es así que al postularse a la gobernación de la provincia de Buenos Aires logró ganarle a Néstor Kirchner en las elecciones bonaerenses.
M.J.B.
